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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Novela "Gato Egipcio'' del escritor nacional Raúl Gálvez Cuéllar, presentada en la ciudad de Huacho en el marco del I Encuentro Internacional de Poetas y Escritores "Raúl Gálvez Cuellar"(2012), por el escritor, jurista y político nacional, Genaro Ledesma Izquieta.
Por Jorge Aliaga Cacho.
Algunos autores peruanos han merecido un comentario y la lectura de su obra por parte del brillante intelectual, sexólogo y presentador de televisión, Marco Aurelio Denegri. Esa merecida deferencia ha recaído en la obra del gran escritor, poeta y decimista, Raúl Gálvez Cuéllar. Transcribo este comentario aparecido en el blog del amigo Julio Solórzan Murga para beneplácito de mis lectores. Estoy seguro, que ellos lo usarán para efectuar un juicio de la significativa obra del gran escritor tacneño.
Recordado e ilustre amigo: Recibí tu Gato Egipcio y me lo leí de un tirón. Veo que me nombras en la página 43, a propósito de la aféresis de biciclista, que en inglés no se produjo, ya que se sigue diciendo bicyclist. Lo que ahora llamamos afrancesadamente bicicleta (bicyclette) es el diminutivo de biciclo (bicycle), y así se decía en la segunda mitad del siglo XIX (la bicicleta es un invento de esa época). Nosotros ya no decimos biciclo (vehículo de dos ruedas), pero seguimos diciendo triciclo (vehículo de tres ruedas). Completamente admisible el vocablo parlamentiroso (17, 42) y también cerbestia (39). Feliz el retruécano de la espera y la manzana (12) y también el del salicilato de soda (62) y así mismo el de “máster” (72). Nada más, hermano, y me despido como lo solía hacer César Vallejo en sus cartas: Las dos manos.
Durante el gobierno derechista de Carlos Andrés Perez al pueblo venezolano no se le permitía salir a protestar a las calles y eran reprimidos brutalmente; recuerdan los miles de muertos del Caracazo el 27 de febrero de 1989, o el Bogotazo en Colombia en 1948. Ahora el gobierno bolivariano presidido por Nicolás Maduro, como vemos en las pantallas de televisión, no usa la fuerza represiva como se hizo en el pasado. Le da a la protesta de la derecha suficiente espacio para sus manifestaciones que las han desarrollado cometiendo mucho daño a la propiedad púbica y privada en su afán de desestabilizar al gobierno de Venezuela. Sus acciones han llegado al atrevimiento de atacar las estaciones de los servicios del metro, transporte público que usan los trabajadores y el pueblo. Eso es como, si viéramos a una turba en Lima, destrozar a nuestros trenes eléctricos que son usados por las personas más necesitadas que viven en partes alejadas de sus centros de labores. Servicios de transporte, dígase de paso, que han sido pagados con los impuestos del pueblo. Peor aún estos resentidos sociales, de la derecha venezolana, agentes a sueldo, pagados por la reacción, se han atrevido a atacar, en horas de la noche, a un hospital de niños.
Una de las motivaciones de la Asamblea Constituyente en Venezuela será ver asuntos relacionados con este tema y buscar la opinión y decisión del del pueblo organizado para una solución, pacífica y democrática, con la participación de todos los sectores de la sociedad venezolana. Después de ver la clase de gente que muchas veces llega al Congreso de una nación, no por mérito sino, por la plata empleada en una campaña, se puede decir que una Asamblea Constituyente representada por las organizaciones constituidas en forma democrática pueden brindar más confianza que una 'recua' de congresistas que llegan al Congreso para robar. Caso peor el peruano donde el robo y la corrupción han sido cometidos, al parecer, por todos los últimos presidentes del país. Vergüenza total. Y tienen estos individuos el atrevimiento, el descaro de criticar a una Venezuela Bolivariana que de acuerdo a la FAO, organismo de las Naciones Unidas, coloca a este país en el puesto 71 del ranking mundial en desarrollo social de un total de 194 países incluyendo el Vaticano. Esta derecha cavernaria, con sus agentes internos y externos tienen los días contados, por ello, no quieren que se deasrrolle la Asamblea Constituyente. Su plan no es el diálogo sino un golpe de estado para entregar el petroleo, gas natural, oro, agua, y demás riquezas naturales al imperio norteamericano y permitir bases militares norteamericanas en su territorio igual como se viene haciendo en el Perú, Colombia y otros países. Luego de ver la timidez y hasta flaqueza con que responde la guardia bolivariana al vandalismo fascista, sería bueno pensar en las palabras que enunciara Jean Paul Sartre: "Al fascismo se le destruye. El diálogo no es para las bestias".
