Amadís de Gaula

Esta novela de caballerías se imprimió por primera vez en 1508 en Zaragoza. Garci Rodríguez de Montalvo es responsable de la versión que ha llegado hasta nuestros días, pero el origen de la historia es mucho más antiguo; incluso se tiene noticia de su existencia a principios del siglo XV.

La acción se desarrolla en el siglo I d. C. Amadís es hijo del amor secreto de Perión, rey de las Galias, y de Helisenda, hija del rey de la Pequeña Bretaña. Por esta razón, Amadís es abandonado en un río dentro de un arca, con tan solo una carta donde escribe su nombre y que es hijo de un rey, además de la espada y el anillo de su padre. El arca es recogida por un caballero escocés, quien cría a Amadís junto a su hijo Gandalín. Ambos viven en la corte, donde Amadís conoce a Oriana, hija del rey de Bretaña. Ambos se enamoran perdidamente y se juran fidelidad eterna.  Amadís es nombrado caballero y se embarca en diversas aventuras hasta que la casualidad lo lleva a la Pequeña Bretaña, donde sus verdaderos padres finalmente se han casado. Gracias al anillo, es reconocido. Las aventuras de Amadís continúan, enfrentándose a encantamientos y peligros de todo tipo, pero siempre supera todas las pruebas gracias al amor que siente por Oriana. Este amor se pone a prueba cuando la reina Briolanja intenta seducirlo.

Pero en el corazón de Amadís solo hay lugar para Oriana. Sin embargo, ésta lo cree enamorado de Briolanja y lo repudia, con lo que Amadís se retira, desolado, a la Peña Pobre bajo el nombre de Beltrán. Este capítulo fue parodiado por Miguel de Cervantes en su Don Quijote de la Mancha, cuando cuenta cómo éste se retira a Sierra Morena loco de amor. Pasado un tiempo, el noble caballero Amadís sigue recorriendo mundos fantásticos hasta que libera a su amada, prisionera del emperador de Occidente. Finalmente, los dos amantes se casan.

Fuente:

Historia de la Literatura Universal

Por Jordi Ferrer y Susana Cañuelo

La Literatura Védica

La complicada literatura védica se agrupa de la manera siguiente: los cuatro sambitas, es decir, el Rigveda (Veda de los Himnos), que canta el hotar o sacerdote de los sacrificios, el Samaveda (Veda de las Melodías), cantos derivados del anterior que se destinan a una espe cie de chantre; el Yajurveda (Veda de la Fórmula del Sacrificio), estrechamente relacionado con los brahmanes, y que murmura el adhvaryu o sacrificador; y el Atharvaveda (Veda de los Magos Atharvanes), colección de fórmulas y encantamientos para la vida corriente. Hay, además, varios comentarios védicos: los Brahmanas (Comentarios), explicaciones, anéc dotas, y los Upanishads (Comunicaciones Secretas), una especie de filosofia religiosa. La literatura no canónica tiene también gran interés para el conocimiento de la religión: los Sutras (Hijos), colección de frases relacionadas con los sacrificios; el Mahabharata (La Gran Batalla de Bharata), imponente epopeya de 100.000 versos dobles y numerosos episodios, que son casi poemas independientes de carácter muy diferente; el Ramayana (Vida de Rama), epopeya de 21.000 versos dobles, compuestos por el poeta Valmiki, que narra las aventuras del héroe Rama en la selva virgen; los Puranas (Viejas Narraciones), de género histórico y pseudohistórico, que trata también de cosmogonía y mitología, y las Manusmriti

(Leyes de Manú), cuerpo de leyes de época clásica, recopiladas a comienzos de nuestra era. Como muestra de esta literatura, transcribimos uno de los cantos védicos, de alto valor poético y espiritual:

Se ha alzado el admirable ejército de rayos; el ojo de Mitra, de Varuna y de Agni, el sol, alma de todo lo que se mueve o de lo que es inmóvil, ha llenado (con su gloria) el cielo, la tierra y el firmamento.

El sol sigue a la divina y brillante Ushas como un hombre sigue a una mujer (joven y elegante); en esta estación, los hombres piadosos realizaban las (ceremonias establecidas desde) siglos, adoran al sol bienhechor, con la esperanza de obtener amplia recompensa.

Los rápidos corceles del sol, nobles, bien formados y vigorosos, merecen ser celebrados por nuestros cánticos; son objeto del respeto nuestro; han subido a la cima del cielo y rápidamente han dado la vuelta del sol y de la tierra.

Tal es la divinidad, tal es la majestad del sol, que, cuando ha efectuado la mitad de su carrera, retira en sí mismo la luz que ha prodigado sobre el camino todavía no recorrido por completo; cuando desengancha los corceles que de su carro tiraban, la noche lo inunda todo de oscuridad.

El sol, a la vista de Mitra y Varuna, despliega su forma espléndida en medio de los cielos, y sus rayos extienden, por un lado, su poder infinito y brillante, y por el otro, alejándose trae las tinieblas de la noche.

Libradnos, hoy, joh dioses!, desde la salida del sol, del pecado detestable, y puedan Mitra, Varuna y Aditi favorecer nuestras plegarias..

T

 Хіроюкі Санада якось сказав: «Є люди, які 

хочуть мати вдома басейн, а ті, хто його має, майже не користуються ним. Той, хто не має партнера, сумує за ним, а той, хто має, часто не цінує його. Той, хто голодний, віддав би все за тарілку їжі, а той, хто має її в надлишку, скаржиться на смак. Той, хто не має машини, мріє про неї, а той, хто має, завжди шукає кращу. 

Головне - бути вдячним, перестати оцінювати все, що ми маємо, і зрозуміти, що десь хтось віддав би все за те, що ти вже маєш, а ти цього не цінуєш».