Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
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http://www.jorgealiagacacho.com/

15 de enero de 2011

"De espadas y duendes"

Por Jorge Aliaga Cacho

Tengo en mis manos un ejemplar del libro de poemas de Marcelo Moreyra: “De espadas y duendes”, Creativa, 2008, Misiones, Argentina. Marcelo, poeta nacido en Misiones, es también, docente, muralista, locutor y músico. Al leer esta obra se siente la energía del Iguazú. Sus versos indudablemente se nutren de sus aguas como también de sus caminatas por Nuestra América: Machu Picchu, Ollantaytambo, Iguazú, La Habana. La geografía, la tierra, los ríos, las aguas y las lluvias, pájaros de fuego y selvas quemadas son el recuadro de sus versos que bifurcan la realidad de nuestros pueblos. Su canto canta al advenimiento del nuevo día: ‘Entre pájaros y duendes/ después de largas ausencias/ al fin llegará aquel niño/ para gritar primavera/ plantando risas y lluvias/ azules trompos y estrellas.

José Antonio Sulca Effio, gran poeta ayacuchano, se refiere a la obra de Marcelo Moreyra en una carta que la titula: “Carta a Iguazú”:

‘Cuando el crepúsculo amanezca, Marcelo, habrás enarbolado días sin espejos muertos, ni pupilas de infierno fulgurantes de odio en oleadas de jóvenes girasoles.
Y no habrá noches que puedan exiliar poetas por colgar verdades en sus versos, reviviendo antiguos violines de combate. Y entonces los últimos poemas, que serán los primeros en ser cantados, impedirán que los silenciadores cierren los ojos de carbones encendidos y nuestros deseos, que son los mismos de quienes sufren, vencerán en la guerra, sin destierros, encierros ni entierros. Yo sé que puede hacer la arrebatada sangre de tus ideas al caer sobre pétalos perdidos y pájaros clausurados. Tus lluvias no pueden; no deben caer sin reavivar hogueras agonizantes’.

La poesía de Moreyra tiene una temática completa. Le canta al mate, le canta a Cuba, a Bagdad, a la guitarra, al exilio. Moreyra pisa la realidad de su tiempo. Es un poeta que no se pierde en la búsqueda de nuevos planetas. Su búsqueda empieza en la tierra misma, la cual camina a paso seguro, con derroche de emotividad y ternura. En las tensiones sociales se encuentra al poeta con su voz clara clamando justicia. Y como bien lo expesa José Antonio Sulca Effio: ‘Días vendrán con los latidos de Octubre para renovar el cielo de los montes y sembrar esperanzadas esmeraldas hasta hacer hervir la bruma en las piedras y barrer el lodo y los gritos ebrios de ausencia. Y ya no será pequeña la luna, ni de espuma los pañuelos que canten tus poemas en un nuevo tiempo de mangos con dulzura en llamas. Y hasta podremos todos los poetas digerir un pan sin tener que avergonzarnos. Hasta ese momento, continua peleando bellamente con tus demonios interiores contra los de aquéllos que por razones “angelicales” odian a las artes y persiguen a los adoradores del Clio, que como tú, tienen los pies en la tierra’.

Marcelo Moreyra además de todo lo expresado tiene en su haber un noble espíritu.  Su presencia irradia seriedad, palabra empeñada, responsabilidad, respeto, solidaridad, compromiso.  Características indispensables del hombre nuevo que nuestra América y el mundo reclama.  A los seguidores de este blog no me queda más que recomendar la poesía de Moreyra que estoy seguro irradiará esos valores que le son innatos y que tanto necesitamos.


Interrogantes

Por Marcelo Moreyra

A dónde fueron los grillos
con sus violines errantes
hilando cuerdas al viento
por los arcos de la tarde,
a dónde las rotas pupilas
de lunas agonizantes
descolgándose en el río
como un herido velamen.

Por dónde andarán los duendes
perfumando los altares,
sobre qué huella invisible
con sus trompos llameantes
habrán de esconder al sol
tras la sonrisa de un ángel
o en un cielo de cometas
y dormidos tacuarales.

