Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
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http://www.jorgealiagacacho.com/

24 de junio de 2011

Emilio Aliaga Reyna uno de los últimos de a Caballo

El primero desde la izquierda, con bigote,
don Emilio Aliaga Reyna, mi abuelo, con su hijo, mi tío Humberto.
Jorge Aliaga Merino, el hijo.
Jorge Aliaga Cacho, el nieto.

La Tumba de mi abuelo, don Emilio Aliaga Reyna, en Sucre, (El Huauco), Cajamarca, Perú.

Por Jorge Aliaga Cacho


Con motivo de un viaje a Cajamarca, ciudad andina en el norte del Perú, donde presenté mi libro de cuentos, "Mufida, La angolesa"; se me presentó la oportunidad de visitar los pueblos de mis ancestros. Celendín, donde naciera mi abuela Angélica Merino Heredia, y Sucre, antiguamente llamado El Huauco, donde naciera mi abuelo: don Emilio Aliaga Reyna.
Mucho se ha especulado de don Emilio.  Yo lo recuerdo cuando él venía a visitarnos a ese edificio, del Jirón Montevideo, en los Barrios Altos de Lima.  Hasta allí sus pasos cansinos llevaban su figura arropada en un terno gastado de color azul marino.  Tenía un aspecto árabe y siempre llegaba a la casa con una bolsa, bajo el brazo, llena de frutas.  No recuerdo más.  Solo lo recuerdo subiendo esas escaleras del edificio en busca de su hijo, nuera y nietos.  Pero no recuerdo nada más... Mejor recuerdo las historias de mi prima Mirtha que, seguramente, le fueron contadas a su vez por mi abuela paterna, doña Angélica.  La mayor parte de lo contado, en las tertulias familiares, proclamaban al viejo Emilio como a un 'mujeriego empedernido que había hecho sufrir a mi abuela y a cuantas mujeres se hayan cruzado en su camino'.  Mi padre, en cambio, ponía a mi abuelo sobre un pedestal de leyenda, prototipo de los personajes de a caballo, como los  que aparecían en el cine de oro mexicano. Hombre de buen porte era mi abuelo, botas de cuero, revolver al cincho, espuelas de plata.  Cabalgaba él, de Sucre a Celendín, para visitar a sus amadas y hacía sus entradas tanto en son de paz como en son de guerra, en las trifulcas,  intercambiando disparos con sus adversarios políticos o contrincantes en el amor. Esa imagen también guardaba yo acerca del abuelo, hasta que, un día me informaron que el escritor Nazario Chávez Aliaga había escrito un libro que recogía reseñas históricas de los personajes que nacieron en El Huauco.  Cual sería mi alegría al enterarme que en la lista de reseñas se encontraba una dedicada al abuelo Emilio.  Pero Mirtha, mi prima mayor, me dijo: 'esa reseña del abuelo no era nada de lo cual debíamos sentirnos orgullosos' y mostró su desacuerdo. El escritor, autor de la nota, distinguido ciudadano del Huauco, era nuestro pariente, don Nazario Chávez Aliaga.  Pasaron varios años y no pude encontrar ese libro.   En un viaje anterior a Celendín, había visitado su biblioteca. La hallé en su Plaza de Armas, indagué sobre el autor pero no tenían el del título que buscaba con tanto interés. Quise hacer lo propio en la biblioteca de Sucre, (El Huauco), pero se encontraba cerrada por refacción de su plaza.
Ahora me encontraba visitando nuevamente Cajamarca y estaba decidido a encontrar ese libro que le dedicaba unas páginas controvertidas a mi abuelo.  Fue en el marco del homenaje al sacerdote y escritor, inglés, Miguel Garnett Johnson, que tuve la oportunidad de conocer a Gutenberg Aliaga, escritor, natural del Huauco, a quien lo reconocí como primo por tres razones fundamentales: primero, obviamente, por el apellido, segundo, por el pueblo de su nacimiento, y tercero, por haber establecido que compartíamos un tío, don René Zegarra, que todavía vivía en El Huauco.  Al preguntarle a Gutenberg acerca del libro que 'hablaba' sobre mi abuelo, él me confirmó de su existencia  y prometió que me entregaría las fotocopias de las páginas referentes a la reseña escrita sobre el padre de mi padre.  Efectivamente, así fue. La última mañana de mi estadía en Cajamarca, y antes que me preparará a salir para los Baños del Inca, se presentaría Gutenberg en mi hotel con la reseña referente a mi abuelo.  No perdí tiempo y la leí en el camino a los Baños del Inca. La volví a leer disfrutando la tibieza de las aguas termales. Quedé confuso. La historia insultaba y presentaba los modales del abuelo de una manera poco oficiosa. 
don Nazario Chávez, había sido, escritor, político, Secretario Personal del Presidente Manuel Prado, colaborador de José Carlos Mariátegui, y quien era, en la escala familiar, también mi tío abuelo. Él era el hombre que fustigaba de una manera irreverente a don Emilio, mi abuelo. Sin embargo, don Nazario, no pudo dejar de emplear también, y esto salva su exceso, una más corroborable descripción para referirse a don Emilio Aliaga Reyna, ese hombre alto de tez curtida que me cargaba en sus brazos, cuando yo era niño, para que viera pasar el tren cuando vivíamos en aquella casa, de la calle Manco Capac, en el Callao. Desde sus ventanas veíamos pasar 'rugiendo' las maquinas que traían nuestro mineral desde las entrañas de la tierra en el centro del país. 
En los últimos años sostuve una rica conversación con mi tía, Tabita Escalante, esposa de mi tio, Humberto Aliaga, que aparece en la foto de esta nota. De esa conversación se pudo desprender que fueron otras las motivaciones de don Nazario para describir de mala forma a don Emilio. El mismo Nazario no puede dejar de referirse al abuelo Emilio llamándole: 'personaje Quijotesco, célebre protagonista, el formidable, el famosísimo Dn. Emilio, memorable y nunca olvidado personaje anecdótico', etc. Parafraseando a la tía Julia de Vargas Llosa podríamos decir: 'Lo que don Nazarito no escribió' fue que: don Emilio, cuando joven, teniendo menor edad que él, le habría robado el corazón a la dama que a don Nazario le invadía los sueños. La bella dama en referencia le correspondería a mi abuelo y aunque él no la llevaría al altar, tampoco lo haría don Nazario. Al final la bella mujer cajamarquina resultaría casándose con el hermano menor de don Nazario, mi celebre pariente, mi tío abuelo huauqueño.
En una próxima entrada publicaré en este blog la reseña escrita por Nazario Chávez Aliaga en homenaje al Patriarca don Emilio Aliaga Reyna, mi abuelo.

