Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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1 de julio de 2011

Wilsón Izquierdo Gonzáles



Wilsón Izquierdo Gonzáles

 
Por Jorge Aliaga Cacho


Wilson Izquierdo Gónzales es uno de esos hombres que podrían ser extraídos de un cuento o novela clásica.  Efectivamente este gran escritor peruano tiene la fineza y elegancia que se nos ha ido perdiendo con los siglos.  Lo conocí en Cajamarca.  Llegando a esa casona colonial, mi hospedaje,  me dirigí al lugar donde bebían pisco un grupo de escritores, entre ellos, Santiago Aguilar, Miguel Garnett Johnson, Manuel Rodríguez, Herminia Alemany, Edgardo Nieves y Wilson. Inmediatamente me hicieron sentir bienvenido invitándome una copa de pisco.  Les dije que tenía que retirarme para darme una ducha pero inmediatamente me pidieron que volviera para seguir platicando. A mi regreso ya no solo había el pisco sino que Santiago había traído dos botellas de wiskey. Wilson había traído una botella de vino de tres litros y una bolsa de roscas.  Debo de ser sincero que me sentí mareado solamente al comprobar el tamaño de la botella que había ido a comprar nuestro amigo Wilson.  Ese día entre pisco y wiskey empezó una tertulia y amistad con estos nobles representantes de la literatura peruana.  Wilsón es natural de Moyobamba pero vive en Cajamarca desde 1957.  Ha publicado "La marcha del Shaplinco....y algunos otros más" (2006), "Al pie del Cajamacorco" (2009), "La Ochora" (2010) y "Entre gradientes y travesías" (2011).  Tuve la gran satisfacción de alternar con Wilson en varios momentos.   Viajamos juntos con Santiago Aguilar, Carlos Cabrera, Manuel Rodríguez a Kuntur Wasi. Wilson conducía su auto y siempre estaba atento a responder con una cortesía propia de los hombres de su estirpe. En San Pablo cuando habíamos terminado de visitar el Kuntur Wasi, ya casi agotado, escuché que me llamaban desde un boliche.  Era Manuel Rodríguez que blandía una botella de aguardiente del lugar: 'Jorge te estábamos llamando'.  Allí en ese hermoso lugar con una vista espectacular de la naturaleza del lugar me apuré dos tragos llenos de ese aguardiente que sellaron el placer de haber conocido a estos hombres de buena voluntad y excelsa creación literaria.
En Cajamarca me tocó visitar un colegio secundario acompañado por Wilson, Jack Flores y Edgardo Nieves.  Todos leímos nuestro trabajo. Wilson me dijo que iba a leer un cuento inspirado en Sucre, la tierra de mis ancestros.  En su lectura descubrí la gran habilidad que tiene Wilson para hacer de la narrativa, fundamentalmente, placentera.  Lo lúdico en Wilson tiene la razón.  El, como profesor, añora que la lectura se defienda de la televisión y como lo advierte Esteban Quiroz, de LLUVIA EDITORES, 'que la gente convierta a la lectura en un modo de disfrutar la vida'.  Para los seguidores de éste blog me complazco en transcribir el cuento de Wilson Izquierdo Gonzáles: "¡Clarinete!... Señor Cura".

"¡Clarinete!... Señor Cura".
Por Wilson Izquierdo Gonzáles

Serían las once de la mañana cuando, en la iglesia del Huauco el señor cura dio inicio al matrimonio religioso de Dionisio Silva Zamora y María Concepción Chávez Aliaga - más conocida en toda la comarca simplemente como Mariquita-.

Frente al altar mayor, allá por esos tiempos en que el señor cura hacía la misa de espalda a los feligreses y dando frente al Santísimo -al que tenía encerrado con llave en una cajita de madera primorosamente labrada para ese único fin- se encontraban bien enfundados en sus ternos de casimir inglés los varones y en sus "trajes de luces" de diferentes modelos las mujeres, haciendo compañía a una bien bañada novia reluciente de blancura de la cabeza a los pies, ya a un novio de terno azul marino noche, camisa blanca y corbata roja, impecables.

