Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
https://en.m.wikipedia.org/wiki/Jorge_Aliaga_Cacho
http://www.jorgealiagacacho.com/

8 de julio de 2016

Escritor Mexicano participará en el III Encuentro Internacional de Poetas y Escritores a realizarse en Huacho, Lima, Perú

Elid Rafael Brindis Gómez, periodista, escritor, poeta y crítico literario mexicano. Durante veinte años se desempeñó como editor general y posteriormente como subdirector del diario Expreso Chiapas en Tuxtla Gutiérrez, México, y actualmente como corresponsal en Perú. En forma paralela, laboró once años como supervisor en la corrección de textos y cuidado editorial en Talleres Gráficos del Gobierno del Estado de Chiapas.
Fue asesor congresal en la Cámara de Diputados al Congreso del Estado de Chiapas en la década de los noventa.
También escribe reportajes e investigaciones para revistas de corte científico y cultural, además de desarrollarse como escritor, editorialista, articulista, analista político, crítico literario y ensayista en entidades afiliadas al Consejo Estatal de Cultura de Chiapas (Coneculta).
En la actualidad tiene a cargo la revisión y cuidado editorial de textos del área editorial de la Universidad Autónoma de Chiapas, de las revistas Unach y Quehacer científico en Chiapas, arbitrada por la comunidad científica internacional.
También es el encargado de revisar los informes anuales de la administración del gobierno del estado de Chiapas.
En Lima, Perú, fue corresponsal de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex) de 2010 a 2012, y actualmente es editor del Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, corrector de textos del Fondo Editorial del Congreso de la República y Ministerio de Defensa del Perú.
Participó en la organización del Primer Congreso Internacional de Posgrado “Posgrado en el Siglo XXI”, bajo los auspicios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos a través de la Escuela de Posgrado, así como de la Asociación de Universidades del Perú, en octubre de 2015.
De igual manera, brinda asesoría para la organización de foros sociales, investigación social y protocolos y servicios editoriales, e imparte cursos de corrección de textos y revisión de estilo, periodismo y redacción.

Tiene en proceso de edición su primer poemario Poemas del autoexilio.

El III Encuentro Internacional de Poetas y Escritores se realizará en la ciudad de Huacho, Lima, Perú, los días 18, 19, 20 y 21 de agosto.

LOS MEGALÓMANOS

Genialidad del amigo José De Guardia de Ponté para tu blog querido Jorge Aliaga Cacho...
Nota genial enviada por nuestro amigo poeta, Pimpo Adad desde Argentina.

Foto de José De Guardia de Ponté.

LOS MEGALÓMANOS
Dice el diccionario: Trastorno mental que padece la persona que se cree socialmente muy importante, poseedora de enormes riquezas y capaz de hacer grandes cosas. Actitud que tiene una persona que se comporta como si tuviera una posición social y económica muy superiores a las reales.


En toda ciudad que se precie podemos observar, de vez en cuando, a estos pichones de tiranosaurios rex que por lo general se presentan en eventos culturales o históricos, presentación de libros, muestra pictórica y hasta en alguna inauguración de negocio shopinero. 

De caminar ampuloso, cogote levantado a lo avestruz, nariz siempre para arriba y con vestimenta cara pero raída, se abren paso a los pechones para salir siempre en la foto.

Hablan con voz estridente para hacerse notar y siempre están dispuestos a lanzar una crítica destructiva contra quién pueda robarles un poco de protagonismo.

Si tienen que pagar algo, por ejemplo: el libro que están presentando, son duros pal`frío y terminan arguyendo que efectivo no portan hace años y que sería un honor que se los regalen.
Al margen de los portadores de apellido, suman varios nombres en su haber pa´que les quede lindo y cuando se presentan a los gritos deletrean la prosapia heroica y bien remachada a sablazos.
Todo les parece aburrido y falta de buen gusto, nada se compara a sus hazañas de joven o sus conquistas non-sanctas.
A cada oración anecdótica que mascullan empiezan con un "cuando fui invitado a dar una conferencia en la universidad de..."
Saludan de reojo, ofrecen una fláccida y húmeda mano, miran con desdén, envidian con razón.
Ante el poderoso se arrodillan con la intención de ser beneficiados y luego le insultan a espaldas por corrupto. 
Pero cuando la fiesta termina y deben regresar a sus míseras vidas de don-nadie se van empequeñeciendo como una vela que se apaga.

