Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
https://en.m.wikipedia.org/wiki/Jorge_Aliaga_Cacho
http://www.jorgealiagacacho.com/

29 de mayo de 2021

Las fotos de Svetlana.

Photo: Svetlana al fondo con boìna celeste, Natalia, en el medio con vestido azul.
(presentaciòn de mi novela 'Secreto de desamor'' en Moscù).

Por Jorge Aliaga Cacho.

Muchas veces dejamos fotos sin nombre, en cajas, cajones de escritorios, roperos. Ha sucedido que, viendo el àlbum de fotos de mi abuela, he encontrado en las instantàneas personajes que son difìciles de identificar pero estàn allì, en alguna foto de grupo, sonriendo, contentos de haber disfrutado ese momento y nosotros al verlos nos quedamos adivinando quienes podrìan ser pero incapàces de resolver el acertijo.

Cuando en el baùl de los recuerdos encontrè las fotos de Svetlana, no quise que con estas fotos sucediera lo mismo y ahora, que todavìa la recuerdo, deseo escribir acerca de los momentos y circunstancias en las que conocì a esta bella dama rusa, nacida en la ciudad de Kirov, en la otrora Uniòn Soviètica. A Svetlana la conocì a travès de la internet. No recuerdo en que portal pero si recuerdo que tuvimos un ràpido acuerdo para tener una cita en el centro mismo de la Plaza Roja, en Moscù. Ese era uno de mis sueños: ''que encontrarìa a mi 'media naranja' en las cercanìas del mausoleo a Lenin''.

Corrìa el año 2001 y llegaba al Aeropuerto Shemerejevo sin saber hablar el idioma ruso. Confiado en mi conocimiento de la lengua de Shakespeare pasè los controles de inmigraciòn y luego, a la salida del aeropuerto, abordè el primer autobùs que se cruzò en mi camino repitiendo, al ingresar al vehìculo, las palabras: 'Red Square, Red Square' ('Plaza Roja, Plaza Roja'), algunos pasajeros con movimientos de cabeza me dieron a entender que el autobùs pasarìa por la històrica plaza. Lo cierto es que tuve que bajar del vehìculo a varias cuadras del lugar. La caminata fue excitante. Metro a metro me acercaba hacìa la plaza de mis sueños. Avenidas anchas, elegantes edificios residenciales construìdos por el gobierno de Stalin. Pasè por un edificio que, despuès me enterè que, habìa sido la sede de La Cheka o policìa secreta sovètica. De allì tomè la calle històrica Nikólskaya que conecta con la Plaza Roja. Lleguè a la misma esquina del mercado GUM, frente al mausoleo del gran Lenin y cerca a la Catedral de Kazàn. En el centro de la plaza ya se encontraba Svetlana. Vestia falda blanca y tacones del mismo color; cartera de cuero tambièn blanca. Me acerquè a ella con paso lento, ello me permitìa admirar su belleza. Tenìa el pelo ensortijado. Ojos grandes, azules. Nos saludamos en inglès, al acercarme a ella, para darle un beso en la mejilla, me di cuenta de su real estatura. No me amedentrè pero pensè que habrìa sido buena idea preguntarle cuànto medìa antes de venir a Rusia. Buscamos un lugar para beber un trago. Al cruzar la plaza me percatè que unas niñas rusas, de edad escolar, vendìan botellas de Coca Cola, contenidas en una caja, sostenida en la cintura por unas correas que bajaban del cuello. Entramos a un edificio cerca al GUM, el ascensor nos llevò a un departamento que funcionaba como bar. El dueño y mozo a la vez era un armenio. Me di cuenta que eramos los ùnicos en el establecimiento. Pedì una botella de wiskey y el armenio quedò impresionado igual que Svetlana. El poder adquisitivo de los rusos en su nuevo sistema capitalista no permitìa esos lujos, ese tipo de atrevimiento. El armenio se apresurò a cargar un tape en su reproductor de casetes, la mùsica de Armik Dashchi fluìa en el ambiente y Svetlana con sus ojos, sonreìa.

