Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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1 de febrero de 2014

LA ROSA BLANCA DE VALLEJO

Por Eduardo González Viaña
 
Eduardo González Viaña
En casa del abogado Ciudad, se celebraba el cumpleaños de una de sus hijas adolescentes. Invitado principal y huésped de la familia, César Vallejo participaba en la fiesta elegantemente vestido y con una rosa blanca en la solapa. 
 
La puerta principal de la casona estaba cerrada para dar la impresión de que sus ocupantes habían salido de viaje.
 
Sin embargo, una partida de gendarmes llegó hasta ella con la orden de apresar al poeta.
 
Lo llevaron con las manos esposadas hasta la cárcel pública. De allí, lo condujeron hasta uno de los calabozos a los que los presos llamaban con terror "los infiernos". Un matón, entre esas sombras, lo esperaba para liquidarlo.
 
Hubo dos muertos esa noche, pero ninguno fue Vallejo. A la mañana siguiente, el poeta seguía imperturbable con su ropa de gala y la rosa blanca en la solapa.
 
Varios de sus amigos han recordado después que el autor de "Trilce" alternaba siempre un pañuelo con una rosa blanca en la solapa. 
 
Me acuerdo de eso porque Lucia Lorenzini me acaba de enviar la traducción italiana que hace de mi novela "Vallejo en los infiernos". Vamos a presentar el libro en Siena, Roma y Florencia durante el próximo abril, pero antes Amazon.com lo distribuirá en todo el mundo.
 
Hay muchas rosas blancas en la historia de la prisión del poeta. Su compañero de celda era un pastor evangelista castigado por su fe que estaba prohibida hasta antes de la Constitución de 1920. El buen hombre trabajaba de jardinero en la cárcel, y solía adornar con rosas blancas la pequeña habitación que compartían.
 
Por su parte, los aterrados campesinos del valle y los trabajadores mineros de Quiruvilca habían sido empujados a la cárcel después de haber visto incendiados sus hogares y asesinados los suyos por el ejército. Ellos no sabían de qué se les acusaba, pero igual que los otros sembraban rosas en el jardín. Los domingos, cuando la gente entraba a comprar artesanías y flores, toda la cárcel resplandecía, con sus hombres y con sus dramas, como una inmensa y adolorida rosa blanca.
 
La futura presentación de “Vallejo agli inferi” en Italia ha sido calificada de un acontecimiento cultural debido al hecho de que existe un versado conocimiento de la obra de nuestro poeta en ese país. Sin embargo, su vida es poco conocida. Mi obra es una novela biográfica en la que se trata de anudar la misteriosa poética de Vallejo con los referentes de su propia historia personal y política.
 
En "Vallejo en los infiernos", se demuestra que el poeta fue en realidad un preso político. Las autoridades de entonces, aliadas con los poderosos, intentaban escarmentar a los jóvenes rebeldes que, por entonces, habían insurgido en Trujillo. Un pretexto cualquiera sirvió para iniciar una persecución que duró toda la vida. Sólo así se explica la crueldad con que lo empujaron a un calabozo apenas llegado al penal.
 
"—Señor Vallejo, creo que usted está equivocado. En este penal, no hay una sala de ablandamiento, ni mucho menos un lugar llamado el Infierno.
 
Vallejo comenzó a pensar que soñaba.
 
—Pero entiendo lo que usted ha querido decir. Usted es un caballero educado y no debe repetir esos nombres infames... Donde usted ha estado es en la Sala de Meditación."
_¿Te acuerdas cuando te ofrecí traducir esa novela?_me preguntó en un email Lucía, a quien todos reconocen como la famosa traductora de Jorge Luis Borges.
 
Lo recuerdo. Fue en su casa de las afueras de Siena entre jardines poblados con matas de rosas blancas.
 
Eso explica también la dedicatoria de mi libro:
 
Esta novela comienza en una cárcel, y allí continúa porque Vallejo no fue jamás absuelto. 
 
El evangelio de Mateo llama bienaventurados a quienes como él sufren persecución y prisión por su amor a la justicia. Personaje y autor les dedican este libro. Y también esta rosa blanca.
 
