por Jorge Aliaga Cacho
Felipe Pardo y Aliaga, dueño de fina sátira, elegancia y de cuna aristócrata, nació en Lima un 11 de junio de 1806. Se han cumplido más
de dos cientos años desde el nacimiento de éste ilustre escritor limeño que
debiera ser materia de estudio por quienes buscan las obras de los grandes
maestros. Según observación del crítico Jorge Cornejo Polar, su obra costumbrista se concentra en su período de
juventud (entre 1829 y 1840); se dedicó a producir
exclusivamente lo que denominó como “poesía cívica”, donde su amor hacia el
Perú se manifiesta en dos tipos de textos: 'aquellos donde elogia a la patria y
manifiesta su deseo de servirla, y aquellos donde censura las prácticas
políticas, proponiendo cambios'. Pardo era un convencido, nos dice Cornejo Polar, que por medio de la
literatura se podía enderezar al país, es decir, usando el poder de la palabra
escrita para influenciar en la mentalidad de las personas. Esto último
es corroborado por nuestro gran amigo y maestro Luís Yañez que en innumerables oportunidades ha dado importancia al poder de la palabra y hasta 'al fuego de la palabra’. Por su parte César Miró también se ha referido
acerca de Felipe Pardo y Aliaga y, en el prologo de “Poesía y artículos”, ha
sustentado que Pardo y Aliaga ‘no es el único cuya actitud pueda aparecer
sospechosa de absolutismo porque la disconformidad constituye la tónica del ochocientos,
no en lo que se refiere a una conducta reñida con el espíritu liberal sino en
lo relacionado con la crítica lapidaria, del iracundo corregidor de males que pueden
provocar verdaderas catástrofes’. Y efectivamente, así lo afirma el escritor
cuando escribe: ‘Lector, los males de la patria apuran, y hablar es
fuerza. Si arden mis verdades, también
arden los cáusticos y curan’. Por ello quisiera despertar en los lectores y
escritores el interés en la lectura de la obra de éste ilustre escritor limeño.
Cesar Miró, el autor de “Todos vuelven”, finaliza su aguda semblanza de nuestro
escritor anotando que tiempo después Gonzáles Prada también criticaría, aunque
en forma más violenta a la sociedad peruana pero que, sin embargo, el nombre
del autor de “Pájinas libres” pasará a la historia como un líder que agita la
causa revolucionaria ‘y no con aquellos que denuncian el resentimiento del
aristócrata que, en el fondo, era esa la filiación secreta de don Manuel’. El
año 2006 se cumplieron dos cientos años del nacimiento de Felipe Pardo y
Aliaga. César Miró, cumplirse cien años
de la muerte del escritor nos dice, refiriéndose al cuadro que Francisco Lazo
le pintará al autor de “El espejo de mi tierra”: aquí el rostro de don Felipe
sonríe- adivina su tránsito inminente; pero que está seguro de su inmortalidad.
Y esa inmortalidad del escritor eminentísimo al cumplirse cien años de su
muerte en esta ciudad limeña, en su patria que él hubiera deseado perfecta y,
porque no lo era, porque le conmovía su existencia caótica, provocó su crítica
severa y, en el fondo, amarga y dolorosa’. Quisiera terminar esta nota
invocando a los amantes de la literatura a revelar las obras de cientos de escritores
que, como Felipe Pardo y Aliaga, esperan también nuestra atención, lectura,
promoción y difusión.
Constitución Política
por Felipe Pardo y Aliaga
Título III
Gobierno Democrático
electivo,
fundado en la unidad, republicano,
temporal, responsable, alternativo,
emanación del Pueblo Soberano;
y en final resultado es lo efectivo
de este calificar pomposo y vano,
que el Gobierno, de intriga o fuerza emana,
y hace después cuanto le da la gana.
En el siguiente link pueden escuchar la opinión de Luís Alberto Sánchez en referencia a Don Felipe Pardo y Aliaga. http://youtu.be/rXzA-OfNcQc