Por Jorge Aliaga Cacho
En el pueblo de Santiago de Lloc tuve la oportunidad de conocer a Carlos Rengifo. Ojos sonrientes, algo tímido, característica de quienes en algún momento, rápido, te sorprenderán, Se sentó a mi mesa compartida con otros poetas. Sonreía para dar aprobación a alguna opinión que se escuchaba en en el interior de ese bar, en la esquina de la Plaza Mayor, de San Pedro de Lloc. Fue en el marco del “IX Encuentro de Escritores Manuel Jesús Baquerizo". Ya le había preguntado a Samuel Cavero acerca de este escritor que yo no conocía. Cavero me había asegurado de las bondades de su pluma. Más ávido quise escucharlo pero el escritor no hablaba: sonreía. Seguimos conversando con jóvenes poetas acerca de la literatura regional con énfasis en la presencia de la literatura regional en Lima. Por allí salió en broma la idea de la formación de un nuevo círculo literario limeño. Samuel Cavero, ayacuchano, se puso nervioso. Guillermo Chávez, huachano, con entusiasmo, aprobó la broma llevándola a los linderos de la ‘legalidad’. El escritor Mario Aragón manifestó apoyo en representación del Callao. Pero Chávez ya había decidido anunciarse, incluyendo al Callao, como satélite, de este ‘nuevo círculo literatio limeño’. Esta ocurrencia produjo una explosión de hilaridad. Todos rieron, desde luego, también, Carlos Rengifo.
La presencia de Nora Alarcón hizo girar la conversación hacía la vida de Luis Nieto. Nora contó las resemblanzas que tenia del poeta. Helmut Jeri, observaba como abogado de algún caso digno de su defensa y Antonio Sarmiento retenía en la mente, al juzgar por sus ojos pesados, toda la crítica erudita que podía contener en su cabeza. Las cervezas se sucedieron y minuto a minuto los poetas experimentamos una reunión de hermanos donde los regionalismos quedaron aparte, pues, la lucha cultural se daba en todos los frentes: al centro, dentro y fuera del país. Con lo útimo me refiero a la llamada literatura del exilio que nos ha dado obras famosas: “Cien años de soledad”, en Mexico, “Otoño del patriarca”, en Barcelona, “El Manifiesto Comunista” en Londres; y hasta en “La Biblia” encontramos personajes del exilio como Adan y Eva. ¿A qué región de sus naciones pertenecen los autores de estas obras? Sinceramente, creo que Vallejo, Arguedas, Neruda, Vargas Llosa, entre muchos otros, ya pasaron el limite del regionalismo literario, que los condenaría a un enanismo, para inscribirse con calidad en la literatura universal.
El ultimo día en San Pedro de Lloc encontré en la Plaza Mayor del pueblo, a Carlos Rengifo . Me extendio su libro, “Criaturas de la sombra”, con una pequeña dedicatoria y una dirección de correo electrónico.
Llegando a Lima tomé el volumen para leer el primer cuento, “Un hombre común”, en realidad, un violador sexual: “Ya nadie puede desterrarme de aquel sitio privilegiado, Como el hierro candente que se usa para marcar la piel del ganado, así marco en lo más intimo el tesoro oculto de mis escogidas. Pero mi marca es invisible, no sale a relucir, gracias a la navaja que coloco en sus gargantas, al terror que anido en sus mentes. Un arma infalible, como grandioso báculo que enmudece a las niñas, en quienes la inocencia no resulta una virtud sino una fatal debilidad”. Un tema difícil de tratar pero bien trabajado por este autor que nos hace vivir los momentos de su historia con gran verosimilitud. Luego vino la historia de ese hombre, seguramente provinciano, que ‘convulsionado por la tos y los escalofríos’ había venido a exhibir su estado de salud frente a una de las mejores tiendas de la ciudad: ‘Mientras tanto, la señoras ricachonas que salían de la tienda sufrían ligeras nauseas al ver semejante espectáculo’. Luego vendría la historia de la empleada domestica, Juanita, otro personaje provinciano, que decidiera echar a su recién nacido hijo, por el inodoro, antes que la patrona descubriera su alumbramiento. Al terminar esta historia, leyendo la contratapa del volumen, me entero que Carlos Rengifo había nacido en Lima. Me convencí, entonces, de sus grandes dotes para representar el sufrimiento de personajes regionales como muy pocos escritores de las regiones lo han logrado en el presente. La innovación que nos presenta Carlos Rengifo con su cuento, “Obrar con el ejemplo”, tiene una destacada singularidad. Es la historia de aquellas personas que suben a los microbuses para ‘limosnear’ o vender sus mercancías: A uno de estos personajes se refiere Rengifo en este cuento. El vendedor luego de contar su historia llorando, sorprendió a los pasajeros mostrando una hoja de afeitar con la cual empezaría a cortarse las venas. La sangre salpicaría a los pasajeros. Las mujeres se horrorizaban, los niños se abrazaban a sus madres. El vendedor seguía dándose tajos hasta que ensangrentado cayo sobre el piso del vehiculo producto de un corte en la yugular. Y el chofer, amargo, exclamó:
-¡Putamadre! ¡Ya me jodió el día!