Conversàbamos amenamentte; desde el mostrador el armenio no nos quitaba la mirada de encima a no ser que le tocase cambiar el casete del reproductor. No recuerdo si bebimos una segunda botella de wiskey o de alguna bebida espirituosa. Sòlo recuerdo que nos encontràbamos ingresando al Hotel Intourist, un edificio de 22 pisos con 403 habitaciones, que en la era soviètica estaba reservado para los turistas extranjeros. En la Rusia capitalista habìa sufrido algunos cambios pues la principal atracciòn no eran los turistas parlantes de diferentes idiomas sino las prostitutas que por una cantidad de dòlares pagados a la polìcia conseguìa el derecho de vender sus cuerpos dentro de las instalaciones, del otrora ''Intourist', adonde habrìan llegado grandes revolucionarios del mundo. Mujeres rusas, con la excepciòn de las 'damas de la noche' no podìan ingresar como acompañantes a las habitaciones. Svetlana tambièn era una excepciòn porque ella era, me lo habìa dicho, y yo ya me habìa olvidado, coronel de la policìa rusa. Svetlana se dirigiò hasta la esquina dercha del lobby. Allì se hallaba uno de esos 'desks' parecido a los que usa la policìa de inmigraciòn en los aeropuertos. Sus colegas le dijeron que podìa subir a mi habitaciòn pero hasta una hora determinada y que no sea pasada la medianoche. Yo no recuerdo nada màs de lo que ocurriò esa noche pero si me acuerdo que temprano en la mañana bajamos al lobby, salimos del hotel y desayunamos en un restaurante contiguo al 'Intourist'. Me dijo que habìa pasado una noche agradable. Yo no me acordaba de nada. El hotel ''Intourist'' construìdo el año 1970 para recibir a los extranjeros fue demolido en el 2002, al año siguiente de mi visita, pues en la opiniòn del alcalde de Moscù, ese hotel se habìa convertido en un 'diente podrido'. La Calle Màximo Gorki, donde estaba situado el hotel, tambièn revirtiò su nombre al de Calle Tverskaya.
Los dìas siguientes Svetlana me hizo conocer los lugares turìsticos de Moscù que incluyò el Cafè Pushkin que en Amèrica Latina lo pusieron de moda los hermanos Arraigada con su hit 'Natalie'. Los dìas los pasè aprendiendo sobre la realidad rusa. Viajamos en tren a San Petersburgo y, despuès del Palacio de Invierno, subimos al buque 'Aurora' que diera la señal para iniciar la Revoluciòn de Octubre'. Unas moneditas extras, 'para la gaseosita', solicitados por los marinos que  resguardaban el barco, nos abriò las puertas de la cabina de mando desde donde se ordenò el disparo, el cañonazo, y aprovechamos tomarnos las fotos de rigor. Diez años despuès regresarìa a Rusia donde habìan organizado la presentaciòn de mi novela 'Secreto de desamor'. La presentaciòn la hice en el idioma inglès. Svetlana viajo de Kirov tres dìas antes para pasarla juntos. Ella ya no pertenecìa al cuerpo policial. Ahora era abogada. De cazadora de de criminales habìa pasado a ser defensora de delincuentes. Debìa de visitar a sus clientes en las càrceles de Kirov y tenìa que regresar a esa ciudad, cosas de trabajo. A la presentaciòn de mi libro vendrìa Natalia, natural de Voronezh, una regiòn cosaca. Vivia Natalia en el centro de Moscù, cerca a la estaciòn de trenes Belorussky, ese lugar se convirtiò en mi lugar favorito de la ciudad. Allì solìa ir para tomar la sopa borsch en el segundo piso o para beber algo en la cafeterìa de la calle lateral de la estaciòn, en una esquina. De aquella estaciòn solìan salir los soldados del ejèrcito rojo hacia el frente de guerra. Millones de soldados nunca volvieron. Existe una fotografìa que marcò el encuentro entre Svetlana y Natalia el dìa de la presentaciòn de mi libro, precisamente, en la calle Tverskaya. Natalia habìa invitado a todos sus amigos que hablaban inglès. Al final de la presentaciòn Svetlana regresarìa a Kirov y Natalia se quedarìa conmigo en Moscù. La chispa del amor se habìa encendido. Regresè a Escocia pero al poco tiempo volvì a Moscù. Natalia renunciò a su trabajo para viajar conmigo directamente de Moscù a Huacho. Llegamos al 'Jorge Chàvez' de noche. En Lima tuvimos dormimos unas horas  y temprano, en la mañana siguiente, abordamos el autobùs con direcciòn a la incomparable Huacho. Allì, ese dìa, se iniciaba el I Encuentro Internacional de Escritores y Poetas, ''Raùl Gàlvez Cuèllar'', en la que participò Natalia y quedan las fotos, del archivo de la Sociedad de Poetas y Narradores de la Regiòn Lima, para seguir contando la historia.











Raùl Gàlvez Cuèllar: Testamento.