Todos ellos habían esperado pacientemente a que el señor cura terminara la misa, para ir a colocarse en ese lugar, después de participar en la ceremonia, con la devoción y el entusiasmo apropiados para esta clase de rituales religiosos.

El novio que tenía vocación de ateo no se sabe desde cuando, fue el único que sólo para sus adentros, masculló entre dientes uno que otro reniego, cada vez que le ordenaban pararse, sentarse o arrodilarse -justo según él- cuando todas sus coyunturas ya se habían acostumbrado a la posición anterior.

Obviamente, renegaba al no encontrarles sentido a todas estas "movidas" propias de una misa católica. Sin embargo, como era de esperarse en esta ocación, obedeció a todas y cada una de las consignas que el monaguillo del cura fue dando al lo largo de la misa.

La novia María Concepción Chávez era de Huacapampa.  Su casa quedaba en "El Torno", por las cercanías del cerro de Huasminorco y a un lado del camino real a Celendín.  Con la venta de uno de los carnero que le ayudaba a pastar a su madre por las pampas del Pachamanco y que ésta le obsequiara como pago por realizar esos trabajos, se fue al Huauco para hacerse curar un diente que tenía careado y que alguna vez ya le había dolido.  El dentista al obturar el incisivo  -grande como el de un conejo-, encontró que no había otro remedio que enfundarlo en oro, a fin de que el diente no se terminara de podrir, y le pudiera seguir sirviendo para hacer lo que hacen esa clase de muelas, con lo que él se ganaría "alguito" de lo que le significaría ganar por una obturación simple.

Hechos los arreglos econoómicos, María Concepción encontró que el dinero que había obtenido por la venta del "huacho", le alcanzaba de sobra para pagar la muela de oro, por lo que no sin antes hacer el regateo de ley, pagó adelantado por el trabajo y pactó el día y hora en que se lo colocarían.  Ya se imaginaba ella......mirándose en el agua del puquio o en el espejo adosado a la pared de la sala de su casa, sólo para comprobar cuan reluciente le quedaría.  Pero se sintió más contenta aún, al calcular la envidia que iba a generar en sus paisanas, con semejante joya dental.

CONTINUARÁ........................

Las dificultades de Ollanta

Por Ivan Pinhero


Secretario General del Partido Comunista Brasileño 


www.pcb.org.br


Los camaradas del Partido Comunista Peruano y la izquierda peruana en general tuvieron que tomar una decisión muy fácil en las elecciones de este mes. Aparte de aquellos que defendieron el voto nulo como principio, cuya posición tenemos que respetar, no había dudas entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Las diferencias, en este caso, son mucho mayores que entre la opción entre Dilma y Serra. Después de ocho años de gobierno petista [en referencia al PT, Partido de los Trabajadores. N.T.], las diferencias entre los dos polos principales de la “americanización” de las elecciones brasileñas (PT y PSDB) son cada vez menores, como en Europa, donde se turnan en el poder, con receta parecida, los socialdemócratas y los conservadores. La diferencia es la gestión del capitalismo.

En Europa, con el agravamiento de la crisis capitalista, la ”americanización” electoral ha provocado casi invariablemente la llamada “alternancia en el poder.” Como ningún gobierno consigue siquiera mitigar los efectos y los costos de la crisis, que son pagados por la mayoría del pueblo, generalmente la oposición gana las elecciones, porque estas son llevadas al campo de la competencia para gestionar la crisis. Si el gobierno es conservador, los socialdemócratas ganan las siguientes elecciones, y lo mismo al contrario. Véanse los casos de las recientes elecciones, con victorias de las oposiciones: en Portugal y en España, la victoria de la “derecha”; en Italia y en Francia, victoria de la “izquierda”.