José de Guardia de Ponté

Raúl Gálvez Cuéllar: Grandes cambios en la historia

El maestro Raúl Gálvez Cuéllar y Jorge Aliaga en Rancho Grande

Desde hace un par de días vengo pensando que en este año hay grandes cambios en la Historia Universal porque lo que acaece repercutirá en todo el planeta: la salida de Inglaterra de la UE que aviva el sentimiento independentista de la valiente Escocia; el Acuerdo de Paz entre el Gobierno de Colombia con la FARC, nada menos que en la Heroica Cuba; y la Corriente Aliaguista de un Poeta peruano-escocés, de elegante elaboración poética, de intimismo simbolista y ultralírico, sin influencias pero con atisbos del romanticismo propio de los más célebres aedas, es decir toda una paradoja indescriptible en sus versos blancos, telegráficos (cortos), y de personal musicalidad externa e interna en el marco de impecables estructuras estróficas: una Escuela Literaria que ganará innumerables aliagacachistas, a expandirse desde su Punto Culminante del Evento Internacional de Poetas que lleva su nombre, a realizarse en el agosto de Huacho -ciudad hospitalaria-, donde nos acercaremos al análisis global de su producción literaria.

Atentamente:
raul galvez cuellar,
Rancho Grande, Chaclacayo, 26 de junio de 2016

Una promesa de verano

Lidia Irene Vásquez Ruiz
Por Jorge Aliaga Cacho. 
"Una promesa de verano", es un cuento, que forma parte del libro del mismo nombre, acerca de una promesa que debía cumplirse. Su autora es Lidia Irene Vásquez Ruiz.
Lidia nació en Lima. Es abogada, alumna de la Maestría de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Asistente de Vocalía Suprema, Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. Ha recibido reconocimientos de la Presidenta de la Asociación de Damas del Poder Judicial, 2012 y Presidente del Poder Judicial y de la Corte Suprema de Justicia de la República, 2009. Lidia es autora y editora del Poemario: Mis huellas, Lima, 2016. Y también del Cuento: Una Promesa de verano, Lima, 2016. Su producción literaria ha sido reconocida a nivel nacional e internacional y ha sido nombrada Embajadora Universal por la Paz, Ginebra-Suiza, París-Francia, 2016.La historia del cuento se desenvuelve en la playa Tortuguitas, nombre que ha sido prestado a una playa, de otro nombre, que queda en el departamento de Trujillo, en el norte del Perú. Todos los cuentos del libro, que son cinco, nos dibujan amor familiar, amor por los animales, la naturaleza y el medio ambiente. En el primer cuento: Lilian había alquilado una casa de playa para pasar unas vacaciones con sus hijos. Esta era una promesa que le había hecho a sus hijos: Joshua, y Kajie, quienes no podían ir a la playa debido a que sufrían de una enfermedad de la piel y, por consejo médico, no podían exponerse al sol ni tener animales domésticos. Por esta razón, los niños que amaban la belleza del mar se quedaron muy tristes, pues solo podían verlo desde lejos y protegidos con el uso de sombrillas. Un día, después de varios años, el médico los vuelve a examinar y les manifiesta que habían recuperado la salud de la piel, que ya estaban fuertes y que podrían disfrutar, gradualmente, del sol con la debida protección. Fue entonces cuando, Lilian, la madre, les prometió alquilar una casita, cerca al mar, para pasar unos días disfrutando del sol, la arena y el oceano. Llegó el día de ir a la playa y darse el ansiado chapuzón. Los niños: la hermana y el hermanito, reían y disfrutaban de las maravillas que ofrece la naturaleza. Días cercanos a navidad recibieron la visita de la tía Alí y una querida prima. Entonces, todos fueron a dar un paseo por la orilla del mar, se removieron el calzado, y agradecieron a Dios por tanta felicidad. Joshua y los otros niños se adentraron al mar, ¡Qué gran felicidad! Era tanta la alegría que los niños, y la madre que los miraba desde lejos, se pusieron a llorar de contento. Ese día, en la playa, adoptaron como mascota, a una tortuguita, le pusieron de nombre: Blanquito Baguel. Vivieron una experiencia maravillosa en aquella playa. Admiraron el color del cielo, los huequitos donde se escondía una variedad de tortuguitas. Allí, los niños adoptaron a una de ellas y le pusieron como nombre Baguel. En esta historia, como en las cuatro restantes que contiene el libro, se puede comprobar amor a la naturaleza: la playa, el cielo, los animales. La obra muestra bellas escenas de amor a la vida. Los cinco cuentos que contiene el libro valora las formas más puras de la existencia. La literatura de Lidia Irene Vásquez Ruiz es limpia, pura y apta para el sano entretenimiento de nuestra niñez lectora. Un libro altamente recomendable para el Plan Lector.