Fuente: http://nalochiquian.blogspot.com/2014/01/la-rosa-blanca-de-vallejo-por-eduardo.html
 

30 de enero de 2014

Carta a Julio Solórzano Murga

Chaco Gil y Julio Solórzano Murga

 

 

 

 

 

 

   

 

Por Chaco Gil

Entiendo que desde tu alta ventana
escoges tu verbo en hora temprana
ya sea en tu ciudad, u otra lejana

Tu describes las cosas-objetos
en proporción a tus sentidos
y en pocas líneas tus emociones

En Sta. Eulalia sobre ese senil mueble
'La Perezosa' guardiana de voces fieles
de cuántas idílicas horas del amigo poeta

Residencias y móviles aún se parecen
como que caminaran de aquí para allá
cambiando colores, formas y medidas

Y que siempre el aprecio amical es tónico
en toda hora y espacio, aliciente único
sea en mi tierra o en tu regional distrito

En si es joya grata tu página poética
encierran recuerdos de las horas exactas
que vivimos en donde sea, en este planeta.
(Deltona Florida 12 de enero de 2008).

CHACO GIL: Poeta peruano nacido en Santiago de Chuco, cuna de nuestro Vate Universal César Vallejo, en la actualidad radica en Deltona Florida USA.

23 AÑOS DE LOS VIERNES LITERARIOS

 Felicitaciones a Juan Benavente por su gran labor en beneficio de la literatura peruana.

ESTÁ VIVA LA FIESTA DE LA POESÍA. ASÍ QUEDÓ DEMOSTRADA EN EL PROGRAMA 984 DONDE LOS POETAS SE HICIERON PRESENTE PARA LEER UNO DE SUS MEJORES POEMAS POR EL XXIII ANIVERSARIO DE LOS VIERNES LITERARIOS ¡GRACIAS! ¡MUCHAS GRACIAS!

A LOS POETAS QUE LLEGARON DE LEJOS, DELEGACIÓN ENCABEZADA POR EL POETA HUACHANO JULIO SOLÓRZANO MURGA,  FÉLIX FLÓREZ BECERRA DE AREQUIPA, ULISES REQUEJO ARMAS Y NARCISO ROBLES ATACHAGUA DE CAJATAMBO, HERNÁN ANAYA ARCE DE CHANCAY, CARLOS VILLACORTA VALLE DE MOLLOBAMBA, POR EL SENTIDO HOMENAJE A TRAVÉS DEL IMPORTANTE DOCUMENTO, EL SALUDO APOTEÓSICO QUE HIZO VIBRAR CON SU VOZ Y REFLEXIÓN DE CULTURA EN NUESTRO PAÍS A CARGO DEL ESCRITOR Y LUCHADOR SOCIAL GENARO LEDESMA, LA ACOSTUMBRADA FORMA DE DECLAMAR QUE TIENE NUESTRA QUERIDA POETA, CELIA LUZ FLORES. A LOS DECIMISTAS A TODOS LOS QUE PARTICIPARON  CON ESA ELOCUENCIA QUE REGALA LA POESÍA...GRACIAS A TODOS.
ASÍ CELEBRAMOS LOS 23 AÑOS DE LOS VIERNES LITERARIOS, ASÍ TAMBIÉN DE NUESTRO GRAN ESCRITOR JOSÉ MARÍA ARGUEDAS, DEL DECIMISTA PEDRO RIVAROLA, ASÍ COMO LOS POEMAS DEDICADOS A LIMA DE EDUARDO ARROYO, EN FIN... MEJOR MOSTREMOS ALGO MÁS DE LOS SALUDOS Y ENVÍOS QUE SUELEN LLEGAR EN LOS ANIVERSARIOS:

23 AÑOS DE VIERNES LITERARIOS LO CELEBRAMOS EN EL SAVARÍN ARTE DEL JR. CAMANÁ 878 LIMA - PERÚ.- FUE EL PROGRAMA NRO. 984:

29 de enero de 2014

Lenin en La Plaza Roja

Jorge Aliaga Cacho, frente al Mausoleo de Lenin, en La Plaza Roja de Moscú

Por Jorge Aliaga Cacho

¿Por qué se sigue honrando la memoria de Lenin en La Plaza Roja?

Esa es la pregunta que muchos se hacen en la Rusia capitalista, hija de una burocracia corrupta. 
La esposa de Lenin, Nadiezhda Krúpskaya, parece que se habia opuesto a la momificación del cuerpo del líder de la revolucion rusa.  Ella, se dice, aseguró que Lenin siempre había expresado el deseo de ser enterrado junto a su madre en el cementerio Vólkovo de San Petersburgo.  Sin embargo la direccón del partido decidió colocarlo en una urna de cristal al costado de una de las murallas del Kremlin.