Todos los temas de “Criaturas de la sombra” reflejan y trabajan gran sensibilidad social. Su denuncia es clara. Como clara es también su denuncia al terrorismo en su cuento “Detrás de las ventanas”, dedicado a Claudia Bolliger.
‘Con la pistola a la altura de la sien sujeta por una mano temblorosa, el Poeta estuvo a punto de firmar su mejor poesía. La cabeza le daba vueltas, un sudor frío humedecía su rostro. No había tiempo para pensar; sin embargo una frase le rondaba la mente: “Se olvida tan rápido a los muertos’.
“Criaturas de la sombra” es un magnifico libro que contiene doce cuentos de la realidad peruana. Su autor, Carlos Rengifo, es un digno representante de las literatura universal cuya obra debiera ser leída por todos los peruanos, de todas las regiones y de todas sus naciones, para conocer el verdadero Perú de todas las sangres.
Jorge Aliaga Cacho
En el pueblo de Santiago de Lloc tuve la oportunidad de conocer a Carlos Rengifo. Ojos sonrientes, algo tímido, característica de quienes en algún momento, rápido, te sorprenderán, Se sentó a mi mesa compartida con otros poetas. Sonreía para dar aprobación a alguna opinión que se escuchaba en en el interior de ese bar, en la esquina de la Plaza Mayor, de San Pedro de Lloc. Fue en el marco del “IX Encuentro de Escritores Manuel Jesús Baquerizo". Ya le había preguntado a Samuel Cavero acerca de este escritor que yo no conocía. Cavero me había asegurado de las bondades de su pluma. Más ávido quise escucharlo pero el escritor no hablaba: sonreía. Seguimos conversando con jóvenes poetas acerca de la literatura regional con énfasis en la presencia de la literatura regional en Lima. Por allí salió en broma la idea de la formación de un nuevo círculo literario limeño. Samuel Cavero, ayacuchano, se puso nervioso. Guillermo Chávez, huachano, con entusiasmo, aprobó la broma llevándola a los linderos de la ‘legalidad’. El escritor Mario Aragón manifestó apoyo en representación del Callao. Pero Chávez ya había decidido anunciarse, incluyendo al Callao, como satélite, de este ‘nuevo círculo literatio limeño’. Esta ocurrencia produjo una explosión de hilaridad. Todos rieron, desde luego, también, Carlos Rengifo.