5 de julio de 2016

UNA CONVERSACIÓN BAJO LAS ESTRELLAS

Por Luis E. Aguilera 
«Un momento de recuerdos para el amigo inolvidable, el compañero escritor Hugo Chacón Bichón, Ex Presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Filial Región de Gabriela Mistral, Región de Coquimbo.
Al cumplirse diez y seis años 
(4 de julio 2000-4 de julio 2016), de su fallecimiento en la ciudad de La Serena.       
Después de muerto cuando
mi cuerpo esté convertido en solo cenizas,
vendré a visitar a los que me querían
y a los otros también...
HUGO A. CHACÓN BICHÓN
Prestidigitador de nada
En boliches donde el único consumo
Es la soledad y el espectáculo ha sido cancelado
BENITO CORTÉS CHACANA
(“Prestidigitador de nada”)
Desde el segundo piso de mi oficina, se abre una gran ventana, como un gran útero en el que se cobija la orfandad.
Aquí nos reunimos incontables veces, en un lazo entrañable, fraterno, todos tus amigos aún. Quizás con la íntima ilusión, en cada uno de nosotros, de verte aparecer en el dintel de esta oficina. En la pared amarilla, un cuadro con vidrio antirreflectante todavía resguarda al viejo daguerrotipo que fija las imágenes estáticas de Francisco, Hugo y yo. Se puede deducir que con los años ha ido envejeciendo, perdiendo sus colores un poco más, derramándose indefiniblemente sobre el espacio vacío de la habitación.
Percibo a la distancia el “Cerro Grande”, formidable e irregular; con sus múltiples antenas que difunden mil colores de insólitas mutaciones en la oscuridad de la negra noche. Te imagino dilecto amigo Hugo Alfredo Chacón, compañero escritor, que me sonríes y observas desde la distancia.
Anunciaste en uno de los cafés que naciste en heredades sombrías y nebulosas, luego transfundido a tierras serenenses. ¿Es extraño?, me decías. Verse aquí, caminando por diferentes calles y laberintos de La serena -¡a pesar de que aquí no están mis raíces!-, pero sí, toda mi poética inicial, bajo múltiples matices.
Me pregunto: “¿Retornarás algún día a estos lugares, caminando aristocráticamente por diferentes recovecos de esta añosa ciudad?” Trato de imaginarlo, y así intentar reiniciar un nuevo viaje, “Esperando el tren, en una conversación bajo las estrellas”.
Y trasladándome una vez más, por el enredo que se  me presenta con artera apariencia, suficientes contingencias de escapes y me sumerjo en  subterráneos océanos; navego sobre el cielo de La Habana, desde donde me llegan tus inconfundibles palabras, son voces que retumban en mis oídos, una y otra vez:
 “Me sirvo una copa imaginaria/ De vino imaginario./ Me siento a la orilla de la cama/ Y comienzo a llorar de verdad.../ Lloro porque en la clínica siquiátrica/ Uno de los deportes favoritos es llorar.../ Ya  a la altura de la botella entera servida./ Me tiro al suelo y siento lástima de mí./ Echo un par de garabatos./ Me voy imaginariamente a Cuba/ Y me quedo dormido.”
Como una exhalación azul me aprehenden los poemas de tu libro Ficha Clínica, que sigo leyendo esta mustia tarde, y me doy cuenta una vez más que es el canto grave, atrapado e incomunicado entre cuatro paredes blancas:
“Mi madre llegó nuevamente a la clínica / Con su aire cansado y su carita seductora. / Cuando la abrazo siento que debe estar sufriendo por mí, / que esto me deja totalmente desmoronado... / Trae su bolso con sorpresas de guindas / y panes de pascua... / Probablemente, pensé muchas veces, / Nosotros no somos de este mundo/ tan brusco y luchador. / Posiblemente, nos equivocamos de dimensión...”
Eres un poeta enclaustrado en la soledad más absoluta… y contra tu voluntad;   te bifurcas en dos ríos dominantes: uno ardiente, bañado por las lluvias nostálgicas; el otro cegador, con aroma a aguas cristalinas. “Mi padre vino a verme / Y eso me ha hecho llorar de emoción / Como un niño, toda la noche...”
Una puerta se abre desde hace mucho tiempo en el edificio añoso del Terminal de trenes, es como un amplio y prolongado abrazo de bienvenida. Es allí donde nos reuníamos con los invitados; los que amamos la conversación y la literatura. Aquel miércoles nos quedamos haciendo antesala antes de la llegada del segundo conductor del tren, en la antigua estación de La Serena, frente al espejo de agua. Lo llamamos reiteradas veces por los altavoces de la vida: Claudio, Carlos, Juan, Ricardo, Eric, Alberto; pero Hugo Chacón no respondió, quizás lo único que conseguimos fue presentir a la distancia…
