Por Jorge Aliaga Cacho
Pasaje Ronald, es el título de la novela portuaria del escritor y académico, Jorge Briceño Miller. La novela ambientada en el Callao, histórico puerto peruano, en la costa del Pacifico, narra la historia de Marcelino Uribe, un joven, casi niño, que llegara al puerto para trabajar, como ayudante, a la edad de 16 años. En el Callao, conoce al gallego Pepe Cavia y al siciliano, Nini Belucci; quienes se convertirían en sus mentores. La novela, registra los pasos de Marcelo Uribe que, poco a poco, llega a la cima de su organización sindical y ocupa la secretaría general del gremio.
La novela, empieza
con el grito de: ‘¡Todos a bordo!’, en la voz de la tía Yola, la mami del
burdel que ella regentaba, allí en las oscuras noches del Callao.
‘‘¡La Casa de la tía Yola les da la bienvenida! ¡Aquí estamos solo para servirles! ¡Que disfruten del viaje!’’. Así, empezaba la noche entre ritmos de salsa que invadían los ambientes de los salones, porque, debe decirse, que ,no hay pueblo del mundo donde más se ame la salsa, que en el Callao. Entonces, desde lo alto, la tía Yola dirigía la mirada hacia la pista de baile, donde las parejas ensayaban sus pasos de baile y los marineros, y estibadores se ponían cachondos.
La novela, describe con gran verisimilitud vida, tal cual, como la vive el pueblo
chalaco: sus vicisitudes, trajinar, pasiones y deformaciones. Capítulo a capítulo, esta novela nos lleva al corazón del puerto donde, a ritmo de salsa, se producen subyugantes escenas de la realidad chalaca.
'- Me gustas mucho -dijo Gavilano al oído de La Charito.
- Tú también me gustas mucho. A pesar de no atender los favores que te pido.
- ¿De qué hablas? Yo siempre estoy a tus órdenes.
- Has archivado el caso de Marcelo Uribe y no me has dicho por qué ni me has avisado personalmente. Me he enterado por terceros.
-Solo es algo provisional, Charito. Es que la policía, esos ineptos, no pueden avanzar. No tienen nada. Pero ese es su trabajo, yo no podía hacer más. Hay plazos que son inevitables. Pero te prometo que...
- No te preocupes. Olvídate de eso ahora. Dediquèmonos a nosotros -dijo Charito, mientras se desabotonaba la blusa para mostrar su hermoso busto. Gavilano bajò el sujetador de su amante y comenzó a besar sus senos'. Pasaje Ronald, es una novela recomendable para quienes deseen conocer el espíritu del puerto del Callao.