La presencia de Nora Alarcón hizo girar la conversación hacía la vida de Luis Nieto. Nora contó las resemblanzas que tenia del poeta. Helmut Jeri, observaba como abogado de algún caso digno de su defensa y Antonio Sarmiento retenía en la mente, al juzgar por sus ojos pesados, toda la crítica erudita que podía contener en su cabeza. Las cervezas se sucedieron y minuto a minuto los poetas experimentamos una reunión de hermanos donde los regionalismos quedaron aparte, pues, la lucha cultural se daba en todos los frentes: al centro, dentro y fuera del país. Con lo útimo me refiero a la llamada literatura del exilio que nos ha dado obras famosas: “Cien años de soledad”, en Mexico, “Otoño del patriarca”, en Barcelona, “El Manifiesto Comunista” en Londres; y hasta en “La Biblia” encontramos personajes del exilio como Adan y Eva. ¿A qué región de sus naciones pertenecen los autores de estas obras? Sinceramente, creo que Vallejo, Arguedas, Neruda, Vargas Llosa, entre muchos otros, ya pasaron el limite del regionalismo literario, que los condenaría a un enanismo, para inscribirse con calidad en la literatura universal.
El ultimo día en San Pedro de Lloc encontré en la Plaza Mayor del pueblo, a Carlos Rengifo . Me extendio su libro, “Criaturas de la sombra”, con una pequeña dedicatoria y una dirección de correo electrónico.
Llegando a Lima tomé el volumen para leer el primer cuento, “Un hombre común”, en realidad, un violador sexual: “Ya nadie puede desterrarme de aquel sitio privilegiado, Como el hierro candente que se usa para marcar la piel del ganado, así marco en lo más intimo el tesoro oculto de mis escogidas. Pero mi marca es invisible, no sale a relucir, gracias a la navaja que coloco en sus gargantas, al terror que anido en sus mentes. Un arma infalible, como grandioso báculo que enmudece a las niñas, en quienes la inocencia no resulta una virtud sino una fatal debilidad”. Un tema difícil de tratar pero bien trabajado por este autor que nos hace vivir los momentos de su historia con gran verosimilitud. Luego vino la historia de ese hombre, seguramente provinciano, que ‘convulsionado por la tos y los escalofríos’ había venido a exhibir su estado de salud frente a una de las mejores tiendas de la ciudad: ‘Mientras tanto, la señoras ricachonas que salían de la tienda sufrían ligeras nauseas al ver semejante espectáculo’. Luego vendría la historia de la empleada domestica, Juanita, otro personaje provinciano, que decidiera echar a su recién nacido hijo, por el inodoro, antes que la patrona descubriera su alumbramiento. Al terminar esta historia, leyendo la contratapa del volumen, me entero que Carlos Rengifo había nacido en Lima. Me convencí, entonces, de sus grandes dotes para representar el sufrimiento de personajes regionales como muy pocos escritores de las regiones lo han logrado en el presente. La innovación que nos presenta Carlos Rengifo con su cuento, “Obrar con el ejemplo”, tiene una destacada singularidad. Es la historia de aquellas personas que suben a los microbuses para ‘limosnear’ o vender sus mercancías: A uno de estos personajes se refiere Rengifo en este cuento. El vendedor luego de contar su historia llorando, sorprendió a los pasajeros mostrando una hoja de afeitar con la cual empezaría a cortarse las venas. La sangre salpicaría a los pasajeros. Las mujeres se horrorizaban, los niños se abrazaban a sus madres. El vendedor seguía dándose tajos hasta que ensangrentado cayo sobre el piso del vehiculo producto de un corte en la yugular. Y el chofer, amargo, exclamó:
-¡Putamadre! ¡Ya me jodió el día!
Todos los temas de “Criaturas de la sombra” reflejan y trabajan gran sensibilidad social. Su denuncia es clara. Como clara es también su denuncia al terrorismo en su cuento “Detrás de las ventanas”, dedicado a Claudia Bolliger.
‘Con la pistola a la altura de la sien sujeta por una mano temblorosa, el Poeta estuvo a punto de firmar su mejor poesía. La cabeza le daba vueltas, un sudor frío humedecía su rostro. No había tiempo para pensar; sin embargo una frase le rondaba la mente: “Se olvida tan rápido a los muertos’.
“Criaturas de la sombra” es un magnifico libro que contiene doce cuentos de la realidad peruana. Su autor, Carlos Rengifo, es un digno representante de las literatura universal cuya obra debiera ser leída por todos los peruanos, de todas las regiones y de todas sus naciones, para conocer el verdadero Perú de todas las sangres.
Jorge Aliaga Cacho