“Estoy encontrando tan aburrida la vida / Que un día de éstos, sin avisarle a nadie, / Voy a tomar mis maletas y me voy a largar. / Una de las cosas que no haré previamente / será analizar las circunstancias. / Tampoco mirar hacia atrás. / Simplemente me iré... / Eso sí, / Cuando me vaya, / me iré con los estupores / y las incertidumbres. / Con las preguntas y las dudas / De los que me rodean...”
Esa tarde no llegaste para situarte en la mesa de conducción, o para ser más explícito, tendríamos que agregar que Hugo Chacón, caprichosamente, no quiso venir: “Hoy, a eso de las cinco de la tarde/ noté que se me acabaron las lágrimas...” Sin embargo, eras excesivamente necesario para intentar reiniciar un nuevo viaje por los diferentes andenes de la existencia, con nuevos camaradas. ¡No lo conseguimos o tú, antojadizamente, no lo consentiste!:
“Mi vida la he convertido / en una ruleta rusa. / Y en este juego, cualquiera puede morir”. Es cierto, habías decidido anticipadamente tomar otros ramales de la inexistencia, en una nueva estación denominada “La Casa de las Gaviotas”, ese domingo neblinoso, 2 de julio del año 2000.
Sólo cuatros viajes quedaron grabados en el celuloide, junto a cada uno de nuestros concurrentes: Francisco, Sergio, Tristán y Arturo. Desde ese día a la fecha, van dos mil trescientos cincuenta días de ausencias “Del Nunca Más”. ¡Cómo extraño aún tu apariencia, de un magnífico caballero inglés! ¡Cómo no recordar tus largas conversaciones que nos traían noticias frescas de otros mundos andados por ti!
La Fuente de Neptuno, el Museo del Louvre, Piazza della Signoria, Florencia (donde lanzaste la moneda y pediste tres deseos por mí), el Palacio de Versalles, el río Sena; recogiendo mini libros de Pablo Neruda, Vladimir Maiakovski, traducidos al sensual idioma Italiano; Antonio Machado, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, César Vallejo, en español, que aún los leo y releo.
La Torre Eiffel, el Teatro Colón de Buenos Aires, Río de Janeiro, que se llenó de color, música, baile para experimentar la euforia y la atmósfera desinhibida que se apodera de toda esa ciudad gozosa, mientras tú caminabas por la arteria libre de todo prejuicio, entremedio de las bandas de músicos, los alegres carruajes y las bailarinas que desfilaban por sus travesías. El Cristo Redentor del Corcovado, de Río de Janeiro, con sus extraordinarias playas. Todas, todas las palabras y ademanes -como vuelos de golondrinas- juntos para transmutarnos a aquellos lugares visitados por ti.
En el café “Copa Cabana” de la calle Prat los recuerdos llenaban la mesa, donde las muchachas juveniles de ojos alegres y adormilados nos congratulaban al llegar con sus amplias sonrisas, guiños insinuantes y palabritas mansas: “Pasaré a eso de la una al Café / a saborear el famoso goteado / que me sirve la Negra con tanta coquetería. / Pondré la silla que siempre me ha correspondido. / Y me reiré con las mentiras de los Poetas...”
De todo ello eras parte; de la inventiva permanente, la recreación constante de la vida. ¡Coexistes de verdad entre nosotros, inolvidable amigo! Por ello, cada noche de encuentros y desencuentros, el primer ¡Brindis!, lo hago por ti.
“Después de muerto podré recorrer / Todas las botillerías del mundo y / elegir el mejor vino / Para brindar en las mil ocasiones / que se me venga en ganas. / En fin, después de muerto / Voy a tener mucho trabajo por hacer, / Pero como los muertos no se cansan, / Hago un brindis por la eternidad / Y el placer...” Como tú lo pediste en tus viejas cartas de esquelas verdes y sobres amarillos que aún conservo.
“En esta noche, me encuentro abandonado, solitario y triste; pretendo invitarte a un viaje de recuerdos.” Te digo, cordial amigo: “¡Encaramémonos a ese punto del cosmos donde la locura y el letargo total se tientan las manos...!” (Creo que Hugo me mira atónito, sorprendido por lo que le digo -me observa desde ese cuadro en la pared-; pienso que eres él más desarraigado de todos los escritores, el que traspasó los límites aparentemente y determinados, encauzándose confusamente a la sublimación de su alma inmortal de la trascendencia; porque aún te recordamos y no te podemos olvidar...)
Esta invitación a la embriaguez, me hace comprender: ¿Qué fuimos?, ¿qué somos? y ¿hacia dónde vamos?; como lo comentaran certeramente nuestros comunes amigos: Jaime Alaniz y Salvattori Coppola en varias conversaciones, que hoy tampoco están con nosotros, pero que deben encontrarse contigo en prolongadas y amenas charlas, acerca de la cosmogonía o la cosmovisión..