Nicolás Maduro aseguró que el proceso constituyente acabará con "todos los ataques violentos de los grupos fascistas” de la derecha.
"La Constituyente es un proceso de liberación del dominio imperialista, del acoso internacional de la derecha", aseveró este jueves el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre la Asamblea Nacional Constituyente, convocada el pasado 1 de mayo.
Maduro aseveró que “con la Constituyente nos vamos a liberar de todos los ataques violentos de los grupos fascistas”, en referencia a las acciones violentas de calle, impulsada por la derecha venezolana, que han dejado más de 40 muertos y 900 heridos desde inicios de abril.
El mandatario venezolano afirmó que "una Asamblea Nacional Constituyente de carácter social, transformadora. Es una Asamblea Nacional Constituyente para reorganizar la Patria. Es el máximo poder que puede tener un país y gracias al comandante (Hugo) Chávez y el proceso Constituyente de 1999 quedó aquí (en la Constitución) en los artículos 347-348 y 349".
Si Estados Unidos interviene en Venezuela, como lo ha hecho en otros países que tienen ricos recursos naturales, les aseguro que muy pronto hará lo mismo en el Perú. ¿Por qué creen que tropas de ese país están en nuestro territorio? ¿Para casar terroristas o narco-terroristas? Lo dudo. ¿Acaso hemos visto que hayan capturado siquiera a uno? No. Los militares estadounidenses ni siquiera tuvieron la iniciativa de salir a ayudarnos durante el desastre natural que sufrimos con el desborde de los ríos. Contrariamente, sí lo hizo Venezuela, nuestra república hermana envió un avión, víveres y médicos para socorrernos. Existen muchas personas que han caído presas de la propaganda del sistema neo liberal y no ven el peligro de posibles acciones intervencionistas, las mismas que permitirían a los Estados Unidos apoderarse de los recursos naturales de Nuestra América. Muchos que parecieran 'mudos' no articulan posición, ni a favor ni en contra, de lo que sucede en Venezuela, sucesos que afectan la estabilidad de nuestra región. Los pueblos de Nuestra América han sido, una vez más, burlados por el gobierno de loes Estados Unidos y sus agentes que, a través de sus medios de 'desinformación', implementan su política de disociación, un arma de guerra psicológica que utiliza el sistema de dominación imperante, para manipular las mentes del pueblo, estableciendo, de ese modo, modelos de comportamiento que no permita ver la realidad sino una realidad distorsionada a favor de los intereses de dominación imperialista. 'El individuo, víctima de la disociación, pierde con el tiempo su capacidad de diferenciar lo verdadero de lo falso, formándose una realidad ficticia que no le permite entender de forma razonable los hechos sociales, políticos y económicos. Una burda técnica de manipulación de masas, al mejor estilo de la Alemania nazi, se ha estado aplicando en estos últimos 17 años contra nuestro pueblo'. Es importante reflexionar sobre esta situación que aqueja a la Patria Grande, en general, y a Venezuela en particular. Debemos tener en cuenta nuestro compromiso con las justas y verdaderas aspiraciones de los pueblos del mundo. No debemos ser vencidos por la campaña de disociación, tenemos que pensar con más profundidad al respecto y no tomar, solamente, como elementos de análisis, los puntos de vista que vienen, precisamente, de esa campaña disociativa que nos condena a una enfermedad mental, una sicosis, que se manifiesta en la alteración global de la personalidad. La lucha contra este mal es un reto para toda la humanidad. De no vencerlo seríamos meros espectadores, testigos cómplices, una vez más, de abuso y engaño contra un pueblo históricamente hermano, como es el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela. El pueblo venezolano es noble pero existe en él una minoría fascista que, en conciliábulo con el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y la OEA, generan acuerdos para desestabilizar a la patria bolivariana que ha decidido: no ser más el patio trasero delos Estados Unidos. La revolución liderada por el Presidente Nicolás Maduro, es una donde los negros, indígenas, blancos, y todos en general, tienen los mismos derechos y oportunidades