Por Jorge Aliaga Cacho
El Palacio de Arkhangelskoye, es una finca histórica situada a unos 20 kilómetros al oeste de Moscú. En 1703-1810 Arkhangelskoye pertenecía a Galitzine, y desde 1810-1917, a la familia Yusupov. En 1917 la propiedad de los Yusupovs fue nacionalizada por los bolcheviques. Hoy en día Arkhangelskoye es un museo estatal. La propiedad está construida en un estilo clasicista, con el palacio prominente frente al río Moscú y un jardín con terrazas regulares decorado con muchas estatuas antiguas. Otras obras notables incluyen un palacete llamado el Caprice, monumento a Catalina II de Rusia. Otro a Alexander Pushkin, y, también, un teatro del siglo XVIII diseñado por, el famoso italiano, Pietro Gonzaga (1751-1831). El edificio más antiguo de Arkhangelskoye es la iglesia de San Miguel Arcángel (1646).Entre otros también están San Puertas que es un edificio que no llegó a terminarse de construír, conocido como "Columnata", fue diseñado para servir como mausoleo del hijo mayor de la última princesa Yussupova. Este edificio sirve hoy como sala de exposiciones. También son de destacar dos extensiones del sanatorio construidas en la década de los años treinta. Hoy, estas extensiones, son parte de un hospital militar. La finca es famosa por su exquisita colección de obras de arte entre pinturas, esculturas, muebles, cerámicas e interiores.También son de destacar dos extensiones del sanatorio construidas en la década de los años treinta. Hoy, estas extensiones, son parte de un hospital militar. La finca es famosa por su exquisita colección de obras de arte entre pinturas, esculturas, muebles, cerámicas e interiores.También son de destacar dos extensiones del sanatorio construidas en la década de los años treinta. Hoy, estas extensiones, son parte de un hospital militar. La finca es famosa por su exquisita colección de obras de arte entre pinturas, esculturas, muebles, cerámicas e interiores. Los propietarios de la finca inmortalizaron al gran poeta ruso Alexander Pushkin (1799-1837), erigiéndole una estatua en los jardines del palacio. Pushkin había visitado la finca en dos oportunidades. En el año 1827 el gran poeta y su amigo, SA Sobolev, famoso bibliófilo, fueron ambos invitados por Nicolai B Yusupov a su finca en Arkhangelsk. El principe les mostraría su colección de arte y una excelente biblioteca en las dos "grandes salas del palacio." Es posible también que el príncipe mostrara a sus invitados los objetos de sus viajes, los poemas que le dedicara P. Beaumarchais y el "Álbum de amigos", con los que viajó por Europa a finales del siglo XVIII. Mi recuerdo de esta histórca visita será imperecedero. Fue un día de agosto del 2013. El diseño de sus espacios quedarán grabados en mi memoria. Durante mi visita el cielo se encendió e iluminó las construcciones y jardines, como también, las esculturas, escaleras y el río. Me encantó dirigir mis pasos por un camino, en medio de los jardines, cubierto de arboles en dos hileras que se juntaban en sus copas. Era el camino construído para la zarina que lo usaría para protegerse de los rayos del sol cuando este azotaba los grandiosos campos de la finca real. Al llegar al río. unas bancas, dispuestas en la orilla,te invitaban a sentarte y verías pasar las aguas del río Moscú como lo hiciera antes. Los patos, cerca a tus ojos, nadando en el río, y las palomas más cerca todavía, como en todas partes, pidiendo pan, y yo sin poder contener la emoción de tanta historia encerrada en ese lugar, a sólo veinte kilómetros de Moscú. Mi pensamiento final fue imaginar como habrían entrado los bolcheviques a tomar posesión de ese aristocrático state el día que triunfó la revolución. Definitivamente el río parecía indiferente al ver que allí todo había cambiado.Mi pensamiento final fue imaginar como habrían entrado los bolcheviques a tomar posesión de ese aristocrático state el día que triunfó la revolución. Definitivamente el río parecía indiferente al ver que allí todo había cambiado.Mi pensamiento final fue imaginar como habrían entrado los bolcheviques a tomar posesión de ese aristocrático state el día que triunfó la revolución. Definitivamente el río parecía indiferente al ver que allí todo había cambiado.