A veces pongo en mi radio grabador, aquel cassette que aprisionó nuestras voces; se escuchan íntegras, yuxtapuestas, al sonido material, girando, girando, metálicamente. Se distinguen las primeras palabras de Hugo. Lo recuerdo con sus manos juntas, quietas. Estamos, él y yo, solos en el gran salón de conferencias, bullendo a esa hora. Nos invaden las sombras, el silencio de las cosas apacibles, serenas. Hugo me mira desde su silla. Los reclinatorios nos observan desnudos, solemnes e interrogantes.
Una tormenta lejana subraya un pedazo de cielo sobre el edificio de la “Casa de las Américas”. Escucho estos retazos de vida en sonidos inquebrantables e indefinidos, como parte de nuestra existencia. Sé, querido amigo, que una invitación a la enajenación es un acto arriesgado, pero invariablemente transportador al estado de gracia que nos ofrece el sortilegio y los cerezos en flor, es caminar por un hilo suspendido en la cornisa de la casa de Sandra, sobre la cordura y no caer.
Una noche de invierno, en el subterráneo de “La Casa de Las Gaviotas”, te pregunté: “¿Cómo convives con tus temores, odios, complejos, tristezas, alegrías y la poesía?” “¡Tenemos que colegir, mi dilecto amigo!, me dijiste, ceremoniosamente. Del supuesto que me das, debo sostener, que todo eso lo llevo conmigo y creo que muy bien. La sociedad posee todas esas imperfecciones, salvo la honestidad de la poesía; y yo, perteneciendo a la humanidad adjudicada por ella misma (por el hombre que la forma), no veo modo de salvarme: estoy en medio de la propia mierda… Trato de llegar a la otra orilla, con denodados esfuerzos, donde están desde hace tiempo esperándome mis delirios, mis afectos, la musa desnuda, reluciente, transparente, para limpiarme los males mundanos y así la muy hija de la inocencia, devorarme posteriormente muy lentamente.”
La noche se traslada perezosamente a su fin. “La Casa de Las Gaviotas” se inunda de matices cobrizos transmitidos desde los faroles de la avenida y los autos que pasan veloces frente a una ventana por entremedio de las fumarolas expelidas por ti.
“¿Qué es para ti la muerte? –te pregunto–. ¿Crees en una muerte transitoria, o en el más allá? ¿Qué es para mí la muerte?”. Exclamas, repitiendo muy lánguidamente mi interrogatorio, y caminas de un lado para otro por la estrecha habitación, hasta que por fin me respondes atolondradamente: “La muerte, es un torbellino asolapado que te abofetea el semblante..., eso es, nada más”.
Sus manos antes tranquilas y serenas, tiemblan y evidencio que sus uñas están fragmentadas. Seguramente, pienso, debe ser por su dilatado aislamiento imperioso a través del tiempo. Antes del fin…
“¡Un absurdo! ¡Por qué, para qué nacemos, si no es para vivir, para lanzarnos a la inmortalidad! ¿Me consultas sí creo en una expiración transitoria? ¡No! ¡No creo y me asusta morir, porque amo la vida! ¡No! ¡No creo en el más allá!... Inconveniente,  o posiblemente, ¡uno sí elige el cuándo y el cómo!...”
(Hace frío a esta hora). Un viento glacial nos cala hasta lo infinito de los huesos. Nos encaminamos rápidamente por la Avenida del Mar en dirección a un café cercano, mientras hablamos de arte, de la vida, y nos reímos de nosotros mismos, rememorando pretéritas anécdotas vividas con tantos amigos: Dinko Pavlov, Hugito Chico, Javielillo, Leonel, El hijo de las Monjas, Monseñor Rivera, Jorge Osvaldo, Jaime Gustavo, Juvenal Ayala, Víctor Hugo, Pablo Maximiliano Mariachi, cantando, quebrando la noche, a altas horas de la madrugada, pateando las escarchas espejadas...
Nos asimos en un fraterno abrazo de amistad, limpio, honesto, y seguimos marchando un largo trecho abrazados, entumecidos, hambrientos, acosados por las tentaciones de la noche..., soñando la oscuridad, demorando el regreso a cada uno de nuestros originales hogares; hablando del hoy, del mañana, dejando que nuestros corazones llenasen el ayer, para seguir viviendo el mañana..., y prontamente derivar en la sombra pegajosa de mil noches de olvidos.
― ¿Te sientes un hombre único, impenetrable? ¿O crees que la vida te ha fragmentado? 
―Desde el punto de vista filosófico, querido amigo, soy único.