pero con una tendencia, por parte del gobierno bolivariano, a ayudar a los más necesitados, a los siempre postergados en la historia. Esta realidad no puede ser aceptada por los Estados Unidos, y su sistema neo liberal, pues ello sería 'un mal ejemplo' para los países del 'patio' donde cosechan, a su antojo con la ayuda de Constituciones amañadas, las riquezas de nuestros países. Un ejemplo bueno, como el de Venezuela, pone en riesgo los planes del sistema imperante. Venezuela viene demostrando con sus proyectos de interés social, que son un ejemplo para América Latina, que sí podemos avanzar en el desarrollo de nuestros pueblos. Pero esto es un golpe muy fuerte para el imperio que ha montado una campaña internacional de odio contra la patria de Don SImón Bolívar y el Comandante Hugo Chávez. La Organización de la Naciones Unidas, a través de la FAO, premió el año pasado a la República Bolivariana de Venezuela por haber disminuido el hambre en ese país. Del mismo modo el Indice de Desarrollo Humano, IDH, programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ubica a Venezuela en el puesto 71 de un total de 194 países, incluido El Vaticano. Esta ubicación está por encima del promedio de países en América Latina. La disociación y la 'cacosmia mental', es tal, que la gente no se da cuenta del estado real de las cosas, es decir: ver la verdadera realidad y no la realidad distorsionada que es con la que nos hostiga la media nacional y extranjera, en manos de los más ricos y poderosos del mundo, interesados siempre en intervenir en cualquier lugar donde exista la oportunidad de apropiarse de riquezas ajenas.Venezuela no está sola, tiene a su lado a los pueblos y gobiernos progresistas del mundo. Su causa es la causa de los latinoamericanos y de todos los pueblos que quieren ver rotas las cadenas de la explotación imperial que nos azota. Renovemos nuestra solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela y su presidente, Sr. Nicolás Maduro. Avancemos en la realización del sueño de la Patria Grande. 'Somos libres seámoslo siempre'.
El Nobel peruano, que cumple 80 años, publica 'Cinco esquinas', donde las maniobras de la dictadura de Fujimori se sobreponen a una historia con tintes de comedia sexual.
Por JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Dice Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) que Cinco esquinas es su novela más improvisada, lo cual es decir mucho en un autor que lo tiene todo pensado antes de sentarse a escribir. Esta vez apenas tenía una idea: la revelación de que Alberto Fujimori y el hombre fuerte de su dictadura, Vladimiro Montesinos, utilizaban la prensa para intimidar a sus opositores. “Los desacreditaban con escándalos de cama publicados en pasquines a los que el propio Montesinos les ponía los titulares”, cuenta el novelista, al que se le cruzó por el camino el affaire entre la esposa de un chantajeado y su mejor amiga. A Vargas le espera una primavera ajetreada —nueva novela, 80º cumpleaños el próximo día 28, entrada en la Pléiade en abril—, pero la tarde de la entrevista, celebrada en la casa de Isabel Preysler, su pareja, en Madrid, parece tener todo el tiempo del mundo.
PREGUNTA. Cinco esquinas se abre con una escena erótica que marca parte de la novela. ¿La prueba de que una escena así funciona es que excite al lector?
RESPUESTA. Si una novela en la que el erotismo desempeña un papel importante no excita al lector es que ha fracasado. La función de la novela es hacer que uno salga de su realidad y viva la del libro.
P. ¿El escritor también se excita o está demasiado metido en la mecánica?
R. Hombre, pues sí, cierta excitación sexual la sientes, es un aliciente a la hora de escribir. Al mismo tiempo, si no llegas a sentir cierta depresión cuando describes escenas desgarradoras, no creo que estés en el estado de ánimo ideal para conseguir lo que quieres. Un escritor vive todas las experiencias que describe, se convierte en asesino, en víctima, en amante. Al mismo tiempo tiene que prevalecer cierto control intelectual porque el lenguaje es una materia que debes utilizar muy conscientemente. Con pura emotividad no escribes una buena novela jamás; sin el sentimiento de estar tú adentro, tampoco.
