Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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26 de enero de 2025

Ensayos de Resistencia

Jorge Aliaga Cacho

¿Por qué los americanos quisieron independizarse de España y Portugal?

Por Jorge Aliaga Cacho

En febrero de 1583, el virrey Martín Enriquez de Almanza escribió a Felipe II, rey de España y Portugal: 'Quiero comenzar manifestando que todas las cosas en esta tierra están en buen estado, con mucha paz y calma'. Cincuenta años después de la conquista, el peligro de una reconquista indígena de América era mínimo en opinión de los españoles. Los 'indios' de Pernambuco estaban subyugados; la resistencia de los incas en Vilcabamba y otras regiones de América había terminado. De un período de asentamiento, los españoles habían pasado a un período de consolidación y estabilidad.

Casi doscientos años después, los 'indios' se rebelaron de nuevo. En 1742, José Santos se resistió a la autoridad española. Los esfuerzos de los españoles por penetrar en las montañas de Tarma y Jauja, en Perú, para aniquilarlo terminaron en fracaso y el movimiento de José Santos sólo terminó con su propia muerte catorce años después. En la provincia de Chayanta, Alto Perú, también se rebeló Tomás Catari, y en 1781 sus tropas atacaron y aniquilaron a varios realistas cerca de Chuquisaca, mientras que en Perú el cacique José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru, al mando de un ejército de cuarenta mil (algunos estiman sesenta mil) personas, sacudió las bases del colonialismo español.

Sahuaraura Titu Atauchi, un 'indio' realista y enemigo de Tupac Amaru escribe: 'Desde el sacrificio del corregidor Arriaga nuestras pérdidas alcanzan la cantidad de dos millones de pesos a causa de las obras públicas arruinadas, y esto es diecinueve días después de la muerte del corregidor' (Titu Atauchi Sahuarara, "Estado del Perú", página 166).

En Nueva Granada, en 1781, cuatro mil 'indios' americanos al mando de Javier Mendoza se alzaron contra los españoles y los derrotaron. El valiente pueblo, en su mayoría desarmado, rodeó a los doscientos peninsulares, bien armados', que en lugar de contraatacar, prefirieron rendirse y abandonar sus fusiles. Algunos españoles huyeron, y otros se unieron a los insurgentes. Creemos que estos hechos, en los que los 'indios' americanos desempeñaron el papel de principales protagonistas, deben ser considerados para establecer un balance, cuando abordemos las causas posteriores de la independencia en la América del Sur.

Tupac Amaru y sus seguidores, es cierto, no plantearon la independencia, pero creo que su reclamo de reforma representa un paso firme en esa dirección. Básicamente, Túpac Amaru quería la revocación de los corregidores y poner fin a los repartimientos. Quería que cada provincia elija un alcalde de origen 'indio', y una Real Audiencia en el Cusco. Finalmente, querían que el rey de España tratara directamente con las colonias. Tupac Amaru, escribió: 'Mi deseo es que este tipo de jefes, funcionarios, penitenciarios, sean suprimidos por completo: que cesen sus repartimientos; que en cada provincia haya un alcalde de la misma nación india... que en esa ciudad, Cusco, se erija Real Audiencia... dejando al Rey de España como negociador directo con las colonias'.

'Daniel Valcárcel, en su libro "La Rebelión de Túpac Amaru", afirma que la rebelión de Túpac Amaru tuvo consecuencias inmediatas, y también otras que siguieron después (página 162). John Lynch, en su contribución a la Enciclopedia de Cambridge de América Latina, escribe: 'El ataque napoleónico de 1808, fue la ocasión más que la causa de la independencia. Los hispanoamericanos, ya habían comenzado a poseer un orgullo por sus países de origen, una conciencia de sus propios intereses e identidad, una convicción de que eran americanos, no españoles'.

Creo que esta convicción de identidad por parte de los hispanoamericanos no es de causa desconocida. Me gustaría argumentar que la cultura precolombina tuvo un papel que desempeñar en esta convicción sostenida por criollos y mestizos. En México, el hambre y la indignación de los indios se demostraron en una violenta revolución social que estoy seguro influyó en el padre Hidalgo, su líder, en 1810. En la Nueva Granada, Francisco Miranda y Simón Bolívar fueron influenciados por los filósofos franceses y, a pesar de la 'lealtad' pasiva a la corona demostrada por los 'indios', creo que los criollos también fueron influenciados por hombres como Tomás Catari, Túpac Amaru y muchos otros representantes de la población nativa que sin duda representaron el cambio social.

Creo que la tesis del "patriotismo criollo", o la del "republicanismo clásico", que pretende diferenciar los movimientos de la independencia, no ayuda a expresar la unidad de la población nativa, en su resistencia a la dominación extranjera en todo el 'nuevo' continente, incluida la resistencia de los 'indios' norteamericanos. La apatía que muestran los 'indios' hacia las ideas criollas sobre la 'independencia' se demuestra hoy como correcta, cuando vemos a América, ​​y a los habitantes de este continente, más dependientes que nunca y castigados por 500 años de explotación, irrecuperable, de sus mejores recursos.