Pero volviendo a las elecciones peruanas, allí las diferencias eran clamorosas, no porque Ollanta sea de “izquierdas”, sino porque Keiko no es sólo la hija de Alberto Fujimori, sino que suponía el retorno de lo que los peruanos llaman fujimorismo, o sea, una forma de gobierno basada en la más descarada corrupción, en la represión y en el terrorismo de Estado. De hecho, Allan García (el político más parecido a Fernando Henrique Cardoso en América Latina) había vencido a Fujimori por la “izquierda” hace ocho años.

Es natural la euforia que embargó a la izquierda peruana y de gran parte de latinoamérica con la victoria de Ollanta. Después de todo, además de evitarse el retorno del fujimorismo, se cerró el ciclo neoliberal de García, que gobernó para la burguesía y el imperialismo. El gobierno Ollanta tiende a ser más progresista y nacionalista que el de Allan García. Pero va siendo hora de poner los pies en el suelo, ya que podemos no estar en las vísperas de un gobierno que podamos llamar de “izquierda”.

La primera cuestión a considerar es que, en realidad, fue Keiko la que perdió, mucho más de que Ollanta ganara. Si la segunda vuelta no hubiese sido con la hija de Fujimori, posiblemente cualquiera de los otros tres candidatos conservadores que no pasaron de la primera vuelta podrían vencer en la segunda.

En segundo lugar, hay que ponderar el precio que se ha pagado por la victoria en la segunda vuelta, en lo que se refiere a la dilución del discurso, en forma y contenido, y sobre todo del programa. Los publicistas y asesores al servicio del PT transformaron al candidato en “Ollantita paz y amor”, que sustituyó la camisa roja para la azul celeste, se distanció de Chávez y cambió el programa a unos días de la segunda vuelta, divulgando una réplica peruana de la famosa “Carta a los Brasileños”, en realidad a los banqueros, con los que Lula asumió el compromiso (y lo cumplió fielmente) de no alterar los fundamentos de la política económica del gobierno FHC.

Si Ollanta cumple los compromisos ya asumidos por el gobierno de Alan García, los cambios serán muy difíciles. El presidente saliente firmó un TLC (Tratado de Libre Comercio) con los EEUU y comprometió al país con una integración económica anti-ALBA, que incluye además de Perú, a Chile, México y Colombia. Otro compromiso que Ollanta asumió fue el de mantener la llamada ”autonomía” del Banco Central, o sea, permitir que los banqueros siguan dictando la política monetaria, como en Brasil. Otra dificultad va a ser mantener el crecimiento de la economía peruana, de casi el 8% anual, el mayor de América Latina. Este crecimiento se basa en un modelo de exportación de minerales que es excluyente y depredador, además de contrariar los intereses de los que fundamentalmente eligieron a Ollanta: los campesinos pobres, sobre todo indígenas, como él.

El apoyo que, sin disimulo, el petismo dio a la candidatura de Ollanta, será obviamente cobrado por el capitalismo brasileño, que plantará una bandera más  en su ambición de convertir a Brasil en una gran potencia mundial, en el contexto del imperialismo. Las multinacionales de origen brasileño, financiadas por el BNDES [Banco Nacional de Desarrollo de Brasil] en el gobierno Lula, como nunca en la historia de este país, ya tiene hoy más de cuatro mil millones de dólares invertidos en Perú, disputando el liderazgo en sectores como el petróleo y el gas, la electricidad y la construcción civil.

Algunas diferencias entre el nuevo y el viejo gobierno ya se hacen sentir. En la disputa de los mercados sudamericanos y por las alianzas estratégicas, el capitalismo brasileño va a tener más peso en la economía y en la política exterior peruanas. Por lo que el nuevo Presidente declaró hace unos días en Brasil,  simbólicamente su primer viaje internacional, va a implantar en su país algunas políticas compensatorias, como la Bolsa Familia.

Pero hay otros factores que van a jugar un papel más decisivo en el rumbo del gobierno Ollanta, ya antes de la toma de posesión y del nombramiento de los ministros, periodo en el que las disputas políticas se intensifican.

Lo que vimos principalmente en Chile, en Paraguay, en Argentina y en Brasil es que, si las masas no dan un salto cualitativo en su organización y movilización, podemos elegir presidentes que parezcan de izquierda, pero que no se separarán ni un milímetro de los intereses del capital.