Después de tanto transitar, nos detenemos. La voz de Hugo ha adquirido un compás conmovedor y me responde: “Me siento de aquí y de allá; me llaman voces indescifrables, deseo estar en muchas partes a la vez, pero compruebo que no es posible, esto atormenta y agudiza mis inquietudes existenciales.  Me examino, una y otra vez: ‘¿En dónde dejé mi vida botada?/ No me dí cuenta cuando ya no la tenía/ conmigo...’”
“Las vivencias de mi infancia permanecen en mí e indiscutiblemente también los lugares mágicos: Las dudas me arrebatan, no me dejan un segundo de mi vida y no puedo distinguir/ Claramente el camino que siguió mi vida/ Al extraviarse...”
“El Barco Varado” altera mi comportamiento, porque me hace recordar: “¿Cuándo mi hermano Pato movía su mano derecha / desesperado en el río / pidiendo auxilio? / Pensando seriamente en este asunto. / Las posibilidades son miles, pues / por doquier que mire puede estar mí / perdida vida: / ¿La perdí cuando me fui del lado de mis padres? / O la perdí cuando empecé a pensar por mí mismo. / La perdí / Cuando se extinguieron las tardecitas de invierno... / O la perdí cuando yo mismo / me la quité...”
“¿Qué pesadillas y sueños persisten en ti?” “Las visiones se mantienen, aunque sean malas o me atormenten. Me agrada divagar, es como una ilusión que se hace realidad...”
¡Y nosotros, ilusos románticos, aún ignorábamos la siniestra tratada en la cual los duendes transparentes nos estaban enredando la vida!
―¿Has deseado averiguar alguna vez las incógnitas del destino?
―Siempre he deseado conocerlas, aunque eso sería absurdo; pero la curiosidad, la revelación de un misterio, eternamente me resulta atractivo y peligroso. Creo que nacemos determinados a morir, unos primeros, otros después, sin otra vida que nos espere más allá. En esto, concordamos los dos: ¡Quizás, sí, soy fatalista! ¿Qué tenemos, además de las alegrías y el sufrimiento? ¿Qué nos aguarda en ese recodo del camino? Nadie lo sabe, ni tú ni yo!
El recogimiento creativo en “La Casa de Las Gaviota”, no lo rompe ni la mágica proyección de otros mundos posibles, porque el hecho mismo de crear es siempre un acto solitario. El escritor no puede fundar sino en su propio retraimiento, aun cuando está en medio del bullicio de la Avenida del Mar, del entorno familiar, del trabajo. Establezco, que ese encierro no deterioró la comunicación con Hugo, pero que pudo dañarse desde el punto de vista de otros agentes que lo rodeaban y que hoy no es el caso vivificarlos. 
Las arterias húmedas de La Serena, las luces multicolores mirándose en el suelo vidriado. Sigo conversando conmigo mismo de cosas pequeñas y gratas. Los trenes se entrecruzan en la estación llevando y trayendo seres parecidos a nosotros. Me pierdo entre ellos por túneles oscuros e indescifrables. Los duendes de Federico García Lorca, el Dante y su infierno, Mahfud Massis en la maldición bíblica, Nerval, Baudelaire, Teófilo Cid y Jorge Teiller. Borrachos y viciosos. Otros demonios, más astutos, se han involucrado en una nueva vida, otra posible salida de las marañas existenciales o nuestros quehaceres y han mandado al traste todos los empeños.
Y para tratar de comprender en parte, desde la distancia, estimado amigo: “¿En qué forma se te ha presentado la vida o la muerte en esas galaxias? ¿Cumples con lo prometido aquella noche?: ‘Asistiré a las reuniones del Partido/ Y llevaré nota y acta de cada uno/ De los acuerdos para, precisamente/ recordárselos cuando la sombra/ de la obstinación les tape los ojos...’”
Hoy me traslado solo por estas callejuelas. Cristales de llovizna humedecen la acera, las gaviotas me miran desde lejos, el rumor del mar calmo me acompaña. Aspiro el aire frío, y mi alma se inunda en un río de melancolías e invocaciones.
Me uno a mis fantasmas y a los tuyos, juntos caminamos este domingo, 2 de julio del 2006, por las arterias, cobijándonos del frío y la niebla de la noche. Las luces de los faroles renovados de la plaza, que no alcanzaste a conocer, me llaman desde lejos y me guiñan un ojo. Me detengo en el viejo bar de Eduardo de La Barra a beber un vino caliente de aroma a frutas maduras, de color rojo rubí, con tonos violetas,  fragante a naranjas, mientras la poesía titila como una estrella en el firmamento de La Serena; me subo sobre una mesa y hago en esta noche el primer ¡Brindis! por ti. ¡Salud!, por mi amigo muerto. Ante las miradas atónitas de todos los parroquianos que finalmente a coro responden: “¡Salud!... ¡Salud!”