Poncho Blanco 
(Versos de Nimia Morales)

Caballero poncho blanco
que en las cumbres apareces,
jaca oscura, rienda de oro
y espuela de plata o nieve.
Galopas sobre los llanos,
por las quebradas te pierdes;
ven que ternuras de lirio
reclama el sol en mi frente.

22 de junio de 2011

XI Encuentro Internacional de Poetas y Escritores en Cajamarca: MIGUEL GARNETT JOHNSON

 
Por Jorge Aliaga

Este evento organizado por el Gobierno Regional de Cajamarca, la Municipalidad Provincial de San Pablo, la Municipalidad Distrital de Jesús y Cuervo Blanco Editores se desarrolló con éxito durante los días 16 y 17 de junio del presente.
El 16 de junio Jorge Aliaga arribó a Cajamarca y  sostuvo un diálogo con los escritores: Miguel Garnett Johnson (Inglaterra), Manuel Rodríguez, Santiago Aguilar, Herminia Allemani (Puerto Rico), Edgardo Nieves Mieles (Puerto Rico), Wilson Izquierdo Gonzáles, entre otros escritores y artístas. La velada fue para celebrar el onomástico de la gran poeta de Puerto Rico, Herminia Allemani.  Esa noche se compartió literatura, música e ideas con el propósito de encontrar un nuevo camino para desarrollar actrividades culturales en nuestra patria.  El ilustre escritor Santiago Aguilar fue claro al expresar que en el Perú acababa de concluir una contienda electoral donde ha ganado la inteligencia y que debería crearse un Proyecto de Ley que asegure la participación de esa inteligencia en el proceso político a iniciarse con la victoria de Ollanta Humala. Sería tonto, señaló el poeta, que el gobierno a instalarse no hiciera uso de esa inteligencia para gobernar al país. Durante ese día y los días siguientes los escritores celebraron la victoria electoral, presentaron obras y leyeron poemas. En el primer día, en la Universidad Nacional de Cajamarca, se hizo la presentación de la Antología del Encuentro a cargo de la poeta Socorro Barrantes Zurita.  Luego se presentaron las obras de Agustín Machuca "Trece días" y de Jorge Aliaga "Mufida, La Angolesa".   El último día del evento se realizó un viaje a San Pablo donde los escritores tuvieron la oportunidad de visitar Condor Wasi, una espectacular ruina pre inca y visitar el pintoresco pueblo en cuya Escuela Técnica se presentaron los libros de Jack Flores "El gallito que vendía periódicos y otros cuentos" y el libro "Detrás del espejo roto" del escritor bambamarquino, César Mejía.  El éxito de este evento, todos al unísono señalaron, se debió a la gran labor logística desplegada por Manuel Rodríguez con el apoyo de Carlos Cabrera y la Sub Gerencia de Cultura y Deportes del Gobierno Regional de Cajamarca.
Cajamarca ha brindado a los escritores de este encuentro internacional la acogida que se merecen por parte de esta noble ciudad. En el evento me hicieron llegar sus libros: Gutenberg Aliaga Zegarra, Wilson Izquierdo Gonzáles, Carlos Cabrera Miranda, Edgardo Nieves Mieles,  Nimia Morales, Miguel Garnett, Aguatín Machuca Urbina. entre otros.  Gracias por la satisfacción de poder leer vuestras obras queridos hermanos escritores y artistas.
En la clausura del evento se hicieron presentes el magnifico dúo musical "Megan y Sixt"o, grandes cultores de la música comprometida. Los participantes al evento también estuvieron de acuerdo en precisar el justo  homenaje que se rendía al Padre Miguel Garnett, natural de Londres y nacionalizado peruano.  El padre Miguel, de buen sentido del humor, es además de escritor, pintor, actor de teatro y cinturón negro en Karate.  En nuestra amigable charla subiendo al Condor Wasi el padre Miguel también demostró tener dotes de Andinista al haber llegado primero a la cumbre de ese elevado.  Jack Flores y Jorge Aliaga llevaron hasta la cima la bandera escocesa, de St Andrews, lo que le causó gracia al padre quien parece haber olvidado ya del todo la bandera inglesa de St George.  Con mucho gusto recibí su libro" Rondo" que me apresto a leer con entusiasmo después de haber conocido a este hombre británico que ha echado raíces desde hace más de cuarenta años en Cajamarca, lugar donde es muy querido y respetado  por su pueblo.  Salud padre Miguel.  Quien dijo gustarle la vida larga y el trago corto................ Pues, le deseo las dos cosas, Padre.