En 'defensa' de los españoles, sólo podemos decir que su forma depredadora de colonialismo fue denunciada constantemente en la corte de Madrid por muchos miembros del clero y altos funcionarios.

Richard H. Stephens, en su libro 'Riqueza y poder en el Perú', escribe: 'La ley vivida existe en los 'haceres y no haceres' transmitidos de madre a hijo. Existe en los proverbios y la sabiduría popular. Se expresa en la frase 'las formas del mundo'. La ley vivida, o 'cultura viva', determina lo que sucede en la práctica. Existía en las ideas que guían la moral, la filosofía, la religión, la ética y los sistemas ideológicos. En la América Latina rural, cuya civilización no conoció el alfabeto, las reglas que conforman la `cultura viva' se transmiten por tradición. Los cuentos, los poemas, las canciones y la enseñanza oral son los vehículos. Las reglas se transmiten también por el arte'.

Desde los primeros tiempos coloniales podemos ver en América los choques entre culturas. Estos se reflejan en la estructura social y económica de las colonias. La clase criolla era una clase 'importante' en la América colonial. Estaba compuesta por miembros de sangre española 'pura', y otros que llevaban una mezcla, de sangre española e 'indígena'.

En la época colonial, América tenía una jerarqía social: los peninsulares, o chapetones, ocupaban la cima de la jerarquía social. Los criollos, eran numéricamente muy superiores a los espan̈oles. Sin embargo, los puestos militares, políticos y eclesiásticos, más altos, estaban monopolizados por los peninsulares, que se consideraban superiores a los criollos. Los criollos, por su parte, monopolizaban las profesiones y los puestos administrativos menores. Poseían grandes propiedades de tierra y dominaban la actividad minera y el comercio.

La condición inferior de los criollos, creó descontento durante todo el período colonial y esta situación empeoró cuando, en los siglos XVII y XVIII, llegaron a América, ​​españoles de "clase baja" que no eran importantes en España, pero que llegaron a América, ​​aventurándose a colocarse en un nivel de igualdad con los más altos de los criollos. La 'aristocracia', en América, ​​era odiada por los criollos que no aceptaban su posición secundaria en la jerarquía social. Por debajo de ellos, habían numerosas gradaciones sociales que incluían: mestizos, 'indios', esclavos negros y varias mezclas de español, 'indio' y negro.

Esta injusta división en la estructura de la sociedad, y el descontento que produjo, se reflejó en las relaciones antagónicas entre las clases sociales en América colonial, y fue la razón principal de las aspiraciones de independencia de los criollos, mestizos y esclavos negros que veían perspectivas de libertad individual.

La guerra de 1796, entre España e Inglaterra, produjo un bloqueo y escasez que agudizó, aún más, el conflicto entre los comerciantes españoles y los productores criollos. Los primeros, daban a los criollos el precio mínimo por sus productos, y cobraban el máximo por sus importaciones; los segundos, se quejaban de las leyes comerciales que favorecían a la metrópoli. Protestas en este sentido, se oyeron con fuerza en Caracas, en Lima y en Buenos Aires, donde exigían la apertura del comercio con Gran Bretaña. El conflicto entre españoles y criollos, pasó del ámbito económico al terreno político, cuando los Borbones aumentaron el poder de la corona, y presionaron a los peninsulares, para que recuperaran su dominio en el poder judicial, la burocracia, la Iglesia y la milicia. La lucha de los criollos no se limitó, por tanto, a conservar sus puestos de trabajo, sino también a defender su posición tradicional y controlar la formulación de políticas.

Expuesto lo anterior, es necesario dejar en claro que, la lealtad de los comerciantes hacia la corona, fue hasta muy tarde en su reinado. Los comerciantes, contribuyeron económicamente a la derrota del movimiento de Túpac Amaru. Entre 1777 y 1814, según Alberto Flores Galindo, los comerciantes limeños habían donado cinco millones de pesos a la corona, para ayudar a la empresa militar de España en Europa. Cuando las Juntas de Gobierno protestaron en La Paz, Quito, Caracas, Buenos Aires, etc., los comerciantes, el Tribunal del Consulado, reunieron un millón de pesos para combatir el desorden. En 1812, la misma fuente limeña recaudó 496.000 pesos para sostener a las tropas reallistas en el Alto Perú, y, en el mismo año, se dieron 45.285 pesos para organizar expediciones contra los rebeldes del Altiplano y Buenos Aires. Más tarde, esta fuente limeña, proporcionó un préstamo de un millón de pesos para el virrey y la corona. El mismo año, los comerciantes donaron 100.000 pesos para la recuperación de Quito.