Lenin falleció a la edad de 54 años el 21 de enero de 1924. Se deduce que se habría llegado a un compromiso para que los restos del insigne lider, de la Revolución de Octubre, puedan exhibirse a los dolientes por un corto tiempo: «Será expuesto durante tres días al público», decía la nota de ABC del 23 de enero de 1924, pero la popularidad de las visitas al mausoleo hizo que esta costumbre se hiciera regla.  En nuestros dias los apologistas del capitalismo piden sea removido de La Plaza Roja, según ellos, para darle 'cristiana sepultura'.

Hasta el año 1930 el mausoleo fue de madera, luego fue construido uno de mármol rojo y granito. Se adaptó una tribuna en la parte superior del mismo para que, desde allí,  la dirigencia del Kremlin y altas personalidades pudieran presidir los desfiles realizados en La Plaza Roja.
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Desde el colapso de la URSS empezó el debate sobre la necesidad de dar cristiana sepultura a Lenin. Han opinado la Iglesia Ortodoxa rusa, algunos intelectuales y numerosos políticos, incluyendo a Mijaíl Gorbachov. La mayoria están a favor de enterrar los restos de Vladimir Ilyich Lenin,  nacido un 22 de abril de 1870,  en Simbirsk, Rusia.  

Borís Yeltsin, eliminó la guardia de honor en el mausoleo en 1993 y, en 1997, prometió un referéndum para que la población decidiera en relación al futuro de sus restos.  Sin embargo el referéndum nunca llegó a celebrarse.  Putin por su parte se pronunció en contra de enterrar los restos de Lenin pero luego tomó una posición ambigua diciendo que no habia que apresurarse en este tema.  Ofreció, sin embargo, otro referendum que no se cumple hasta la fecha.  El 2012 Putin respondió a las criticas de los oponentes al mausoleo quienes argumentaban que Lenin debiera, tener cristiana sepultura y, ser enterrado.  Al respecto Putin manifestó: 'si dicen que el mausoleo -de Lenin- no corresponde a las tradiciones cristianas ¿Por qué no  miran las reliquias en el Kievo-Pechérskaya Lavra y en otros monasterios?' Putin se estaba refiriendo a algunos santos, cuyos restos, están conservados de la misma manera en Ucrania.

Por su parte el ministro de Cultura, Vladimir Medinski, discrepa con Putin aduciendo que un 60% de la población está a favor de la idea de acabar con el mausoleo.  De acuerdo con las últimas encuestas el Partido Comunista recibe el apoyo del 28%  de los encuestados para su propuesta de que Lenin continue en el mausoleo erigido en La Plaza Roja.
Lenin fue embalsamado por Borís Zvarski y Vladímir Vorobiov. Ambos científicos crearon un equipo que se encargó de momificar también a los restos de Stalin, colocados en un inicio al lado de Lenin pero que después fue enterrado en un lugar adyacente.  Estos científicos también embalsamaron los restos de Ho chi Minh, líder vietnamita y del  Presidente angoleño Agustino Neto, entre otros dirigentes internacionalistas.

Al margen de responder a  la pregunta de si enterrar a Lenin es correcto o no, quisiera, en vista de los sucesos históricos que señalan al PCUS como el primer responsable por el colapso de la URSS, a diferencia de Cuba que sí sabe defender su revolución y su Estado socialista.  Al margen de ello, repito, quisiera recordar las palabras que se le atribuyen a la sultana Aixa, madre de Boabdil, cuando su hijo pierde y capitula en Granada (1492): «Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre».

Sin embargo así no lo acepten los detractores de Lenin, ellos tienen que aceptar que Lenin para Rusia es lo que George Washington es para los Estados Unidos, el padre fundador de la patria. En efecto algunas leyes firmadas por Lenin siguen siendo válidas en Rusia.

26 de enero de 2014

El Tablao.