Raùl Gàlvez Cuèllar concecorado por Julio Solòrzano Murga

Por Raùl Gàlvez Cuèllar

Queridos Hermanos, quiero decirles que sigo escribiendo mi "POESÍA FINAL".  En la primera página se lee "SECRETO", "QUEDARÁ INÉDITO". "Esta "Poesía final'' solo podrá leerla Julito Solórzano, José Pablo Quevedo y Jorge Aliaga Cacho.

"Solórzano vive en Huacho,
Quevedo en Alemania, y
Aliaga entre Perú y Escocia''.
Muchas gracias,
Raúl Gálvez Cuéllar (firmado)
17 de marzo de 2021,
San Miguel, Lima.
ES MI ÚLTIMA VOLUNTAD.

25 de mayo de 2021

Cuento sin moraleja.

Beatriz Casaus

Hace algunos años tuve la oportunidad de compartir una velada poètica con la talentosa Beatriz Casaus. Fue en la presentaciòn de una antologìa publicada por el sello Lord Byron, en un exquisito bar madrileño. Lleguè al lugar en taxi pero de haber sabido que el lugar se encontraba a pocas cuadras de mi hotel, posiblemente hubiera preferido ir a pie. Al llegar al lugar comenzò la lluvia y sin abrir el paraguas ingresè al umbral de la puerta del bar que se encontraba abarrotado de gente y objetos antiguos en sus paredes. Una estanterìa colmada de libros era el escenario, el lugar para que los poetas hicieran sus lecturas a un publico amante de la literatura. En mi mesa, por suerte del destino, se encontraba Fernando Sabido Sànchez, el gran antologador de laAntologìa Virtual: ''Poetas Siglo XXI'', Allì aprovechè para entregarle mi libro de cuentos ''Mufida, La angolesa'' que lo examinò con interès. Callado èl, callado yo, vimos subir al escenario a Beatriz Casaus quien nos deleitò con su poesìa y voz de timbre agradable. Mi primera impresiòn de Beatriz fue que estàbamos frente a una gran joven poeta; y no me equivoquè pues despuès, al leer màs versos suyos, mi primera sospecha fue confirmada. Hoy comparto en este blog el ùltimo poema de Beatriz titulaldo: ''Ùltimo poema sobre el desamor'', un poema muy bien logrado que invade los predios del alma. Beatriz Casaus nos presenta de la siguiente manera: 'Último poema sobre el desamor. Como si nunca se hubiera escrito sobre eso... creo que es importante no mostrar solo en redes lo bueno y los momentos felices, pues no es real. Es una responsabilidad de cada uno, el saber utilizar las redes sociales, y yo creo que hay que ser honesto siempre. Comparto esto, por si a alguien que esté pasando por un momento así, quizás le ayude. Un abrazo'.
Desde las pàginas de este blog deseo agradecer a Beatriz por su bella poesìa. J.A.C.


Cuento sin moraleja
Por Beatriz Casaus

Los días traen en la incertidumbre

su peculiar fantasma

para reclamarme si

pude haber hecho más

o si hubiera sido mejor

haber dado menos,

pero no es culpa mía…


Me repito esas palabras

incesantemente

para conseguir creérmelas.


Di entre otras muchas cosas que no son cosas,

el tiempo,

eso que es lo único que tenemos.

Que es tan breve,

y que nunca regresa.


El amor debería tener más importancia,

se debería estudiar junto a la física,

aunque no entiende de teorías

ni es demostrable,

y como lo que no se puede demostrar no existe,

por eso no es tan importante.


Nadie podrá demostrar cuánto amó,

solo sus actos lo reflejarán.

Los actos nos delatan

antes de formar una palabra,

y nos condenan, sin darla.


Estoy exiliada en mi corazón

para reconstruirlo,

y encontrar el fondo de un pozo de pena.

Aunque sea repetidora de esta asignatura,

no me podré acostumbrar

con ejercicios de desamor.

Es como la primera vez

que descubrí que lo que no se ve

es lo que hace vivir o morir.


Me permito sanar,

porque también me he permitido transitar por el dolor

y la locura de no tenerte.

Y en ese tránsito me perdí a mí,

dejando mi nombre olvidado

sobre el felpudo de tu casa.

Casi como tantas cosas que he dejado olvidadas

en casas ajenas.


Lleva tiempo curar una herida invisible,

tan poco como lo que dura dejar de respirar tu cuerpo

y tanto como lo que se tarda

en volver a reír con ganas.

He de tener la paciencia de esperar,

y de eso, siempre me falta.


Te estás difuminando como una nube

que se evapora en el cielo,

y cuando seas azul, no te sentiré más.

Aunque me duele pensar eso,

se ha convertido

en mi pensamiento de esperanza

para sobrellevar el duelo.


