En el campo de Prójorovka reina el silencio. Solo se escuchan de vez en cuando campanas que llaman a los parroquianos a misa en la iglesia de Pedro y Pablo, construida por donación popular en memoria de los soldados muertos en el frente de Kursk.
Hace 70 años tuvo lugar aquí una terrible batalla, el enfrentamiento de tanques más importante de la historia mundial. Ardió todo lo que podía arder, todo quedó cubierto por el polvo y el humo de tanques, pueblos, bosques y campos de trigo en llamas. La tierra se quemó hasta el punto de que no quedó una sola brizna de hierba. Aquí se encontraron frente a frente la guardia soviética y la élite de la Wehrmacht: las divisiones de tanques de la SS.
“¡Comeremos en Kursk!”
La batalla en el frente sur del arco de Kursk había comenzado el 4 de julio. Pero los principales acontecimientos se desarrollaron en la mañana del 5 de julio, cuando los alemanes lanzaron el primer ataque masivo con sus unidades acorazadas.
La mañana del 5 de julio el comandante de la división 'Adolf Hitler', el obergruppenführer Josef Dietrich, se acercó a sus tanques Tiger y un oficial gritó: "¡Comeremos en Kursk!".
Pero los oficiales de la SS ni comieron ni cenaron allí.
El campo de operaciones Prójorovka
A las 8:30 del 12 de julio los grupos de asalto soviéticos pasaron a la contraofensiva contra el 4º ejército Panzer.
Para repeler el ataque de las tropas soviéticas el comandante alemán, Erich von Manstein lanzó todas las fuerzas disponibles, porque comprendía perfectamente que el éxito de un ataque soviético podía terminar en una derrota de todos los grupos de ataque del Ejército Sur alemán. En un frente enorme, con una longitud total de 200 km, se desató una encarnizada batalla.
Los combates más violentos del 12 de julio se desarrollaron en el conocido como campo de operaciones de Prójorovka. Esta franja de tierra había sido tomada por el enemigo como resultado de una intensa batalla durante el 11 de julio. En el campo de operaciones se desplegó y actuó el principal grupo del enemigo compuesto por el 2º cuerpo de tanques de la SS. El mando soviético lanzó sobre este grupo su principal golpe.
Jefe militar soviético Pável Rotmistrov: "Dentro de unos minutos los tanques del primer convoy de nuestros cuerpos 29 y 18, disparando mientras avanzaban, impactaron contra las formaciones militares del ejército fascista alemán, con un ataque tremendamente impetuoso, atravesando literalmente la formación militar del enemigo.
Sus Tiger y Panzer, habiendo perdido en el combate cercano la superioridad de fuego de que disponían al comienzo del ataque, en sus enfrentamientos con nuestras otras unidades de tanques, se batieron con éxito contra los tanques soviéticos T-34 e incluso con los (ligeros, redacción original) T-70 en distancias cortas.
El campo de combate se cubrió de humo y polvo, la tierra tembló con los potentes disparos. Los tanques chocaban unos contra otros y cuando se enganchan y no podían separarse combatían a muerte hasta que uno de ellos ardía en llamas o se detenía con las orugas destrozadas. Pero los tanques tocados, si el armamento seguía funcionando, continuaban disparando".
Oficial tanquista soviético Evgueni Shkurlalov: "El primer tanque lo derribé cuando me movía a lo largo de un campo junto a la vía del tren y literalmente a una distancia de 100 metros vi un tanque tipo Tiger que estaba en uno de mis flancos y disparaba a los nuestros.
Por lo visto nos había derribado a muchos tanques porque las máquinas pasaban a su lado y este aprovechaba para disparar los flancos de los nuestros. Apunté un proyectil y disparé.
El tanque comenzó a arder. Volví a disparar y el tanque ardió aún más. La tripulación saltó fuera pero por alguna razón no me entraron ganas de seguirles. Rodeé el tanque y después derribé un tanque T-III y un Panzer. Cuando derribé el Panzer me surgió un sentimiento de éxtasis, ¿sabe? Por haber hecho algo tan heroico".
Tanquista alemán de la división acorazada 'Adolf Hitler', Wilhelm Ress: "De pronto un T-34 apareció y fue directo hacia nosotros. Nuestro primer radioperador comenzó a pasarme proyectiles para que yo los pusiera en el cañón. Al mismo tiempo el comandante arriba gritaba sin parar: "¡Fuego! ¡Fuego!" porque el tanque se acercaba cada vez más. Y solo después del cuarto "Fuego" escuché: "¡Gracias a dios!"
Después, pasado un tiempo, pudimos ver que el T-34 se había parado a ¡tan solo ocho metros de nosotros! En la parte de arriba de la torreta, como estampadas, había aberturas de 5 centímetros [...]. Las formaciones de los dos bandos se mezclaron. Nuestros tanquistas derrotaron con éxito al enemigo a corta distancia pero nosotros también sufrimos grandes pérdidas".
De los documentos del Archivo central de Ministerio de Defensa de la Federación Rusa: "El tanque T-34 del 2º batallón de la 181 brigada del cuerpo 18 de tanques del capitán Skripin se lanzó contra una formación de Tiger y derribó a dos tanques enemigos antes de que un proyectil de 88 mm cayera sobre la torreta de su T-34 y atravesara el blindaje lateral. El tanque soviético comenzó a arder y entre el sargento Nikolayev y el radioperador Zirianov sacaron al capitán herido del tanque destrozado.
Se escondieron en un agujero a pesar de lo cual uno de los Tiger les descubrió y se dirigió hacia ellos. En ese momento Nikolayev y el artillero Chernov saltaron de nuevo en la máquina en llamas la arrancaron y la dirigieron directamente sobre el Tiger. Los dos tanques explotaron con el impacto".
El ataque de los nuevos tanques soviéticos llenos de munición, sorprendió tremendamente a las extenuadas divisiones del enemigo y el avance alemán se extinguió.
También sufrieron grandes pérdidas parte de la división de tanques de la SS Reich por los ataques de los cuerpos 2º y 2º de la guardia de tanques que avanzaron al contraataque por el sur de Prójorovka. Como resultado del contraataque de las principales fuerzas del 5º ejército de tanques en el sudeste de Prójorovka fue cortado por el avance de las divisiones acorazadas de la SS 'Cabeza muerta' y 'Adolf Hitler' en el noreste, estas divisiones sufrieron tales pérdidas que posteriormente ya no pudieron realizar un ataque en toda regla.
Las bajas totales de los dos bandos en la batalla de tanques de Prójorovka se calcula que son las siguientes: el bando soviético perdió 500 tanques y acorazados y el bando alemán, 300. El resultado de la contienda
El grupo Sur del ejército alemán fue el que sufrió más bajas en los primeros siete días de la guerra antes incluso de la batalla de Prójorovka. Pero la principal importancia de la batalla de Prójorovka fue que los soldados soviéticos asestaron un enorme golpe y consiguieron contener a las divisiones de tanques de la SS que avanzaban sobre Kursk.
Esto rompió el ánimo de la élite del ejército alemán, tras lo que perdieron definitivamente la fe en la victoria de las armas alemanas.
Artículo original en ruso en Nezavísimoe voénnoe obozrenie.