César Vallejo |
Por Jorge Aliaga Cacho
Muchas gracias a todos los amigos que en gran número han visitado el blog para escuchar el vals peruano que Edith Piaf llevara a París. A los amigos que leen inglés les informo que pueden encontrar una biografía de Edith Piaf, escrita por su hermana Simone Berteaut, en el idioma de Shakespeare. Una de las canciones de Piaf que más me agrada es Padam Padam, (1951). Esta mañana he intentado, sin mucho éxito, traducir para ustedes, la hermosa letra de esta canción que espero les guste tanto como a mi. Toda traducción puede mejorarse, la que les presento es un primer intento y creo que debe ser revisada y corregida. Pido a mis amigos que dominan el idioma francés, me ayuden a mejorar la presente. Si alguien desea hacer la corrección con gusto la publicaría en este espacio.
Un trabajo de traducción es gratificante. Y más gratificante compartir lo que se descubre en el mundo de otros lenguajes. La historia de la humanidad, puede decirse, es también, la historia del intercambio linguistico entre los pueblos. Los árabes alimentaron con su idioma al idioma español. Los alemanes a los ingleses, los ingleses a los franceses, y viceversa; los quechuas y aymaras a los españoles, etc. A esto se le llama préstamo cultural, 'cultural borrowing'. Hago este comentario porque, una vez, un escritor peruano de renombre, respondiendo a una pregunta que le formulara, con respecto a las traducciones, manifestó su disconformidad con el trabajo de traducción literaria, aduciendo que al hacerlo, se perdía la pureza de la obra y que quienes hacían traducciones de nuestras obras se convertían en traidores. Inmediatamente pensé que sino hubiese sido por el trabajo de los traductores no hubiésemos podido leer la Biblia, ni a Shakespeare, ni a Marx. Tampoco extranjeros hubiesen podido disfrutar con la lectura de las obras de Neruda, Vallejo, Vargas Llosa, Scorza, Watanabe, entre otros escritores que dan la batalla conceptual, como yo la llamo, en otras lenguas del mundo. La verdad es que un siglo no sería suficiente para aprender los cientos de lenguajes que se hablan en el mundo. Por ello, en mi opinión, negarse a la traducción de obras es, a mi entender, negarse a procurarse el saber.
El autor de esta nota estudió Metodología de Traducción en la Universidad de St Andrews, Escocia, y tradujo al inglés el ensayo de José Carlos Mariátegui, "El destino de Norte América". Printed Press, Edinburgh, 1995. El idioma francés no es mi especialidad pero espero que me ayuden en esta traducción, gracias.
Para escuchar la canción hagan un click en el recuadro siguiente:
Para escuchar la canción hagan un click en el recuadro siguiente:
Padam...Padam... Este viento que me obsesiona día y noche. Este viento no nació hoy. Viene de tan lejos como vengo yo arrastrado por cientos de miles de músicos. Un día este viento me volverá loca. Cien veces he querido decir por qué pero me ha cortado la palabra siempre habla antes que yo y su voz cubre mi voz. Padam… padam… padam… Llega corriendo tras de mí. Padam… Padam… Padam… Me engaña para que me acuerde de ti. Padam… Padam… Padam… Es un viento que me señala con el dedo y me arrastra hacía tí como algo cómico. Este viento que de memoria sabe todo Dice «Acuérdate de tus amores. Acuérdate porque es tu turno. No hay razón para que no llores con tus recuerdos entre tus brazos» Yo repaso los que se quedan. Mis veinte años hacen tocar el tambor. Veo los gestos golpearse. Toda la comedia de amores con el viento que siempre va… Padam… Padam… Padam… Los ‘te amo’ de catorce de julio. Padam… Padam… Padam… Los que‘siempre’ se compran barato. Padam… Padam… Padam… Los ‘¿Quieres tú?’ aquí están por paquetes. Al final de todo, para encontrar al viento, en la esquina de la calle, que vuelve a empujarme. |