Volverán a ser huérfanos mis latidos,

pero empezarán a construir la casa por las bases

del amor más importante en esta vida.

Los cimientos y estructura

del amor hacia mí misma.


La única certeza que me queda en este pantano

donde me estoy hundiendo,

es el orgullo de lo que te he querido,

y la satisfacción de mi forma de querer.

Hacerlo como si no hubiera sufrido antes,

como si hubieras sido el primero,

con todas mis ganas, con toda mi fuerza,

con todo lo que queda de mí sin ti.


No dejé ni uno de tus cabellos sin acariciar.

He amado todas las imperfecciones

que no conocías de ti

y memorizado cada gesto y detalle que me has brindado

como un trofeo en mi memoria.

He palpado tus límites con la exquisita delicadeza,

de la pluma de un ángel.

Fuiste lo más bonito que vieron mis ojos

con los que solo te veía a ti.


No he perdido años

como muchos me reclaman.

He llenado años de amor

y eso siempre hace elevarse.

Aunque la caída sea sin red

y no haya anestesia que me calme.

Porque amar es de valientes.


Creo que no me equivoqué.

Cómo se puede uno arrepentir de amar,

cuando hay personas que no se arrepienten

ni del mal que hacen.

No puedo arrepentirme de eso.

Mi naturaleza es blanca y fina,

no de miserias.


He caminado lejos muy sola.

Supongo que llegué a pensar que me acostumbraría.

Pero he sido dañada hasta la mutilación del amor.

Y es entonces cuando no queda más remedio

que retirarse.


Aún no consigo averiguar la moraleja en este cuento.

Supongo que llegará el día menos pensado.

Cuando descifre el contenido del silencio.


No sabía lo difícil que era decir basta.

A veces Dios permite el dolor

para aprender a decirlo.


Me asombro de que sigo viva.

Cuántas veces he creído que no lo estaría si esto pasara.

Es posible sobrevivir

aunque tenga que aprender a nacer de nuevo,

para seguir viendo el mundo

como si nada hubiera pasado.


A veces parece que el mal triunfa,

pero no es así,

porque la gente buena no pierde a nadie,

sino que los demás les pierden a ellos.


Amé.

Hasta querer tu bien como destino.

Hasta beber de tus besos y sanarme con ellos.

Hasta abrazar la soledad de tus paredes,

Hasta que querer, era mi único verbo.


Beatriz Casaus 2021 ©

24 de mayo de 2021

Oraciòn al Señor.

Hoy repite conmigo !!!!!
Que DIOS perdone mi soberbia.
Que DIOS perdone mi ingratitud.
Que DIOS perdone mi arrogancia.
Que DIOS perdone mi desidia.
Que DIOS perdone mi apatía.
Que DIOS perdone mi pereza.
Que DIOS perdone mi indiferencia.
Que DIOS perdone mi insensibilidad.
Que DIOS perdone mi frialdad.
Pero más que todo DIOS me perdone mi abandono y mi olvido a Él mismo, convertido en mi prójimo.
SEÑOR DIOS PADRE,
Hoy tengo tantas cosas porqué agradecerte, en especial por este maravilloso día, te agradezco por mis padres, mis hijos, mis hermanos, mis familiares, mis trabajadores, mis vecinos, mis clientes, mis proveedor, mis acreedores, mis deudores, mis amigos y por todas las personas que cruzan mi camino, y ya que todo es tuyo SEÑOR, te ruego:
Que Dios me bendiga.
Que Dios bendiga mi vida.
Que Dios bendiga mi salud.
Que Dios bendiga mi corazón
Que Dios bendiga mi hogar.
Que Dios bendiga a mi familia.
Que Dios bendiga mi empleo
Que Dios bendiga mi vida espiritual.
Que Dios bendiga mis finanzas.
Que Dios bendiga todos mis proyectos.
Que Dios me bendiga a mi y a mi familia en abundancia.
*Así como cae agua del cielo así caeran en ti las más grandes Bendiciones...en el nombre de Dios!!!
Repite: "Dios tú eres mi fuerza, te necesito, sáname y sana a mi familia y al mundo entero.

¿Existe una literatura masònica?

Bajo la denominación de literatura masónica se comprenden una serie diversas de escritos; desde los textos de las partituras musicales concebidas para el oficio masónico (por ejemplo, la letra prestada por el masón Emanuel Schikaneder a las piezas específicamente masónicas compuestas por Mozart), hasta los relativos a rituales masónicos (oficiales o no), pasando por las planchas o trabajos relativos a historia, principios, etc. de la Orden, incluida también la correspondencia oficial girada entre logias, o los reglamentos y normativa de cada Obediencia, etc.