A dónde fueron los sueños
que encendimos en la sangre
que bautizamos con lluvia
algún verano distante,
a dónde tu risa de arroyos
en qué otoño sin cristales,
a dónde arrojar las sombras
de tu recuerdo imborrable.

Dónde dejar mis  banderas
de dolientes almanaques
en qué lecho sin exilio
o hacía dónde el escape,
sobre qué puentes de bruma
vendrá tu piel a buscarme
atravesando la noche
con latidos musicales.

Nora Alarcón: montada en un caballo blanco

Por Jorge Aliaga Cacho

Tuve la oportunidad de escuchar a Nora Alarcón en el marco del IX Encuentro Manuel Jesús Baquerizo realizado en San Pedro de Lloc a finales de año.  Me gustó la naturalidad de su elocuencia.  Nora no necesitó hacer uso de verbos rebuscados para perfilar la estética de su creación literaria.  A la manera de los grandes poetas, Nora Alarcón, nos dejó una marca y un mensaje indeleble.  Su auditorio reunido en aquel plácido lugar liberteño, estoy seguro, quedó satisfecho al escuchar a esta gran promesa de la poesía peruana.
Nora Alarcón ha cursado estudios superiores de cine y periodismo. Trabaja eventualmente en cine y es guionista de documentales. Participó como asistente de dirección en la coproducción peruano-española El forastero (2001), dirigida por Federico García y es co-fundadora de la revista del Taller de poesía de la UNMS (1999). Ha publicado los poemarios Alas del viento (2000) y Alas de la soledad (2005), en lenguas castellana, alemana y quechua. Ha sido publicada en las antologías poéticasVeinte para los dos de Alejandro Melgar Vásquez (Ediciones Altazor, Perú, 2004) y 21 poetas del siglo XXI (2005) de Manuel Pantigoso. Sus poemas han aparecido en diversas revistas impresas y digitales de literatura como Alhucema, Almiar, Casa del poeta peruano, Urbanotopía, Álora, la bien cercada, entre otras. Nora, coorganizó y participó en la coordinación literaria del 1er Ciclo de Poesía Hispanoamericana y Española: Madrid: una ciudad, muchas voces (2009). En agosto del 2010 editó su libro Bellas y Suicidas.

He seleccionado su poema "Poeta vs poeta", para compartirlo con los seguidores de mi blog, no sin antes volver a anunciar que estamos frente a una  gran poeta peruana.




POETA VS POETA

Montado en un caballo blanco,
Iba un ángel por la orilla del río.
Con la llama del amor casi apagada
Un destello lloraba, vino el viento y lo apagó;
Imposible fue encenderlo con mil besos
Su corazón se disipó entre las espinas,
Le cayeron rayos a sus sueños
Se fue con su guitarra por otras sendas
Al perder los colores entre las sombras
Más allá del tiempo todo fue olvido.

Tal vez el amor como don
Cuando se apaga no se reenciende jamás

En esta plaza silente la iglesia sin viento
Sin coro en esta distancia de frío eterno
Soledad entre la multitud hoguera extinguiéndose
Retamas secas, castillos, fuegos artificiales:
Al amanecer de la gloria tan cerca y tan lejos
De caminos sin alas sin maquillajes ni frutos.
Piel de venado navegas en la penumbra
Llegarán nuevas águilas a encender luces
Y al amanecer quizás vuelvan los colores
Con tu canto de poeta.