Gálvez Cuéllar escribe décima para encuentro huachano

Por Raúl Gálvez Cuéllar

Nunca había escrito en cortos segundos una décima que me salió de porrazo y al toque, dejándome perplejo ...
Ha de ser el entusiasmo, porque al ser como te cuento, tendré que numerarlas. Es una décima que respeta las normas de tener un punto (.) en el cuarto verso, y de concordar de la siguiente manera:
A
B
B
A
A
C
C
D
D
C

Y desde luego los octosílabos cuando el verso termina en grave o llana; o los septasílabos si termina en aguda. También la décima tiene otras reglas pero por ahora paro el coche.

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AL III ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS Y ESCRITORES "JORGE ALIAGA CACHO",  A REALIZARSE EN HUACHO DEL 18 AL 21 DE AGOSTO DE 2016.

                                                                 DÉCIMA  N° 1 

                                                          (Por Raúl Gálvez Cuéllar)

Encuentro Internacional
de poetas y escritores,
al que llegan los autores
de nivel sensacional.
Gran Evento sin igual
de amistad y de cultura,
con buena literatura
en la Hospitalaria Huacho;
para Jorge Aliaga Cacho
y p' la historia futura.

Fraternalmente RGC
Chaclacayo, 1 de Julio de 2016

4 de julio de 2016

LA ECOPOESÍA COMO UNA HERRAMIENTA PARA LA EDUCACIÓN AMBIENTAL.‏

Publicado del blog de Julio Solorzano Murga.

Por Clarice Panitz


Mis vivencias como profesora e investigadora trabajando en varios ecosistemas, destacándose los manglares donde me he dedicado más de 30 años en Brasil y casi 10 años en Tumbes, Perú, y mis experiencias con las comunidades tradicionales de pescadores, cangrejeros, concheros y campesinos me llevaron a concluir que hacía falta un lenguaje más accesible para poder traducir todo el conocimiento adquirido, pero manteniendo el rigor técnico.

Así nació la idea de describir todo esto en forma de poesía y empecé a escribir ecopoemas que se transformaron en mi primer libro, Clara delmanglar.
En mi apreciación de bióloga y ecologista de formación, educadora por muchos años, la Ecopoesía ha estado presente como una técnica alternativa de educación ambiental; una forma de descripción de los ecosistemas y especies, una posibilidad literaria para difundir conceptos, definiciones y principios, mediante formas creativas, lúdicas y placenteras. Una manera de llegar primero al corazón y después, a la mente de las personas y así cambiar las actitudes,logrando la preservación y conservación de nuestra casa, la madre Tierra. En tal sentido, este libro es una contribución a la Ecopoesía, a la Ecología y Educación Ambiental, donde a través de sencillos poemas, intento mostrarles la maravilla natural que son los manglares, susrecursos y su gente, así como los bosques, playas, las ciudades y susproblemas, principalmente los de Tumbes, Perú; país al que consideromi segunda patria por los años que he vivido y colaborado para lamejoría de su calidad de vida; considera también, poemas que nos hablan de la amistad, la vida, del amor y la esperanza.
Yo espero que esa presentación sea útil tanto para poetas, investigadores, educadores, alumnos y personas sensibles, amantes de la naturaleza, pues así veo y empleo la Ecopoesia como una herramienta para la Educación Ambiental una forma alternativa de educar, sensibilizar, juntamente con la Ecopintura, la Artesania, el Diseño realista, la fotografía. Todo eso me hace una persona mejor y más feliz!.