Por Jorge Aliaga Cacho 

Caminando por las calles de Madrid encontró un lugar, una verdadera joya, reliquia de recuerdo y tradición flamencas. Era de noche cuando llegó hasta el tablao Villa-Rosa que, desde la puerta, parecía ser un lugar propicio para disfrutar de una copa, o dos, descansar el día y relajarse. En el umbral de la puerta lo recibieron dos sonrientes anfitrionas que dándole la bienvenida, hechiceras, lo escoltaron hasta una mesa, al borde de las tablas. Allí saciaría su apetito consumiendo, además de paella, calamares, pescaitos, pulpo, mejillones, camarones, choquitos, puntillitas y gambas; todo acompañado de un buen vino de la casa. Asimismo presenciaría un espectáculo de contrapunto gitano que le provocaría un deleite absoluto. Ese gozo le haría reflejar patrones de placer en el rostro, exclamaciones de júbilo, olés y estremecimientos del alma. Se encontraba, mágicamente atrapao, allí, en el tablao. Ese lugar, le comentaban, había abierto sus puertas el año 1911 y, le dijeron, que pronto se convertiría en lugar favorito de distinguidas personalidades del arte y la cultura, como público en general. Él, bebía una copa de vino, le decían: ‘en el mismísimo lugar que lo harían antaño: Ernest Hemingway, Ava Gardner, Lola Flores, Miguel De Molina y Dominguín’. Un alegre interlocutor, ávidamente, le ofrecía sus historias al tiempo que la música y los danzantes enseñoreaban ese recinto madrileño. Iba por su segunda copa de vino, cuando un parroquiano, balbuceando, causando revuelo en su imaginación, le dijo: 'A éste tablao ha sabido llegar el propio Alfonso XIII'. Fue entonces cuando el personaje de nuestra historia se dijo lleno de júbilo, estremecido por el ritmo flamenco, que ese rey se merecía el título, obtenido, de Sabio Rey. Lo que vendría a continuación, y no me refiero al líquido elemento sino al espectáculo que nuestro personaje contemplaría, lleno de gozo, sería revelador: flamenco de los dioses, imágenes de embrujo. La música, los sentidos, el ambiente y el esplendor lo consignarían a un espejismo que no estaría dispuesto a renunciar. Al término del espectáculo miró su reloj, bebió su última copa de vino y salió de ese lugar repleto de imágenes flamencas que tomaban vida en su imaginación. Caminaba, por la Plaza de Santa Ana, tarareando las canciones que había escuchado, soñando el color de lo vivido. Dirigía sus pasos bajo el manto de la noche, sabe dios a qué lugar de su destino, y no se le vio por las calles de Madrid pasado algún tiempo. Después de unos meses, cuando llegó el frío de enero, Humberto decidió volver a ese tablao que había descubierto aquella noche y que había abandonado como dejando la vida. No recordaba el lugar con exactitud. Buscó sin suerte alguna. Reconoció varias calles pero había olvidado el nombre de la calleja donde se encontraba ese emporio sensorial. Recordaba con ansias los ojos de aquellas jóvenes moras de absoluta belleza que le dieran la bienvenida en el tablao. Sonido de castañuelas, paraditas, ojitos, boquitas, labios, flores silvestres, esbozando sonrisas que le encresparían el alma.
Humberto, cruzaba y recruzaba la Plaza de Santa Ana. Observaba en todo alrededor pero no encontraba el tablao. En su ansiedad reconoció más calles; pasó por un bar al cual estuvo a punto de ingresar en busca de alivio. Bebería una caña y estaba seguro que recordaría ese sitio de ensueño. Desistió. Pasó de largo la puerta del bar. Siguió camino hasta La Puerta del Sol. Buscaba. Su memoria flaqueaba. Podría estar cerca. Se animaba. Imaginaba a las bellas anfitrionas, brillo, quiebres, deleites al compás de la música gitana. Tacón, taconeos, palmoteó, vestidos, pliegues y talles. Se atrevió a vocear un jubiloso ‘olé’ y siguió pensando, buscando. Estaba ahora en el Mercado San Miguel. Confusión. Le llegaban vagos recuerdos, casi nada. Encontró un pub en la entrada de La Plaza Mayor. Allí descansó y bebió mustiamente. ‘No podía ser’, pensaba. No podía creerlo. Sudaba y temblaba. ¿Habría estado soñando?, se preguntaba. Desvariaba. Estaba por la quinta pinta de Guinness, ensimismado, conversando consigo mismo. Al levantar la cabeza escuchó a un parroquiano decirle: ‘No puede ser, caballero, hace muchos años que el Villa-Rosa, fue incendiao. Quedaba en la esquina de Alvarez Gato. Sucedió una noche cuando dos bellas gitanas lo convirtieron en cenizas. Humberto palideció. Le vino como mareos. Enmudeció pero luego respiró y recobró el aliento. 
-Póngame otra Guinness –dijo.
-También una copa de wiskey –agregó
Al día siguiente, temprano en la mañana, descubrió por la ventana que el sol brillaba. Tomó una ducha. Se secó cavilando. Vistió una camisa, pantalón y botines negros. Brincó a la calle y, casi corriendo, se dirigió a la esquina de la calle Alvarez Gato, donde, para su sorpresa, encontró paseando sonrientes, alegres, a las dos gitanas que le habían dado la bienvenida aquella noche de su recuerdo y que, le habían dicho, serían las incendiarias de la finca donde otrora quedaba el tablao.