P. ¿Dónde está el límite entre erotismo y pornografía?
R. En la calidad exclusivamente. La pornografía es un erotismo mal escrito.
P. ¿Es más difícil en una sociedad que lo ha visto todo, como la nuestra?
R. Sí, porque hay una permisividad en la que casi no hay secretos. El erotismo es una representación con algo de teatro, cierto, pero lo privado es fundamental.
P. La invasión de la vida privada durante la dictadura de Fujimori es el gran tema de la novela. ¿Fue así en la realidad?
R. La primera escena busca precisamente recrear el ambiente de la dictadura. Si no hubiera habido toque de queda, probablemente esas dos señoras no hubieran tenido que pasar la noche juntas. Y sin ese clima de claustrofobia, el sexo no hubiera aparecido en su vida como escape para las tensiones. El toque de queda obligaba a estar horas encerrado, y eso influyó en las costumbres de la gente: si se reunía para cenar, no tenía más remedio que pasarse la noche entera. Había una enfermiza atmósfera de inseguridad provocada por el terrorismo, el contraterrorismo y la delincuencia común. No sabías quién te mataba. Un clima así lo altera todo, incluidas las relaciones sexuales.
P. En la parte política de sus memorias, El pez en el agua, decía usted que Montesinos era un personaje novelesco. Ahora está en su novela. ¿No temió que lo que fue real en la vida pareciera inverosímil en un libro? Es tan malvado…
R. Hay personajes que son potencialmente unos monstruos y solo aparecen como tales en circunstancias concretas: las dictaduras, por ejemplo. Recuerdo haber visto en persona, cuando yo era estudiante, al hombre fuerte de la dictadura del general Odría: Esparza Zañartu. Tenía un poder inmenso y me impresionó la mediocridad del hombre. No sabía ni expresarse y era clarísimamente muy inculto.
P. ¿Un personaje así es un problema o un regalo para un escritor?
R. Es un incentivo, porque los malos suelen ser personajes más atractivos que los buenos. Los malos son inolvidables, de los buenos no se acuerda nadie. Tal vez porque la novela es, como decía Bataille, la expresión del mal. Todo lo que no se puede aceptar en la vida real toma posesión de la novela. Es nuestra forma de expresar lo que tenemos maldito y satanizado.
P. ¿Llegó a conocer a Montesinos?
R. Personalmente, no. Pero era imposible no saber de él. Llegó a acumular tanto poder que asustó al propio Fujimori. Grababa las corrupciones que propiciaba entre periodistas, empresarios y políticos. Y grabó a Fujimori.
P. ¿No le dio miedo?
R. La campaña electoral me vacunó contra el miedo. Fueron meses de una violencia tan terrible que soy un caso típico de cómo la gente se acostumbraba a todo. En Perú hubo unos 70.000 asesinados en los años de Sendero Luminoso, un porcentaje brutal para un país de 25, 26 millones de personas. Al final la gente se divertía, seguía viviendo, se acostumbraba al horror.
P. Y Fujimori dijo cambiar libertad por seguridad.
R. Fue el pretexto, pero la violencia de Estado fue tan atroz como la terrorista.
P. ¿El fin nunca justifica los medios?
R. Eso es crear una bola de nieve que crece y crece y al final provoca una violencia que se lleva a todo el mundo por delante. Una democracia debe defenderse, pero es fundamental mantenerse dentro de la ley. Si no, el terrorismo gana porque impone sus reglas: la matanza, la tortura.
P. ¿Cómo se salió de aquello?
R. Lo que nos salvó fue que el fanatismo de Sendero Luminoso era tal que generó una reacción en los campesinos, principales víctimas de la violencia. Eso fue lo decisivo, no la violencia salvaje y la guerra sucia desencadenadas por el Gobierno.
P. Más que la violencia, en su novela está presente el uso de la vida privada como arma arrojadiza. ¿Dónde empieza la vida privada de un personaje público?
R. Si desaparece el derecho a la privacidad, se destruye un valor fundamental para la supervivencia de los otros valores. Sin vida privada se produce un retroceso hacia la barbarie. La civilización se puede definir de muchas maneras, pero la más obvia es el cuidado de las formas. Es lógico que una persona pública —sobre todo un político— tenga que aceptar cierta vigilancia sobre su conducta, pero se ha llegado a unos extremos donde esa vigilancia se ejerce de una manera abusiva. Por una aberración, eso se confunde con la libertad de prensa.