Pero por otro lado, también existe una literatura generada por masones inspirada, en mayor o menor medida, por la cultura y valores más positivos de la Orden tales como la paz, la fraternidad, el recurso al simbolismo como medio de expresión suprarracional, etc.

Ciertamente, al estudiar la obra literaria de algunos de los masones seleccionados en este Museo Virtual, resulta extremadamente difícil determinar las líneas de influencia específicamente masónica que aparecen reflejados en los temas y detalles de cada una de sus obras. A fin de cuentas, los llamados “valores masónicos” no son algo exclusivo de la Orden, sino que forman parte de lo más noble de la naturaleza humana, con independencia de las formas o credos que adopte. Aun con tales matices, merece la pena presentar algunos autores masones con sus obras confiando en que el lector sabrá suplir tales obstáculos.

Museo Virtual de Historia de la Masonería (M:.H:.M:.)

¿HAY UNA LITERATURA MASÓNICA?

Podemos preguntarnos con toda legitimidad si existe o no una literatura masónica propiamente dicha. Cuestión que, si bien es muy debatida en algunos foros, no nos ofrece la mínima duda.

Parece indispensable dejar constancia de que, bajo la denominación genérica de literatura masónica, se encuadran una serie de muy diversos escritos. Pongamos un ejemplo: los textos de las partituras musicales que se conciben para el oficio ritual, entrarían sin problemas en este apartado, igual que los reglamentos de logias y obediencias, las recopilaciones de actas, la correspondencia postal y el resto de documentos escritos que genera de hecho la actividad propia de los talleres. Ni que decir tiene que las planchas selectas de los francmasones también formarían parte de este cajón de sastre literario; a éstas, probablemente, sí podríamos considerarlas como textos literarios en el más estricto sentido del término, aunque solo a las más escogidas y bien confeccionadas, que son las menos.

Es evidente que nosotros no queremos hablar aquí de toda esta literatura de gestión, sino exclusivamente de la que denominamos literatura creativa, es decir, de la que nace de la imaginación del escritor o de su personal experiencia comunicativa como autor original y distintivo.

Algunos escritores han generado obras en las que se nota algún tipo de espíritu o inspiración masónicos. En esos títulos suelen aparecer los valores esenciales que predicaba la histórica Masonería, como la fraternidad, la igualdad, la paz social, la filantropía, la libertad de conciencia o la compasión respetuosa, y no suelen hallarse exentas de un simbolismo más o menos patente. Sin embargo, desde un punto de vista racional, resulta muy difícil determinar y concretar las líneas de influencia puramente masónicas, dada la universalidad de los valores aludidos; en realidad, la presencia de los mismos nada tiene que ver directamente con el hecho de que el autor sea o no iniciado en la Francmasonería. Por lo tanto, debemos señalar que no existe ni de lejos una literatura masónica propiamente dicha, como tampoco existe una arquitectura masónica ni una música masónica.

No obsta lo dicho para afirmar que nos parece razonable admitir llanamente que sí hay una música de uso prioritariamente masónico, es decir, un determinado tipo de música que resulta ideal en los rituales de la Masonería y que se utiliza en ellos de manera generalizada y preferente; o hasta incluso que se conocen determinadas composiciones concretas de inspiración masónica, bien escritas por francmasones –como sucede en el caso de La flauta mágica de Mozart– o compuestas ex profeso para determinados ritos de la Masonería. De entre todos, recordaremos aquí por su repercusión a Gotthold Ephraim Lessing, Joann W. Von Goethe, Walter Scott, Rudyard Kipling, Rabindranath Tagore, León Tolstoi, Oscar Wilde, Victor Hugo, Arthur Conan Doyle, Henri Beyle Stendhal, Gabriel d'Annunzio, José Martí, Vicente Blasco Ibáñez, Tomas Mann y Antonio Jerocades. Grandes pensadores y escritores iniciados en la Orden han sido también, por ejemplo, Johann Gottfried Herder, Vittorio Alfieri, Giacomo Casanova, Jonathan Swift, James Thomson, Edmundo de Amicis, Alexander Pope, Eugène Sue, Carlo Goldoni, Alexander Pushkin, Rafael Sabatini, Salvatore Quasimodo, Giosuè Carducci, Robert Burus, Carlo Lorenzini y Charles de Coster, entre otros. Téngase en cuenta, además, que tres de ellos fueron premios Nóbel de literatura: Kipling, Carducci y Quasimodo. Y aun citando semejante ramillete de grandes intelectuales, estamos convencidos de que nos olvidamos en el tintero un buen número de celebrados autores que se dejaron seducir en algún momento de sus vidas por los principios y misterios de la Francmasonería y que, en mayor o menor medida, han colaborado en la extensión universal de los principios que rigen esta controvertida institución.

