Por Jorge Aliaga Cacho
Gilbert Bécaud, (Toulou (24 de octubre 1927, París - 18 de diciembre de 2001), fue un famoso chansonnier francés, prolífico, como Charles Aznavour o Edith Piaf, que hizo sus primeras canciones con Jacques Pills, esposo de la cantante francesa.
Gilbert Bécaud, hace más de 40 años, hizo presentaciones en Moscú. Vuelto a Francia, escribió la canción "Natalie", (1964), y la dedicó a su intérprete rusa. Esta canción da cuenta de la caminata efectuada por Bécaud y su guia, Natalie, alrededor de Moscú, visitando la Plaza Roja. La tumba de Lenin. Evoca las conversaciones que tuvieron acerca de Lenin y la Revolución de Octubre, del "Café Pushkin" y de la nieve que cubría la Plaza Roja, como si fuera un tapiz. Registra también las celebraciones con los estudiantes en las viviendas universitarias, canta a los llanos de Ucrania, al chocolate caliente y tantas cosas que conversaron en el "Café Pushkin", supuestamente el lugar donde bebieron chocolate caliente.
La canción se hizo muy popular en Francia y, no era de extrañar que, cuando los franceses visitaban Moscú se afanaban en buscar el dicho "Café Pushkin" que nunca pudieron encontrar. Durante mi primera visita a Moscú, en el 2001, me encontré con mi guía en el centro mismo de la Plaza Roja, a la altura del mausoleo de Lenin. Ella me llevaría al "Café Pushkin" pero no me contaría la historia que recién aprendería hace unos dias, de los labios de Natalia, mi amiga rusa, quien me contó, para mi asombro, que el "Café Pushkin" había sido una fantasía poética de Bécaud .
Sin embargo, esta canción obligó a Andrey Dellos, conocido restaurateur ruso, a inaugurar el "Café Pushkin", que finalmente abrió sus puertas el 4 de junio de 1999, en el bulevar Tverskoy Moscú, en una mansión de estilo barroco. La apertura contó con la presencia de Gilbert Bécaud que allí cantó su canción famosa: "Natalie ".
Durante las recientes festividades de enero me animé a caminar por las cercanías de ese renombrado lugar. Salí del departamento y me dirigí hasta la estación de trenes de Belorusskaya, seguí con dirección al monumento de Mayakovski. Llegué al "Café Pushkin" que estaba totalmente iluminado. Me acerqué a leer la carta fijada en la entrada del establecimiento. Los precios de las botellas de vino rompieron el encanto de los recuerdos evocados por la canción. El vino ruso a cien dólares la botella y los precios subían hasta los cuatro mil dólares por la botella de un vino francés. El Concha y Toro, de Chile, a 650 dólares. Las imágenes de los estudiantes y sus utopías, el chocolate caliente y las risas estudiantiles que recordaban la canción, que inspira esta nota, se desvanecieron ante la brutal realidad de una Rusia que no se conmueve ante la pobreza y malestar de una importante parte de su población que trabaja en condiciones muy parecidas a las condiciones que se sufren en los países en vías de desarrollo, o del tercer mundo. Rusia firmemente abraza el modelo de desarrollo capitalista, neoliberal, y quedan para contarlo el frío, la nieve, y los zapatos fríos.
Svetlana Kopaneva mi guìa en Moscù, años 2001, 2011 |
Natalia Ivanovna mi guìa en Moscù, años 2011, 2012, 2013, 2014 |