Historia de Huacho -Apuntes

Publicado por Celia Ariza en el portal Literatura Huachana y Regional (http://literatura-huacho.blogspot.pe/2009/04/literatos-region-lima.html)
Nuestra localidad tiene un origen remoto. El historiador Max Espinosa Galarza en su obra Toponimia Quechua del Perú indica que Huacho proviene de Huaqcha que en quechua significa "huérfano". Debido a que los caciques de la Costa norte castigaban duramente a los indios desobedientes, a ellos se les desterraban al poblado de Huacho, por eso se les llamaba "Los Huachus" que significa "huérfano", "abandonado".Por su parte don Felipe Paz Soldán, señala que en quechua la palabra Huacho significa "Camellón" y en aymara "becoquín" o "birrete".Durante la época incaica, Huacho fue una pequeña aldea poblada por indígenas yungas y posteriormente por mitimaes. Se cree que estos últimos fueron enviados por el Inca Pachacutec, luego de someter a los señoríos de Chancay, Huaura, barranca y el reino del Gran Chimú, para servir como instrumento de homogeneidad cultural y lingüística en el todo el imperio. El historiador Luis E. Valcárcel afirma que en 1533 al llegar Hernando Pizarro a Pachacamac el curaca llamado Guaccha Paycho del valle Guargua (Huaura) y los demás curacas del cercado asistieron al Santuario llevando muchos presentes de oro y plata. Se indica además que en 1535 Francisco Pizarro concedió el repartimiento de indios de Guacho al español Benito Beltrán y que posteriormente, como encomienda, fue concedida al capitán Juan Ballón de Campomares y después al Correo mayor de Indias, apellidado Carbajal.Conforme con las ordenanzas del Virrey Toledo, los indios dispersos de los diferentes ayllus en 1557 se les agrupa y se forma la reducción de Guacho, etc. La gente de los caciques: Gualmay, Chontay, Guaura, etc, fueron reunidos en terrenos pertenecientes al gran cacique Guachu, pero como ALDEA. El 24 de agosto de 1571 se le bautizó en sencilla ceremonia como SAN BARTOLOMÉ DE GUACHU, debido a la costumbre española de inculcar la fe cristiana en los indios y nombrar un patrón espiritual en cada ciudad. De ahí que el 24 de agosto de cada año recordamos esta celebración, bajo la protección de nuestro santo patrono San Bartolomé.En la época virreinal, Huacho estaba anexo a Huaura, como puerto y centro pesquero. En 1774, el virrey José Antonio Mendoza, lo elevó a la categoría de PUEBLO, teniendo en cuenta el aumento de su población, tener plaza principal y los barrios de malambo (hoy 28 de julio), Chaquila (hoy Arequipa), y Cocharcas (hoy Mariscal Castilla).En la lucha emancipadora, Huacho colaboró a la causa libertadora y sus pobladores se hicieron presentes ante el capitán de los Andes cuando estableció su Cuartel general en Huaura, participando del histórico momento del grito Libertario desde el Balcón el 27 de noviembre de 1820, jurando permanecer fieles a la causa de la patria.El pueblo de Huacho, adquiere la categoría de distrito mediante Reglamento Provisional del 12 de febrero de 1821 y que fue expedido por el generalísimo don José de San Martín y refrendado por sus secretarios de Estado don Bernardo Monteagudo y Juan García del Río, durante su permanencia en la villa de Huaura. El primer Congreso Peruano, por Ley del 4 de noviembre de 1823, incorporó el distrito de Huacho al departamento de Lima.Por los importantes servicios prestados a la emancipación y los excelentes méritos del pueblo huachano, el Congreso nos concedió el título de Fidelísima Villa el 11 de abril de 1828, siendo el Presidente el Gran mariscal don José de la Mar.Por Decreto del 23 de enero de 1830, la provincia de Chancay fue unida a la provincia de Santa, con la denominación de Chancay-Santa, señalando como capital provincial a la Villa de Supe. Posteriormente por los decretos del 17 de marzo de 1835 y 2 de setiembre de 1836, Chancay quedó bajo la jurisdicción del departamento de Lima, y Santa bajo la de Ancash. Siendo capital de la provincia de Chancay la Villa de Huaura, que en esa época tenía mayor población y mejor desenvolvimiento que HuachoLa villa de Huacho fue elevada a la categoría de Ciudad por ley del 10 de noviembre de 1874, considerándose a su vez como capital de Provincia. Esta ley fue iniciativa de los diputados por Tumbes y Paita, José Domingo Coloma y Juan Barreto, respectivamente, siendo promulgado por el Presidente don Manuel Pardo y ministro de Gobierno Ricardo Espinoza.

3 de julio de 2016

Bestiario actual

Por Abdolón García (Colombia)
(Arte regresivo, para el hermano escritor Jorge Aliaga Cacho en el III Encuentro Internacional a realizarse en la ciudad de Huacho/Perú y que lleva su nombre merecidamente).


Fue el primer francotirador, Maquiavelo,
“principe perverso”, sofista, astuto y vil
quien empaquetaba sus discursos en papel celofán
para príncipes, papas, tiranos y gente de la banca.
“El fin justifica los medios”, advirtió a sus discípulos,
cuando el Papa, a nombre de la providencia,
iba regalando a los poderes, las llamadas “Indias”.
También ganó muchos atributos, el Obispo Berkeley,
ecléctico, calculador, y salivero con los dogmas,
él sostuvo que el universo total era idea salida de su cabeza,
queriendo reconocer, solamente, su propia existencia,
y por eso, fue coronado el primer solipsista del mundo.
Englobalizador y manipulador del invento virtual, fue Colin Powell,
USA-general, que hizo crear falsas imágenes de guerra,
para la catástrofe intervencionista contra el Irak,
pero Kissinger, acaso, fue el más astuto que todos:
El fue el primero en definir la geopolítica euroamericana,
y apoyó a gorilas y hienas con gorras de generales.
En la retrospectiva de un televisor hablan dos hienas,
muestran sus colmillos como dos cohetes de la muerte:
un sádico francés que goza con cerros de cadáveres,
y un ortodoxo barbudo que hace crecer alambradas y guetos.
Hay que formar legiones permanentes de ángeles guerreros,
la Biblia tiene buena selección y jerarquía”- dice el ortodoxo-,
no en vano la Tierra que era de los indios, ahora, es la “Tierra Prometida”,
de los seis millones y de los más ricos en este mundo.
Las voces de la amenaza tienen un arrogante tono,
regocijos como son los Pierrots paridores de la muerte.
Ellos van viendo lucecitas con las bombas echadas desde el cielo,
y hacen volar con sus cañones la tierra fuera de la tierra.

NOTA: Arte regresivo, la poesía que pulsa e impulsa el tiempo a su devenir histórico.
Regresión Dialéctica: Proceso del conocimiento humano que consiste en unir la acción temporal del tiempo en su unidad, es decir, el poeta relaciona el tiempo pasado con el presente y lo impulsa al futuro de otra manera, y esa norma, según la conceptualización de los Maestros José Pablo Quevedo y Raúl Gálvez Cuéllar.