Por Ariel G. Batista, desde Cuba.
Oriundo de la ciudad de Lima, Perú. En diversas oportunidades ha dejado atrás las fronteras de su país en función de su profesión, como educador, sociólogo e hispanista. Incluso representando su patria en importantes eventos internacionales, como lo fue el X Festival de la Juventud y los Estudiantes, en Berlín. Indudablemente su accionar en favor de la sociedad es diverso, sustancioso y fructífero.
Cual estudioso y seguidor de la doctrina de nuestro apóstol José Julián Martí Pérez, observo en la actividad intelectual desarrollada por Jorge Aliaga, cierta similitud al arduo trabajo que realizó el apóstol por la independencia y libertad, no solo de Cuba, sino de Las Américas, aunque no sea en su estricto sentido, pero si en su sostenibilidad y mantenimiento. Ello puede apreciarse en el desarrollo ensayístico sobre Latinoamérica, Terrorismo en Perú, y su relato sobre la Guerra entre el gobierno de Perú y la Organización Sendero Luminoso.
Hoy vivimos una época, podemos decir tortuosa; tiempos muy difíciles en los distintos aspectos de la vida: tanto en lo social, como en lo económico y lo político; dentro del ámbito social hay algo de suma gravedad, estimo: las personas no conocen muchas, no quieren conocer, o se han apartado del más grande proveedor de la vida: nuestro Dios. Estamos viendo como la humanidad parecida al tiempo de Noé, se aparta del camino de luz. Desechan las enseñanzas del Maestro Jesucristo – Dios con nosotros -. La gente enferma y muere a causa de la Pandemia de La Covid 19 sin sosiego alguno. Considero es de enorme importancia las palabras de Dios en Segunda de Crónicas 7.14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se arrepintieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados sanaré su tierra”.
Hoy hablamos de Jorge Aliaga Cacho, no de un dios, de un hombre, de un ser humano, un respetable y honorable ciudadano, profesional de la educación que se traspola al mundo para bien de la humanidad, como otros tantos homenajeados en las distintas esferas del saber, por la asociación Internacional de Poetas del Mundo, en Isla Negra; hombres de ciencia, de las artes, de la cultura, patriotas, etc., entre ellos médicos, batallando por salvar vidas arrebatándosela en primera línea, en zona roja de La Covid, incluso muchos han fallecido por dicha causa, y que Aliaga también representa en su formación.
No podemos olvidar a los “médicos del alma” que con una arraigada fe en Jesucristo, trabajan y oran sin cesar por el bienestar del prójimo, por un mundo que se desploma y no se quiere aceptar.
El trabajo de Aliaga, es encomiable y meritorio, máxime aun, como sociólogo al lado de esa humanidad que tan necesitada está de ser atendida y comprendida, con el amor cual nuevo mandamiento dejara Jesús en su andar por la tierra, y el apóstol Pedro dijera: ¿A quién iremos Señor, si no a ti?
Mi más sincero reconocimiento a este gran hombre del presente y el futuro, Jorge Aliaga Cacho, por su encomiable labor y entereza, en el desarrollo de su esfuerzo por un mundo mejor.