Son legión los escritores –prosistas o poetas– que han dado su nombre a la Orden a lo largo de los siglos, porque en su día tuvieron el sueño de una humanidad libre y en paz bajo el imperio del respeto y el dictado de la fraternidad. Sin embargo, abundan más fuera de España que en nuestro país, porque las circunstancias históricas de los siglos XIX y XX han marcado nuestro suelo como zona peligrosa para el desarrollo en plenitud de los postulados masónicos.

La utopía masónica será, para muchos intelectuales europeos, un ideal a tener en cuenta a modo de faro, guía y referencia en sus vidas cotidianas. Ideales que harán de la praxis masónica un vehículo ágil hacia vías de superación, tanto en el ámbito privado como en el círculo social frecuentado por cada iniciado. Los escritores somos muy dados, no a creernos utopías lejanas y espurias ensoñaciones, sino a ver nobles ideales –como los de igualdad, libertad y fraternidad, que predica la Masonería– a manera de esperanzas factibles de convertirse en hechos irrefutables. El literato forja en su interior el sueño de un mundo mejor; escribe porque quiere cambiar algo, porque tiene inquietudes, porque anhela dejar para el futuro su modesto legado: una pequeña muestra de su pensamiento irrepetible. En definitiva, el escritor, el poeta, pretende fijar y legar un testimonio de su pasar. La iniciación en Masonería es contemplada con frecuencia como la herramienta de acceso hacia el laberinto de la búsqueda y la perfección. En el peor de los casos, puede trocarse para algunos escritores defraudados en una sugestiva experiencia digna de ser vivida y relatada.

El hecho de que existan tantos y tan notables literatos iniciados en la Masonería –en especial en los siglos XIX y primera mitad del XX–, no es óbice para que demos por sentado que existe una literatura masónica. La Masonería, o mejor dicho su aliento, su espíritu, embebe mundos personales en los que sus principios son respetados y juegan un papel. Los escritores iniciados trabajan en libertad, al menos algunos poco celosos de una libertad anchurosa y sin cortapisas, aunque sin perder de vista en ningún caso esos sutiles horizontes que van acotando las vías adecuadas o políticamente correctas por las que conviene caminar. El hálito de la Francmasonería lo hallamos en universos literariamente tan dispares como el de la política, la historia, el periodismo, la educación… y hasta en el cómic.

Por lo tanto, si bien no existe una literatura masónica de creación –y menos todavía una literatura masónica de género lírico–, sí vemos en cambio una literatura con hechuras e influencias masónicas en la que reconocemos con facilidad la presencia de ese hálito al que nos hemos referido más arriba.

La iniciación masónica de un escritor, de un poeta, no hace de su literatura posterior una obra masónica; seguirá siendo literaria sin más, pero no cabe duda de que su pluma tendrá desde entonces un componente intelectual nuevo que de alguna manera condicionará sus escritos. No podemos identificar como masónica la obra de un escritor por el mero hecho de que éste fuese masón. Lo mismo que tampoco se puede despreciar la importancia iniciática en el rasgo creativo de los literatos masones.

En cualquier caso, el corpus literario de un autor será de dicho autor, no de la Masonería. Nos parece absurda, y poco inteligente además, la pretensión de identificar la grandeza literaria o cultural de la Francmasonería en función de la suma de los grandes escritores iniciados que en el mundo han sido. En este sentido, estamos muy de acuerdo con el profesor Ferrer cuando escribe desde la sabiduría y la experiencia que «así como la masonería no tiene, ni puede tener religión propia, ni filosofía, ni doctrina política, sociológica, económica o científica propias, ni una música o arquitectura propias, de igual modo la masonería no tiene, por supuesto, una específica y vinculante poética o narrativa» (José Antonio Ferrer Benimeli, “Prólogo” a Ricardo Serna, Masonería y Literatura. La Masonería en la novela emblemática de Luis Coloma, Madrid, 1998, p. 11).

Ricardo Serna

Bibliografía:

Ricardo Serna, La corona dorada. Poesía de iniciados, Oviedo, 2013 (En prensa).

Ricardo Serna, “Masonería y literatura, dos ámbitos en confluencia”, Revista La Página nº 77, Año XXI, nº 1, Santa Cruz de Tenerife, mayo 2009, pp. 27-45.

Ricardo Serna, Estudios masónicos. Cinco ensayos en torno a la Francmasonería, Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Idea, 2008.