13 de enero de 2011

“Asomar inadvertido en la senda”

Por Jorge Aliaga Cacho

Con este sugestivo título Augusto C. Agreda G. nos entrega una sustanciosa novela donde los personajes ensayan pensamientos filosóficos, religiosos o políticos, buscando siempre la perfección de la verdad en el curso de la vida.  De manera efectiva, Augusto C. Agreda G. nos hace notar, como el mismo lo explica, como suceden: ‘la inversión de los valores, el contrasentido de las palabras, la transfiguración de los hombres y la transvaloración de la vida’.
César debe mucho de su formación a la sabiduría que lo ánimo en la vida con palabras como: ‘¡Los hombres nunca tuercen el pico’!. Don Prishi, el abuelo, fue siempre su benefactor y le brindaba protección y cariño.  En realidad era su padre putativo.
En un párrafo de la novela (p.77) encuentro en la obra de Agreda una crítica aguda a la sociedad imperante en nuestros días:
‘Pasaron varios meses, y César seguía pensando que la justicia es un eufemismo que sirve solo para no resaltar la injusticia en que vive la humanidad’. César piensa: ‘Hay diferentes formas de apreciar el significado de las palabras, cada uno lo usan según su criterio; a los vivos, a los gobernantes, a los embusteros, a los fabulistas, a los jerarcas, a todos ellos les gusta la injusticia, a todos ellos les gustan las religiones, porque con la religión se le sujeta de las narices a todos los miserables, se les hace creer que todo aquel que gobierna tiene una inteligencia superior, se nos hace creer que un Dios les ha otorgado sabiduría para explotar y engañar a los demás, se les ha hecho creer que la felicidad de los oprimidos no está aquí, sino en el ‘más allá’.  Allá en el cementerio, allá donde le llevan flores, ya que en la vida no tuvieron ni qué comer, porque su trabajo siempre fue a parar a la barriga de los más sabidos.

Sin embargo a pesar de la crítica social en la novela encontramos esperanza.  Personajes bondadosos que nunca han explotado ni abusado de los demás.  Estos personajes, como el abuelo, son para César, su norte, su guía.  Los depositarios de los valores solidarios, indispensables, que la nueva sociedad reclama:

‘A mi abuelo nadie le alcanzó nunca nada, solo ha arado, solo ha cultivado, todos juntos nos hemos criado, todos nos hemos dado felicidad,; la curandera ‘Pichu’ nos ha medicamentado, nos ha purgado, nos ha inmunizado y nos ha enseñado la virtud más grande de amar a la gente. ¡Cuántas cosas buenas tiene el humano!, sus virtudes, sus valores, sus buenos hábitos, y todas estas cualidades son inmanentes del ser; pero también hay tanta maldad en cada uno de nosotros y todo eso nadie nos ha enseñado, es de nuestra propiedad, cada uno tiene el derecho de autor de la maldad y de la bondad.  Hemos nacido solos, pero ¿quién le enseñó a nuestra madre a querernos, a cuidarnos desde su vientre? Las palomas, los gorriones cuidan a sus pichones; los leones, los zorros cuidan a sus cachorros y nadie les educó en eso; y el humano con tanta religión y cultura, es el que más odia, el que más pelea, el que más se cuida de los demás.  Mi abuelo nunca se ha cuidado de nadie, porque todos lo quieren, porque todo el tiempo ha mirado a todos con respeto, no ha expoliado a nadie sus pertenencias; yo lo considero el ‘adalid de la bondad’, él es mi héroe, él es mi santo, mi patrón, él es mi bienhechor.  Y qué gran influencia había ejercido Don Prishi en la formación de César, adulto, un ciudadano que supo interpretar la sociedad de su tiempo llamando a las cosas por su verdadero nombre: denunciando al mal uso de los términos como igualdad y democracia.  Cesar reflexiona:

‘Algunos candidatos son o están más calatos que un palo de hurgonero, y otros, más cochinos y pelados que el aseladero del gallinero.  ¿Y de dónde sacan tanta plata para invertir? ¿Quiénes les dan jugosas propinas, que les alcanza para despilfarrar en una campaña electoral millonaria y todavía meterse un poquito a la faldriquera? ¿Quién crees tú, paisano? ¡Los capitalistas que, mi querido congénere!, por ello es que desde ya todo es séptico, allí se ponen al día todos los empresarios nacionales y extranjeros.   Primero reparten un poco a todos para que haya equidad,; luego especulan quien será el ganador; seguidamente permutan, trafican y compran al gobernante, para que cuando llegue al poder, les devuelva la inversión con grandes intereses’. César es sin duda un ciudadano informado y en la novela cumple un rol de esclarecimiento que debería llegar a todos los lectores peruanos que ven los efectos y no las causas de nuestra tragedia social. Es interesante como César, el personaje central de la novela hace reflexión en torno a lo que significa `progreso’: ‘No creo que se llegue a progresar depredando nuestras riquezas naturales y vendiéndolas como materia prima únicamente, ya que ello nos lleva a la extinción de lo que tenemos y por ende a la extinción de nuestros hijos. Debemos desarrollarnos industrialmente, con alternativas modernas y eso sucederá cuando tengamos conciencia de querer y amar a nuestra tierra, debemos de vender industria, desarrollo, no solo crecer vendiendo nuestros recursos naturales’.

Hay qué felicitar a Augusto C. Agreda G. por esta brillante novela que debiera estar en todas las bibliotecas públicas del Perú como instrumento para el análisis de nuestra realidad. ‘Asomar inadvertido en la senda’ fue publicada por la Editorial San Marcos en Lima, 2009.

11 de enero de 2011

Daniel Stéfani: un gigante argentino

Por Jorge Aliaga Cacho
Daniel Stéfani con Jorge Aliaga Cacho

Conocí a Daniel en el marco del VIII Encuentro Internacional de Escritores, Cataratas del Iguazú: "Victor Verón Lezcano".  Un gran encuentro de hombres de letras del continente que se hizo posible gracias al tesón de ese gran escritor y promotor cultural, argentino, Marcelo Moreyra.

Daniel Stéfani es un artista multifacético (poeta, músico, fotógrafo, audiovisualista).  Pero lo que más me impresionó descubrir de Daniel fue su faceta como caminante de caminos que a su paso iba haciendo florecer la literatura.  Pues este incansable hacedor de cultura había recorrido los pueblos argentinos promoviendo y animando la creación literaria de sus moradores en eventos multitudinarios que ya hicieron historia. "Raid poético pedestre": Caminata de Iguazú a Posadas, que culminó con la publicación de "Recopilaciòn de poetas y escritores del interior de Misiones" con obras de 140 autores.  Daniel caminó a pie, paso a paso, los 308 kilómetros que separan Iguazú de Posadas, sin apoyo provincial pero con ayuda y participación incondicional y activa de escritores e intendentes municipales.  Idea y realización.

Daniel nació el 14 de noviembre de 1948 en Puerto Rico, pueblo del interior de Misiones.  En 1950 su familia se radicó en Posadas.  En 1969 fu destinado a cumplir el servicio militar obligatorio a Ushuaia, Tierra del Fuego. Luego se radicó en  esa ciudad astral.  En 1974 contrajo nupcias con Mercedes Marina Irizar, oriunda de Buenos Aires. Tienen tres hijos: Fausto, Lucas y Federico.  En 1982, Daniel regresó a Misiones y decidió radicar en Puerto Iguazú.

Recuerdo bien a Daniel.  Durante el evento, con su cámara quería retener en una imagen el tiempo de la amistad, de la solidaridad, del intercambio de experiencias con sus colegas venidos de otros rincones de América. Algunos venían de Australia, de España y hasta de Escocia.  Daniel contaba de su hazaña como caminante promotor cultural.  Tomaba fotos y pedía que le tomasen fotos con los participantes del evento.
Mientras que nos daba a saber su pensamiento:

'Desde mi particular visión en el campo cultural, soy testigo de largos periodos de letargo y escasa inclusión y promoción de los trabajadores culturales, especialmente aquellos radicados en el vasto interior provincial, habilitado casi por el setenta y cinco por ciento de la población total de Misiones'.