Lima, sostuvo a las tropas realistas de todo el continente. La prevista crisis económica de la colonia, fue otro factor que debilitó la autoridad colonial. Las condiciones subyacentes, que esta crisis puso de manifiesto, prepararon el ánimo de los criollos y mestizos progresistas para presionar por la 'libertad'. La crisis, vino con una disminución de la producción minera. A partir de 1812, el rendimiento del centro minero de Cerro de Pasco comenzó a declinar. El intercambio comercial con España también disminuyó. Sin embargo, esta crisis mercantil terminó en 1814, cuando los comerciantes mejoraron nuevamente su situación económica, proporcionaron otro millón de pesos a la Corona; y 40.000 pesos para apoyar el plan militar del virrey Abascal en el Río de la Plata.

Para 1815, la ayuda económica brindada por los comerciantes y la 'aristocracia' de Lima no era suficiente.

Los comerciantes limeños pusieron su marina mercante, a disposición de las autoridades españolas, para impedir cualquier incursión patriótica. Cuando la flota patriota llegó a la costa central del Perú, los barcos fueron capturados o destruidos. Este hecho, marcó otro golpe para los realistas que perdieron el puerto del Callao. El puerto limeño, tenía la hegemonía del Pacífico. Cuando los realistas lo perdieron, esa perdida se constituyó en el golpe, económico y político, más duro para los comerciantes. En el pasado, los comerciantes, habían dominado los puertos de Guayaquil y Valparaíso. Las guerras por la independencia de América, fueron guerras alimentadas por el antagonismo, entre terratenientes y comerciantes, un conflicto de intereses entre productores e intermediarios. La guerra de España con Inglaterra, en 1796, encontró a los productores, aún más abusados, ayudados por el bloqueo, impuesto a las colonias, el mismo que permitió a los comerciantes pagar precios mínimos por las exportaciones, y máximos por las importaciones.

Desde muy temprano, en la historia de América, vemos que las causas que llevaron, a los americanos, a convertirse en 'independientes', tuvieron orígenes complejos, internos y externos. Las contradicciones se encuentran, no sólo entre las colonias sino, también fuera de ellas. Madrid, por ejemplo, insistió en el derecho de registrar a los barcos británicos que navegaban en aguas españolas. En marzo de 1738, el capitán Jenkins hizo una denuncia en la Cámara de los Comunes: se quejaba de la indignidad que había sufrido a manos de los españoles, blandiendo un ataúd que, supuestamente, contenía su propia oreja, que se la había cortado un español. La guerra 'no declarada' por los mercados de Ámérica del Sur, era obvia. La actividad del contrabando aumentó, hasta el punto de ser considerada una industria nacional, si consideramos el estímulo que recibió de las autoridades británicas.

En la América colonial, el contrabando ayudó a las economías de las colonias en el siglo pasado, pero se trataba de dinero del mercado negro que no estaba destinado a aumentar el poder de las autoridades españolas, ni de la clase de sangre mestiza, que ansiaba más libertad, y resentía el desprecio en que los tenían los colonos de pura cepa europea. Esta, era la clase mestiza que intentó rebelarse primero en Perú en 1741, y en México en 1742. Su misma existencia, fue otra buena razón para las aspiraciones de independencia de los pueblos americanos.

Varioss historiadores, han señalado que la Revolución Francesa de 1789 fue un factor importante que impulsó la revolución en América. Sugiero, que la revolución en Haití, ocurrida en 1793, donde los negros bozales expulsaron a los colonialistas franceses, y proclamaron una república independiente; y la rebelión de Tupac Amaru, en la que participaron mestizos, 'indios' y negros, también influyeron en los líderes del movimiento independentista. Sin embargo, el objetivo, de estos esfuerzos por la independencia, no era lograr una revolución social, sino política.

La verdadera motivación que movía a los criollos, era ganar la libertad de desarrollar la producción de exportación, y su interés era comerciar directamente con Gran Bretaña.

La independencia de Brasil, fue proclamada por el príncipe Pedro de Barganza en 1822. Sin embargo, la lucha por la independencia había comenzado, en 1789, con la conspiración republicana en Oruro Preto, Minas Gerais. La división en Brasil, también era evidente en sus élites, que se dividieron según líneas que correspondían a sus vínculos con Portugal, es decir: los plantadores y comerciantes. La facción portuguesa, se convirtió en el Partido Conservador y apoyó una monarquía fuerte y centralizada en Brasil. La facción antiportuguesa, se convirtió en el Partido Liberal, que apoyaba una monarquía limitada.

En mi opinión, las élites criollas de América secuestraron el curso real de la revolución. Los ideales de Tupac Amaru, nunca fueron los ideales de los criollos en la América del virreinato. Finalmente, puedo afirmar: que las causas del fin del colonialismo, en América, están vinculadas a la necesidad de la clase dominante de reestructurar su maquinaria de poder: de no dar este paso reformista, fuerzas revolucionarias habrían propuesto medidas radicales para cambiar la estructura social dl econtinente. Los primeros años reformistas de los precursores de la 'independencia', fueron rápidamente eclipsados ​​por los caudillos, y representantes del viejo orden, que subyugan hasta el día de hoy a nusetros pueblos.

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