En la foto aparecen: Jorge Aliaga, Cèsar Vallejo, sobrino y homònimo del inmortal poeta peruano y Samuel Cavero en una reuniòn del Gremio de Escritores del Perù
Samuel Cavero Galimidi
Por Prof. Rómulo Cavero Carrasco
La universidad de Ciencias y Humanidades (UCH) organizó este año un concurso en el que resultó ganador nuestro escritor ayacuchano. Los miembros del Jurado fueron Miguel Gutiérrez, Ricardo González Vigil y Sócrates Zuzunaga Huaita. Estuvo como coordinador general: Cronwell Jara
Él no cree en las musas, sino en el terco ejercicio que los mejores libros se hacen corrigiendo permanentemente.
Samuel, felicitaciones, ¿qué significa para ti este premio literario obtenido por tu esfuerzo como novelista?
Me llega casi cuando voy a cumplir cincuenta años. Lo recibo con mucha humildad y agradecido en nombre de todos los trabajadores de la palabra. Escribo desde los 16 años. Esto es: más de treinta años escribiendo. Creo que las cosas no se dan por puras casualidades, sino porque imagino encontraron muchos méritos en mi novela que se titula LA AGONIA DEL DANZAK.
¿De qué trata LA AGONIA DEL DANZAK?
Es un homenaje al gran José María Arguedas en su centenario que todavía estamos celebrando. Si bien no habla de Arguedas, como personaje en la novela, relata sí con mucha pasión la vida y pasión de los danzantes de tijeras, algo que está muy presente en la cosmovisión andina, así en nuestra cultura y prácticas culturales en gran parte del país. Además soy un gran admirador y seguidor de este arte de tijeras, violines y arpas mágicas. Arguedas lo supo expresar muy bien en un cuento suyo La Agonia de Rasu Ñiti.
¿Qué estás escribiendo ahora?
Debo confesar que escribo en paralelo varios libros, como siempre lo he hecho y me interesan muchos temas. Prefiero no adelantar con claridad qué realmente estoy escribiendo, para no develarlo para futuros concursos. Pero sí, vuelvo a mis raíces andinas, a lo que me preocupa la vida de los ayacuchanos, su pasado violentista y su gran posibilidad de ofrecernos a todos los escritores un vasto caudal de motivos y fuentes de inspiración para nuestras novelas. Creo que Ayacucho y Lima son las dos ciudades más ricas y vigorosas que pueden permitir al escritor crear y recrear en virtud a ellas y a sus sociedades.
¿Siempre has estado escribiendo?
En realidad siempre ha sido así, pero de manera anónima, sin esperar nada a cambio. Y por ello quizá mi vida se ha hecho cada vez más vertiginosa e interesante pero también más complicada, como son en esencia las novelas.