Daniel nos expresa su preocupación y protesta por el olvido en el que yacen  los agentes culturales del pueblo argentino.  También Daniel es claro cuando nos manifiesta sus originales ideas respecto al crecimiento: 'Crecimiento individual no siempre indica crecimiento colectivo.  Y mucho menos cuando lo individual se muestra carente de gestos solidarios.  En cambio el desarrollo colectivo siempre ofrece crecimiento individual.   A Misiones le faltó crecimiento conjunto.  Es el factor que brilló por su ausencia en la proyección de la cultura     misionera hacía dentro y hacía afuera'.
Así lo recuerdo a Daniel como el eco de una de sus Galopas misioneras denunciando la tristeza de su pueblo con la alegría de su lucha. Fuimos afortunados los que recibimos de sus manos esa plaqueta de cd con doce de sus composiciones:¡Qué deleite al oido, camarada, amigo! Me quedo con "Por la selva misionera".

Daniel Stéfani nos dice:

'Las acciones que me tocaron en suerte llevar adelante se orientaron a suplir esos vacíos, estimulando y  rescatando a muchos artistas y referentes culturales, tratando de brindar espacios de participación posibles.  Felizmente la siembra no fue en vano y estos conceptos compartidos por mucha gente a lo largo del terruño, hoy se oyen en voces de niños, jóvenes docentes, trabajadores de la cultura y dirigentes de diversos campos y niveles'.

Dniel Stéfani apuesta por el cambio:
'En Misiones hay un gran número de artistas que desde el sentido de pertenencia defiende los atributos de nuestra provincia con el intelecto, el arte, la pasión y la dignidad.  En ellos está depositada la esperanza del cambio profundo tan esperado'.

Un verso de su poema "Árbol solo" puede ser la descripción de este gigante argentino:

'Mantuvo su cuerpo erguido, robusto, inmenso, en lo alto;
a veces un poco nube y siempre abrigo de pájaros
Tuvieron piedad de él; la tumba le perdonaron
por su porte colosal, esbelto, recto, lozano....'

10 de enero de 2011

Juan Velasco Alvarado



Juan Velasco Alvarado 

Juan Velasco Alvarado nació en Piura, Castilla, Tacala, un 16 de junio de 1910.
Encabezó la revolución nacionalista llevada a cabo entre 1968 - 1975.
Sus padres fueron Juan Francisco Gallo, sanitario y Doña Clara Alvarado, ama de casa.
Tuvo once hermanos y perteneció a una clase media humilde. Finalizó sus estudios secundarios a la edad de trece años. El 5 de abril de 1929 ingresó a la tropa como soldado raso. En 1930 ingresó como cadete en la Escuela de Oficiales del Ejército con la nota aprobatoria de 20. Se graduó como subteniente de infantería, Nº 1 de su arma. Sirvió en costa, sierra y selva. En 1934 trabajó en la apertura de trochas en la selva.
Fue instructor de La Escuela Superior de Guerra
1er Jefe de Batallón de Infantería
Jefe de Estado Mayor del CIMP
Director de la Escuela de Infantería
Comandante General de la 2da División Ligera
Agregado Militar en Francia
Jefe de Estado Mayor de la Primera Región
Inspector General
Comandante General y Presidente del Comando Conjunto de las FF.AA

Amparado por la Constitución Política de 1933, Art. 213 fue elegido Presidente del Perú (1968-1975) por la Junta Revolucionaria del Ejército, Marina y Aviación.

Obras de Gobierno:
Nacionalización del Petroleo, 9 de octubre de 1968
Reforma Agraria, 24 de junio de 1969
Nacionalización de las Telecomunicaciones
Nacionalización de la Minería
Ley de la Estabilidad Laboral
Construcción del oleoducto nor peruano
Socialización de la Prensa Peruana
Relaciones Diplomáticas soberanas con los países socialistas y comunistas.

Murió el 24 de diciembre de 1977 a consecuencia de un aneurisma. Por ello se le amputó una pierna. Su velorio y exequias fueron colmadas de manifestaciones de simpatía popular. El pueblo lo cargó en hombros desde la Catedral de Lima hasta su lugar de descanso en el Cementerio El Ángel.