Uno de los problemas es la falta de una mayoría progresista de diputados en el parlamento unicameral. Para cambiar, Ollanta debe gobernar con el respaldo de las masas para presionar al Parlamento. De lo contrario será obligado a caer en la trampa de la gobernabilidad institucional, que lo llevará a diluir o abandonar el proyecto de cambios sociales, a favor de negocios y de concesiones de todo tipo.

Otra complicación, tal vez de mayor peso político, es el riesgo de que los recientes movimientos regresivos del gobierno Chávez se conviertan en una inflexión política y no sólo una táctica, alterando negativamente la correlación de fuerzas en América Latina en favor del imperialismo.

La izquierda sólo tendrá alguna posibilidad de éxito en la disputa política del gobierno Ollanta si cuenta con una explícita movilización popular. Y la izquierda peruana tiene diferencias en relación con la mayoría de los países de América Latina que pueden tener un peso decisivo en la lucha de clases que ciertamente arreciará en Perú; movimientos de indígenas y campesinos fuertes, cohesionados y combativos, un frente de izquierdas orgánico que reúne partidos y movimientos populares (la Coordinadora Política y Social) y, principalmente, la CGTP (Confederación General de Trabajadores Peruanos), una legendaria central sindical clasista, de masas, afiliada a la Federación Sindical Mundial, que hegemoniza cerca de un ochenta por ciento de los sindicatos.



Pero con todas las dificultades y limitaciones, la lucha debe ser librada, con independencia política, para tratar de llevar al nuevo gobierno a un proceso de cambios sociales, hasta donde sea posible. En estas circunstancias, los revolucionarios deben conjugar unidad y lucha, no cometiendo el error de someterse acríticamente al nuevo gobierno, como hacen los reformistas. Tampoco se debe colocar en una oposición ciega y hacer el discurso que hoy interesa a la derecha y al imperialismo, como hacen los que se proclaman ultra-izquierdistas, subestimando la capacidad de las masas para influir en el proceso político. 

30 de junio de 2011

La Casa de la Literatura Peruana

Jueves 4 de agosto 6pm

Casa de la Literatura Peruana
Antigua Estación de Desamparados, espalda del Palacio de Gobierno, frente al Bar Cordano


Jorge Aliaga & Jack Flores

PRESENTACIÓN DE LIBROS Y RECITAL POÉTICO MUSICAL A CARGO DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DEL ORBE (AEADO)





El gallito que leía periódicos y otros cuentos, Editorial San Marcos, Lima, 2011
Autor: Jack Flores Vega
Presentan y comentan el libro: Cesar Vega Herrera:  escritor
                           Marco Polo:  escritor y cantautor



Mufida la Angolesa, Altazor Editores, Lima, 2011
Autor: Jorge Aliaga Cacho
Presentan y comentan el libro: Samuel Cavero y Roger Fabian Antón: escritores
                         
Marco Musical

Cóctel.

28 de junio de 2011

Te recuerdo.

Patty Dal es el seudónimo de la excelsa poeta argentina, Patricia Rojas.

Por Patty Dal

El parque sintió mis pasos silenciosos en este otoño.

Me saludaban los arboles desnudos,

Y la risa de los niños, aquellos, me despertaron de

tu gran recuerdo.

Salía el sol y pintaba radiante, amarillo, el día

como nísperos maduros y en la llovizna

de mis ojos se dibujaba el paisaje con tu

nombre.

Te recuerdo, amor, te recuerdo.

La temblorosa luna de esas noches,

acunaba de besos nuestro canto,

y en la negrura de aquel cielo entregado

deje grabado tu rostro,

para no olvidarlo.

Vio la palida luz del día, mi vida.

Ya no fue la misma,

Y en la mañana de aquel tiempo

que fue tu tiempo,

me entregaste

tu vida.
 
Te recuerdo, amor, te recuerdo,

vestido de lino suspendido en música.

Y en la mesa, con mantel bordado

esperan jugando con arabescos, tus manos.

