Las nubes de Bruno Portuguez.

Bruno Portuguez Nolasco

Por Jorge Aliaga Cacho

No son nubes al nivel del suelo que resultan en niebla. Las nubes de Bruno Portuguez no son como la oscuridad, o la tristeza, del temperamento de Augusto en la trama unamuniana. Las de Portuguez son expansiones de optimismo. Son nubes que no lo son, es la estratagema del artista para brindarnos felicidad, color y alegría. Lo que parecieran nubes, en realidad, no lo son pero el pintor las trasplanta a su mundo pictórico para darnos la explosión del color que acompaña la vida. 

Cuando visité la exposición de este gran artista, en abril de este año, en la Galería de Artes Visuales del Centro Cultural Ccori Wasi de la Universidad Ricardo Palma, tuve la oportunidad de ver el gran interés del público para apreciar su arte que se expresa, de acuerdo con el autor, en un impresionismo puro. "Perú al pie del Orbe" fue el nombre de la muestra que cautivó a cientos de amantes del arte plástico en el Perú. El artista nos intimó que prefería trabajar en yute porque es menos liso y más tosco, lo que le es apropiado para su estilo de trabajo. Los trazos de Bruno se caracterizan fuertes, quebrados, rectos y no ondulantes. Trabaja sobre telas gruesas para conseguir las figuras pétreas que caracterizan su obra. Portuguez ha estudiado a los clásicos y ello se puede apreciar muy claramente en el lienzo: "Comedores de papa". Su impresionismo positivo nos entrega numerosas estampas que son un deleite. La majestad con la que representa al Inca Garcilaso de la Vega es impresionante, como también lo es el óleo "La Chala". Un cuadro exquisito con abundante información social urbana es "Ómnibus". "Niño con Huaraca" y "Retamita" son dos obras que representan muy bien la imagen de los niños andinos de nuestro país. Destacados personajes de nuestra sociedad como Máxima Acuña, Máximo Damián, Los mineros, son del interés del artista. Bruno Portuguez Nolasco nació en Chorrillos, la tierra del pescador y mártir patriota José Olaya Balandra, que sirviera de nexo entre los patriotas de Lima y Callao. Fue apresado en 1823 y luego de interrogatorios y torturas, decide no delatar a los patriotas y por ello fue fusilado en la calle Petateros, hoy pasaje José Olaya. El padre de nuestro pintor también fue pescador como José Olaya y pareciera que en un cuadro, Portuguez, nos quisiera dejar grabada la peruanidad que conecta a estos hombres de nuestra historia. En el óleo "Chorrillos" apreciamos a Don Enrique, padre de Bruno Portuguez, vestido de rojo y blanco, en una posición inca, sosteniendo el remo con el brazo izquierdo, atento a las labores de cinco compañeros pescadores. En esta imagen la nube, que no es nube, posiblemente está representada por los pantalones blancos que lleva Don Enrique, los pantalones de la luz y el optimismo por la patria que vendrá, la patria ausente que animamos llegar en nuestros sueños. Bruno Portuguez ha regresado recientemente de una visita a Nicaragua donde ha exhibido su obra con gran éxito. Estamos seguros que cada vez más escenarios del mundo reclamarán su obra pues en ella nos entrega una gran dosis de peruanidad.