P. ¿El periodismo amarillea?
R. Todavía hay un periodismo serio, pero cada vez son más tenues sus fronteras con el que no lo es. Una de las características de la cultura de nuestro tiempo es que el entretenimiento se ha convertido en un valor que prevalece sobre los otros. Y eso ha arrastrado al periodismo. Cada vez se tiende más a hacer de la información una diversión. Los periódicos serios no pueden prescindir de una cierta información chismográfica porque pierden lectores.
P. ¿Era consciente de que las páginas sobre el periodismo se leerían pensando en su relación con Isabel Preysler? ¿Influyó eso en la escritura?
R. La última versión la escribí cuando vivía los estragos del periodismo amarillo. Inconscientemente tal vez ha influido. Nunca pensé que me vería envuelto en un escándalo informativo de esa magnitud. Al mismo tiempo fue una experiencia muy instructiva para escribir esa parte.
P. Pero usted siempre ha sido un personaje público.
R. Pero hay grados. Nunca había llegado al periodismo de las revistas sociales. Fue el descubrimiento de un mundo que pensaba que era pequeñito, pero que es inmenso y mueve mucho dinero. No es casualidad que haya fotógrafos que se pasen horas esperando a ciertas personas para sorprenderlas. Uno se queda desconcertado porque, con los problemas que hay en el mundo, parece un juego.
P. Decía que la campaña electoral le vacunó contra el miedo. ¿Qué paraliza más a un escritor: ser candidato a presidente o ganar el Nobel de Literatura?
R. La política te ocupa tanto el tiempo y la mente que es imposible escribir. En los meses de campaña no alcanzaba a leer casi. No me concentraba. En las mañanas, tempranito, leía poesía. El peligro del Nobel es que empieces a sentirte una estatua. Y una estatua pierde la espontaneidad, no quiere correr riesgos, tiende a repetirse. Más que a escribir, se dedica a tronar.
P. ¿Cree que la gente lo lee ahora de otra manera?
R. La gente parte del supuesto de que el Nobel te mata, que después del premio eres un cadáver. No te toman en serio. Pero si uno hace el esfuerzo, puede seguir manteniéndose vivo después del Nobel.
P. Esta es la primera novela que publica después de la muerte de su agente, Carmen Balcells. ¿Ella llegó a leerla?
R. Sí. Queriéndonos muchísimo, siempre nos peleábamos. La última vez que estuve con ella le dije: “Carmen, te advierto que lo que no voy a permitirte es que aproveches mi relación con Isabel para promover mi novela”. Ella me dijo: “Tú dedícate a lo tuyo y no te metas en mi trabajo” [se ríe]. Pobre Carmen, era una persona extraordinaria, la más generosa y tierna que he conocido y, al mismo tiempo, una matriarca. Carme Riera contó el día del homenaje en Barcelona que Carmen le había dicho: “Yo no doy consejos a mis autores, les doy órdenes”. Es la pura verdad. En el campo literario nadie puede reemplazarla.
P. ¿Ha pensado en cambiar de agencia?
R. No, yo tengo una deuda enorme con Carmen. Ojalá la agencia mantenga el vigor que le dio ella. Los que están allí tienen gran empeño en seguir su obra, pero no hay que engañarse: es muy difícil.
P. ¿Tiene usted algún lector que le diga lo que no quiere oír?
R. Mientras escribo procuro que nadie lea lo que estoy haciendo, pero sí tengo lectores. Hay una persona que trabaja en la agencia de Carmen y cuya opinión para mí es valiosísima: Jorge Manzanilla. Es uno de los mejores lectores que hay en España. Su lucidez para juzgar una obra literaria, para señalarte qué funciona y qué no, es enorme. Me gusta mucho que sea uno de los primeros en leer lo que escribo. Siempre da opiniones muy certeras y con absoluta franqueza, sin medias tintas. Hay pocos críticos tan agudos.