Y mi boca deseosa de besos tuyos,

murmura un te quiero, no me dejes, acércate a mi recuerdo.

27 de junio de 2011

Názario Chávez Aliaga (1891-1978)

Por Olindo Aliaga Rojas y Gutenberg Aliaga Zagarra

Por sus excepcionales dotes intelectuales y extraordinario sentido político, así como por la fecunda obra desarrollada a través de una vida  puesta al servicio de los nobles ideales, Nazario Chávez Aliaga simboliza uno de los auténticos valores de Cajamarca y del Perú actual.  Su recia personalidad está nutrida de hechos sobresalientes, que revelan en toda su magnitud al hombre de acción y clara inteligencia que le han permitido alcanzar el alto sitial que ocupa, fundamentalmente en el campo de la literatura.
Su abuelo paterno Don Nazario Chávez Sánchez fue herido de bala, por un grupo de sediciosos de fuera que trataron, en más de una vez someter al glorioso pueblo del Huauco a la felonía de sus designios políticos.  La dignidad y la honra de un pueblo es infinitamente superior al sacrificio de un hombre.  Por eso, murió su abuelo, cayendo de bruces en la plaza memorable del Huauco.  Por eso, se sacrificó, entregando su vida como un mensaje de amor a su pueblo.
Su padre Don Manuel Resurrección Chávez Reyna, de encendida voz, cabello blanco y pequeños ojos azules que sonreían tras los lentes, fue uno de los Patriarcas del pueblo del Huauco, por ello, después de las luchas fatricidas del colapso que sufrió la nación, con motivo de la guerra con Chile, se desencadenaron bandas de montoneros, quienes provistos de armas llegaron al pueblo del Huauco, tomándolo por asalto asalto y reduciendo a prisión al padre de Nazario Chávez junto a otros hombres representativos del lugar. quienes con gran coraje, altivez y temple, decidieron correr su propia suerte, antes que rendirse a las imposiciones de sus verdugos.
Por eso, tan pronto como las tropas del Gobierno, llegaron a la Plaza de Armas del Huauco, asediadas por el cansancio, lo primero que hizo Nazario Chávez con ayuda de 25 muchachos, fue exigir a las fuerzas del Gobierno que les facilitaran a sus fusiles y sus cananas para constituirse a la cárcel pública de Celendín donde se encontraba preso su padre por su negativa de pagar el cupo de mil soles que le impusieron los montoneros.  Libre su padre se unieron a los hombres y mujeres del pueblo, que portando hachas, machetes, palos y piedras se disponían a emprender la persecución de los asaltantes, cuya acción conjunta dio lugar a la derrota definitiva de las tropas que huían despavoridas por las faldas de Cantange, donde los derrotaron fulminantemente, muriendo en la refriega el coronel Verástegui, cuyo cadáver fue enterrado como vino al mundo en una tumba clandestina; y, cay{o herido el segundo jefe, Coronel Zanoni.
Cierto es que el batallón Malcriados - que así se hicieron llamar- supo cumplir con su deber a la altura de su dignidad, poniendo así el primer hito de un episodio que tuvo el alto significado de valor y de heroísmo del Huauco.
Fue su madre Doña Clara Aliaga Horna de resaltante acción humanitaria.
Cuando su padre le anuncia que debía de ir a la escuela, la respuesta fue tajante: lo pensaré, le contestó el fornido niño. Días después, cuando vio la cosa seria, una madrugada del mes de abril, poncho al hombro y sus llanques bien puesto, emprendió su huída hacía el lugar llamado La Lechuga, un pequño terreno que cultivaba su padre, a unas seis leguas del Huauco.  El predio formó parte de la hacienda de los Cacho Souza, en donde trabajó su padre como caporal.