Los poetas contemporáneos (1846), del pintor Antonio María Esquivel

En él retrató a numerosos literatos que constituyeron la pléyade del Romanticismo español, junto con políticos, pintores, músicos, actores e intelectuales. Aparecen Antonio Ferrer del Río (1814-1872), Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880), Juan Nicasio Gallego (1777-1853), Antonio Gil y Zárate (1793-1861), Tomás Rodríguez Rubí (1817-1890), Isidoro Gil y Baus (1814-1866), Cayetano Rosell y López (1817-1883), Antonio Flores (1818-1866), Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), Francisco González Elipe, Patricio de la Escosura (1807-1878), José María Queipo de Llano, conde de Toreno (1786-1843), Antonio Ros de Olano (1808-1887), Joaquín Francisco Pacheco (1808-1865), Mariano Roca de Togores (1812-1889), Juan González de la Pezuela (1809-1906), Ángel de Saavedra, duque de Rivas (1791-1865), Gabino Tejado (1819-1891), Francisco Javier de Burgos (1824-1902), José Amador de los Ríos (1818-1878), Francisco Martínez de la Rosa (1787-1862), Carlos Doncel, José Zorrilla (1817-1893), José Güell y Renté (1818-1884), José Fernández de la Vega, Ventura de la Vega (1807-1865), Luis de Olona (1823-1863), Antonio María Esquivel, Julián Romea (1818-1863), Manuel José Quintana (1772-1857), José de Espronceda (1808-1842), José María Díaz (? - 1888), Ramón de Campoamor (1817-1901), Manuel Cañete (1822-1891), Pedro de Madrazo y Kuntz (1816-1898), Aureliano Fernández-Guerra (1816-1891), Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882), Cándido Nocedal (1821-1885), Gregorio Romero Larrañaga (1814-1872), Bernardino Fernández de Velasco y Benavides, duque de Frías (1873-1851), Eusebio Asquerino (h.1822-1892), Manuel Juan Diana (1814-1881) y Agustín Durán (1793-1862).

23 de mayo de 2021

Jorge Aliaga Cacho : datos biográficos.

Jorge Aliaga Cacho, el día de hoy, frente al retrato del escritor     escocés, Robert Louis Stevenson, autor de ''La isla del tesoro''.   
Jorge Aliaga Cacho en Madrid