P. Pronto cumplirá 80 años. ¿Sigue haciendo sus “planes quinquenales”?
R. Sí, pero no sé si podré cumplirlos.
P. ¿Alguno que se pueda saber?
R. Tengo una obra de teatro dándome vueltas. Y un proyecto comenzado hace tiempo. Hay un libro que me impresionó: Hacia la estación de Finlandia [de Edmund Wilson, un recorrido por las ideas que culminaron en la revolución soviética]. Es un ensayo bellísimo donde las ideas son personajes. Me gustaría hacer algo con ese modelo pero sobre los pensadores liberales. Partir de Adam Smith y contar cómo se va abriendo camino la idea de libertad económica como una libertad de la que dependen todas las otras; y al revés: ella depende de que existan las demás. Es un proyecto a largo plazo, pero me gustaría poder realizarlo. Proyectos no me faltan, lo que me falta es tiempo.
Actos de vandalismoeconómico los vivió Chile durante el gobierno del presidente Salvador Allende que, al igual que hoy los vive el presidente Maduro en Venezuela. Nicolás Maduro que fuera elegido en forma democrática sufre hoy las acciones golpistas de la derecha venezolana, que en conciliábulo con el imperialismo norteamericano, y los países de gobiernos títeres en la OEA, tiene como objetivo desestabilizar al gobierno para instaurar en Venezuela un gobierno pro imperialista que retroceda los avances que ha alcanzado el país. El ranking de crecimiento social publicado por las Naciones Unidas ubica a Venezuela como uno de los países con mejor desarrollo social en la región. El año pasado, por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas, a través de la FAO, premió a Venezuela por haber logrado la disminución en el porcentaje de las personas que sufren hambre en el país. La reducción fue de un 50%, la cifra más baja de su historia: 4.8%. En esa línea el gobierno bolivariano quiere seguir avanzando con la implementación del CLAP, un sistema que asegura la distribución de alimentos, casa por casa, que la burguesía venezolana boicotea por medio de una guerra económica que se manifiesta en las maniobras de las empresas capitalistas para desabastecer, acaparar, especular e inducir al país a una inflación. A pesar de todos estos embates, los logros de la revolución bolivariana son precisos: entre ellos podemos destacar que el 80% de educandos atiende, en los tres niveles, educación gratuita. En el rubro de viviendas el gobierno de Nicolás Maduro ha superado lo que los gobiernos de derecha han hecho en 91 años de gobierno. Es decir, en ese periódo, repito 91 años, desde el gobiernos de Juan Vicente Gómez hasta el de Rafael Caldera, en Venezuela se construyeron 1 millón 400 mil viviendas. Pero en solo 4 años, repito 4 años, el gobierno del Sr. Maduro ha construido, y entregado a los sectores más necesitados, 1 millón 600 mil viviendas, hecho sin precedentes en la historia de viviendas de América Latina. Sobre todo porque son departamentos confortables de 90 m2, modernos, funcionales, a bajo costo y que no permite que una empresa capitalista te robe en las hipotecas o en intereses. La media imperialista cierra los ojos a estos logros en Venezuela porque para ellos el avance en el aspecto social es un mal ejemplo. Estas ratas de nuestra sociedad solo piensan en el crecimiento del valor de las acciones de sus inversionistas, nunca pensaron en el desarrollo social de los pueblos. Al margen de la historia de las viviendas podemos mencionar que el gobierno bolivariano ha dotado a Caracas de un moderno sistema de transportes a un bajo costo, rápido, eficiente y confortable para 6 millones de pasajeros. Esta historia tampoco la cuenta la CNN y la prensa basura en todos los países que se subordinan a los intereses de los Estados Unidos.Hoy, el gobierno bolivariano necesita la solidaridad de los pueblos del mundo para resistir los embates del imperialismo que, en alianza con las burguesías de todos los países del mundo, viene, a través de sus empresas de difusión: desinformando acerca de la realidad en la Venezuela bolivariana.Algunos son muy jóvenes para recordar los hechos que ocurrieron en Chile en 1973. Otros que se consideran de izquierda, y hasta revolucionarios, no comprenden, o no quieren comprender, y lo que es peor: Callan. A ellos aconsejo ver el siguiente documental acerca de la guerra económica contra el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile, la misma que fue diseñada por la CIA de los Estados Unidos para instaurar un gobierno fascista que torture y diera muerte a decenas de miles de ciudadanos de izquierda, entre ellos al cantante Victor Jara, y al propio presidente del Gobierno de la Unidad Popular, Salvador Allende.
"La batalla de Chile" (La insurrección de la burguesía), es considerada por muchos críticos como el mejor documental chileno de todos los tiempos.