Retornó al hogar, para después ir del brazo de su progenitor a la escuela, en cuyo frontis se leía un inscripción que en letra grande y negra decía: "con sangre entra la letra".  Y esa humilde y triste escuelita de Don Encarnación Sánchez pretendió lavar con sangre el pecado de la ignorancia de los niños y lo lavó a fin de cuentas.  Como el profesor Encarnación Sánchez, verdadero justicialista de la época, era muy recto, por quítame esas pajas a cualquier alumno lo castigaba , Nazario Chávez fue uno de los ajusticiados, a quien le sacó más de una vez sangre de las nalgas.
De esta escuela pasó a otra más tolerante, menos pegadora y clemente.  por aquellos años, un grupo de padres de familia del Huauco, comprometieron a un joven maestro cajamarquino, que po en el 4to. añor desconocidad circunstancias llegó al Huauco, llamado Artemio Tavera Sorogastúa, para dirigir una escuela o un colegio particular; matriculándose Nazario Chávez.  Después de ciertas pugnas internas entre alumnos y profesores, vino la reconciliación franca, a tal punto que existía entre ambos ese sentimiento de lealtad en la consecución de la tarea común de la educación.  La flamante escuela sorprendió por su organización en docencia y su espíritu noble y altruista.
Viajó a Cajamarca y se matriculó en el Colegio Nacional de San Ramón. reiniciando su educación con el mayor empeño y con la grande responsabilidad, concluyendo sus estudios con gran éxito.  Durante sus estudios secundarios se produjo el conflicto de fronteras con el Ecuador (1909-1910).  El Perú debía organizarse para defender la agresión y movilizar sus efectivos y prepararse para la guerra.  Alumno del segundo año de media del Colegio San Ramón se alistó en las filas de los Voluntarios de Cajamarca, a tal decisión se opuso su padre, pero, Nazario Chávez se dijo: "Mi patria antes que nada", y se marchó a Lambayeque, donde se acuarteló, sometiéndose a un riguroso entrenamiento.  Días después llegaron los Voluntarios de Lima  con el Regimiento de Caballería No 3, , en el que viajaba el alférez Manuel Prado, comandante del Pelotón No 1 de su arma.
Por esas raras coincidencias inesperadas el alférez Prado, le brindó su amistad, uno de sus mejores amigos y protector después.  Cosas de la vida.  El alférez Prado consiguió que Nazario pasara a servir en su Regimiento, marchando juntos de Lambayeque a la frontera donde permanecieron cuatro semanas.
Con el alférez Prado y otros jefes recorrieron la frontera en toda su extensión, de día y de noche, hacían guardia permanente, de pronto, se tuvo conocimiento de una orden militar superior por la que se comunicaba a las fuerzas del norte que el problema fronterzo con el Ecuador, había sido resuelto favorablemente.
Conjurada la situación, el alferéz Prado y su rgimiento retornaron a Lima, y Nazario,regresó a Cajamarca.
Quien podría imaginarse que el alférez Manuel Prado, futuro y dos veces Jefe Supremo de la Nación, futuro Nación, y Nazario Chávez Aliaga, futuro Secretario General de la República, deberían estar juntos en la trinchera, jugándose la vida.  Por eso, cuando Prado, candidato a la Presidencia de la República, supo que Nazario Chávez Aliaga, se encontraba preso en la Intendencia se constituyo a Palacio de Gobierno a pedir su libertad al presidente Oscar R Benavides.  Pedido que fue satisfech0o a pocos días de haber sido solicitado.
Su vocación por la enseñanza lo llevó desde muy joven a concursar la plaza de director de la Sección Preparatoria del Colegio Nacional San Ramón de Cajamarca, concurso que duró cerca de un mes.  Al final el éxito estuvo a su favor, dejando atrás a más de una decena de adversarios, todos ellos bien recomendados.
Al año y medio de haber estado desempeñando el cargo de Director de la Sección Preparatoria del Colegio, fue nombrado con retención de su cargo, profesor de Literatura y Castellano del mencionado centro, en la vacante que dejó el Dr. Enrique Hachemcister, por motivo de enfermedad.
(Extracto de la obra "Personajes de la Historia Sucrense" de Olindo Aliaga Rojas y Gutenberg Aliaga Zagarra, Gráfica del Norte, 2009).