Jorge Aliaga Cacho es escritor, sociòlogo, educador y activista polìtico, nacido en los Barrios Altos, Lima, Perú. Estudiò la educación primaria en la escuela fiscal "República de Bolivia n.º 405'', llamada también "La Rectora". Luego estudió en varios colegios secundarios, incluyendo el Colegio Militar Leoncio Prado, donde estudiara el Nobel peruano, Mario Vargas Llosa. En 1973, Jorge Aliaga Cacho viajó a Cuba y, ese mismo año, representó a la juventud peruana en el X Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, realizado en Berlìn. En 1975, Jorge Aliaga, fue elegido Presidente de la Asociación de Trabajadores del Instituto Nacional de Cultura. Ese año, con otros compañeros, iniciò una campaña para conseguir la sindicalización de los trabajadores del Estado. Esa iniciativa conllevò a la formación de la CITE, la Confederación Intersectorial de Trabajadores del Estado. En 1981, Jorge Aliaga Cacho, se autoexiliò en Escocia. Allì trabajò en el Colegio de Arte de Edimburgo y organizò el sindicato de los trabajadores que formarían una base de la NUPE (Unión Nacional de Empleados Públicos). En 1985, Jorge Aliaga, liderò la primera huelga, nunca antes ocurrida, en la historia de los colegios de arte en Escocia. Con esta lucha sindical, bajo su conducciòn, Aliaga consiguiò la solución a su pliego de reclamos. que incluyò sustancial incremento de salarios, renovaciòn automàtica de contratos y otros logros de no menor importancia. Los pormenores de esta lucha sindical fueron cubiertos por la prensa britànica incluyendo el suplemento del ''Times'.
De 1986 a 1990, en Edimburgo, Jorge Aliaga Cacho, inaugurò la primera peña latinoamericana en el Reino Unido. En ella se promoviò el arte y la cultura de Amèrica Latina. La peña llamada "Jananti" fue anfitriona de artistas e intelectuales de Nuestra Amèrica: Awatiñas, Rumillajta, Inti Raymi, y Edgardo Villaroel, de Bolivia; APU, Amaru de Tinta y Martina Portocarrero, del Perù; el grupo de teatro “Guanaco” de El Salvador; integrantes del Inti- Ilimani, el guitarrista Galvarino Cerón y el cantante Carlos Arredondo, de Chile. El escritor peruano Carlos Eduardo Zavaleta y el pintor colombiano, Felipe, fueron tambièn parte de la escena de Jananti. Por esos años llegò a Edimburgo la exhibiciòn denominada: "El Oro del Perú"; esta se constituyò en la muestra peruana de mayor èxito que se haya realizado en el Reino Unido. La misma fue organizada con la participación de la Sociedad de Amistad Peruano-Escocesa, en cuya presidencia se encontraba Jorge Aliaga Cacho.
De 1990 al 2001 Jorge Aliaga se embarcò en estudios académicos en Escocia. Estudió en la Universidad de Glasgow donde se graduò con honores y le fue conferido un Master of Arts, en Ciencias Sociales, (Sociología y Estudios Latinoamericanos).
Luego ingresa a la Universidad de St. Andrews, Escocia, donde estudiò la Literatura del Río La Plata y Metodología de Traducción. Despuès, estudiò Pedagogía en la Universidad de Edimburgo, la misma que le confiere el Certificado de Postgrado en Educación, (PGCE). Jorge Aliaga Cacho fue catedrático en el Telford College y el West Lothian College. También enseñó el idioma español en Whitburn Academy, Deans Community High School y en el prestigioso George Heriot´s de Edimburgo; esta ùltima instituciòn le servirìa de inspiraciòn a J K Rowling para escribir su best seller, ''Harry Potter''. La contribuciòn de Jorge Aliaga Cacho a la cultura britànica ha sido reconocida por el Hispanic Council and the Luso-Brazilian Council de Londres y por la obra plàstica, del artista londinense Yinka Shonibare, titulada: ''The British Library''. En ella se recogen los nombres de los màs destacados inmigrantes, al Reino Unido, quienes han contribuìdo a la cultura britànica. La exhibición permanente està montada en la renombrada GALERÍA TATE, de Londres. La obra de Jorge Aliaga Cacho ha sido traducida, selectivamente, al inglès, portuguès, chino-mandarìn, alemàn y ruso.
Cuando Jorge Aliaga llegó a Escocia con Anne, quien más tarde se convertiría en su esposa, alquilaron un departamento en los altos del 228 Easter Road, en Leith, barrio fortìn del Hibernian Football Club. Posteriormente residiò en Muirhouse, Pilton, Stockbridge, el West End de Glasgow y Kirkcaldy. Una de sus anécdotas cuenta que Jorge Aliaga Cacho apareció bailando el tango en una serie de Taggart titulada '' El último tango en Glasgow ''.
Jorge Aliaga Cacho tiene relaciones fraternales con escritores que viven en diferentes partes del mundo. Èl es miembro fundador del Partido Comunista de Escocia y del Partido Socialista Escocés. En el PC escocès ocupò la Secretarìa de Relaciones Internacionales e integrò el Comitè Ejecutivo Nacional. En su gestiòn iniciò relaciones con el PC cubano y envìo la primera delegaciòn comunista a la patria de Martì: la comitiva estuvo conformada por Edith Constable y Sandy Constable. Aliaga fue miembro del Comité Central del Partido Comunista Peruano, liderado por Jorge del Prado Chàvez. De profundas convicciones socialistas Jorge Aliaga Cacho ha viajado a países diversos tales como Rusia, España, Marruecos, Turquía, Alemania, Austria, Suiza, Eslovaquia, Bélgica, Suecia, Noruega, Italia, Francia, Escocia, Inglaterra, Gales, Cuba, Bolivia, Ecuador, Colombia, Argentina, Paraguay y Chile, Bulgaria, etc.
Entre sus obras se distinguen la novela, ''Secreto de desamor''; ''Mufida, La angolesa'', (Cuento); ''Mujeres malas mujeres buenas'', (Poesìa); ''Essays of Resistance'' y ''Terrorism in Peru'', (Ensayo) y,  ''Jananti'', antologìa personal. Recientemente ha aparecido la Antología del poeta y promotor cultural chileno, Alfred Asís, titulada; ''Homenaje: Jorge Aliaga Cacho''. En ella escriben, sobre Jorge Aliaga Cacho, escritores y poetas de varias regiones del mundo. El año 2020, Jorge Aliaga Cacho, fue merecedor de ''La Medalla Castillo Azul'' otorgada por la Sociedad de Escritores y Artistas de Tarija, Bolivia, presidida por el Ing. René Aguilera Fierro. Ese mismo año la Sociedad de Escritores de Chile, Filial Gabriela Mistral, presidida por Edmanuel Ferreira Mondaca, le confiere el premio literario ''Edmundo de la Cultura 2020''.