Por Olindo Aliaga Rojas y Gutenberg Aliaga Zagarra
Por sus excepcionales dotes intelectuales y extraordinario sentido político, así como por la fecunda obra desarrollada a través de una vida puesta al servicio de los nobles ideales, Nazario Chávez Aliaga simboliza uno de los auténticos valores de Cajamarca y del Perú actual. Su recia personalidad está nutrida de hechos sobresalientes, que revelan en toda su magnitud al hombre de acción y clara inteligencia que le han permitido alcanzar el alto sitial que ocupa, fundamentalmente en el campo de la literatura.
Su abuelo paterno Don Nazario Chávez Sánchez fue herido de bala, por un grupo de sediciosos de fuera que trataron, en más de una vez someter al glorioso pueblo del Huauco a la felonía de sus designios políticos. La dignidad y la honra de un pueblo es infinitamente superior al sacrificio de un hombre. Por eso, murió su abuelo, cayendo de bruces en la plaza memorable del Huauco. Por eso, se sacrificó, entregando su vida como un mensaje de amor a su pueblo.
Su padre Don Manuel Resurrección Chávez Reyna, de encendida voz, cabello blanco y pequeños ojos azules que sonreían tras los lentes, fue uno de los Patriarcas del pueblo del Huauco, por ello, después de las luchas fatricidas del colapso que sufrió la nación, con motivo de la guerra con Chile, se desencadenaron bandas de montoneros, quienes provistos de armas llegaron al pueblo del Huauco, tomándolo por asalto asalto y reduciendo a prisión al padre de Nazario Chávez junto a otros hombres representativos del lugar. quienes con gran coraje, altivez y temple, decidieron correr su propia suerte, antes que rendirse a las imposiciones de sus verdugos.
Por eso, tan pronto como las tropas del Gobierno, llegaron a la Plaza de Armas del Huauco, asediadas por el cansancio, lo primero que hizo Nazario Chávez con ayuda de 25 muchachos, fue exigir a las fuerzas del Gobierno que les facilitaran a sus fusiles y sus cananas para constituirse a la cárcel pública de Celendín donde se encontraba preso su padre por su negativa de pagar el cupo de mil soles que le impusieron los montoneros. Libre su padre se unieron a los hombres y mujeres del pueblo, que portando hachas, machetes, palos y piedras se disponían a emprender la persecución de los asaltantes, cuya acción conjunta dio lugar a la derrota definitiva de las tropas que huían despavoridas por las faldas de Cantange, donde los derrotaron fulminantemente, muriendo en la refriega el coronel Verástegui, cuyo cadáver fue enterrado como vino al mundo en una tumba clandestina; y, cay{o herido el segundo jefe, Coronel Zanoni.
Cierto es que el batallón Malcriados - que así se hicieron llamar- supo cumplir con su deber a la altura de su dignidad, poniendo así el primer hito de un episodio que tuvo el alto significado de valor y de heroísmo del Huauco.
Fue su madre Doña Clara Aliaga Horna de resaltante acción humanitaria.
Cuando su padre le anuncia que debía de ir a la escuela, la respuesta fue tajante: lo pensaré, le contestó el fornido niño. Días después, cuando vio la cosa seria, una madrugada del mes de abril, poncho al hombro y sus llanques bien puesto, emprendió su huída hacía el lugar llamado La Lechuga, un pequño terreno que cultivaba su padre, a unas seis leguas del Huauco. El predio formó parte de la hacienda de los Cacho Souza, en donde trabajó su padre como caporal.
Retornó al hogar, para después ir del brazo de su progenitor a la escuela, en cuyo frontis se leía un inscripción que en letra grande y negra decía: "con sangre entra la letra". Y esa humilde y triste escuelita de Don Encarnación Sánchez pretendió lavar con sangre el pecado de la ignorancia de los niños y lo lavó a fin de cuentas. Como el profesor Encarnación Sánchez, verdadero justicialista de la época, era muy recto, por quítame esas pajas a cualquier alumno lo castigaba , Nazario Chávez fue uno de los ajusticiados, a quien le sacó más de una vez sangre de las nalgas.
De esta escuela pasó a otra más tolerante, menos pegadora y clemente. por aquellos años, un grupo de padres de familia del Huauco, comprometieron a un joven maestro cajamarquino, que po en el 4to. añor desconocidad circunstancias llegó al Huauco, llamado Artemio Tavera Sorogastúa, para dirigir una escuela o un colegio particular; matriculándose Nazario Chávez. Después de ciertas pugnas internas entre alumnos y profesores, vino la reconciliación franca, a tal punto que existía entre ambos ese sentimiento de lealtad en la consecución de la tarea común de la educación. La flamante escuela sorprendió por su organización en docencia y su espíritu noble y altruista.
Viajó a Cajamarca y se matriculó en el Colegio Nacional de San Ramón. reiniciando su educación con el mayor empeño y con la grande responsabilidad, concluyendo sus estudios con gran éxito. Durante sus estudios secundarios se produjo el conflicto de fronteras con el Ecuador (1909-1910). El Perú debía organizarse para defender la agresión y movilizar sus efectivos y prepararse para la guerra. Alumno del segundo año de media del Colegio San Ramón se alistó en las filas de los Voluntarios de Cajamarca, a tal decisión se opuso su padre, pero, Nazario Chávez se dijo: "Mi patria antes que nada", y se marchó a Lambayeque, donde se acuarteló, sometiéndose a un riguroso entrenamiento. Días después llegaron los Voluntarios de Lima con el Regimiento de Caballería No 3, , en el que viajaba el alférez Manuel Prado, comandante del Pelotón No 1 de su arma.
Por esas raras coincidencias inesperadas el alférez Prado, le brindó su amistad, uno de sus mejores amigos y protector después. Cosas de la vida. El alférez Prado consiguió que Nazario pasara a servir en su Regimiento, marchando juntos de Lambayeque a la frontera donde permanecieron cuatro semanas.
Con el alférez Prado y otros jefes recorrieron la frontera en toda su extensión, de día y de noche, hacían guardia permanente, de pronto, se tuvo conocimiento de una orden militar superior por la que se comunicaba a las fuerzas del norte que el problema fronterzo con el Ecuador, había sido resuelto favorablemente.
Conjurada la situación, el alferéz Prado y su rgimiento retornaron a Lima, y Nazario,regresó a Cajamarca.
Quien podría imaginarse que el alférez Manuel Prado, futuro y dos veces Jefe Supremo de la Nación, futuro Nación, y Nazario Chávez Aliaga, futuro Secretario General de la República, deberían estar juntos en la trinchera, jugándose la vida. Por eso, cuando Prado, candidato a la Presidencia de la República, supo que Nazario Chávez Aliaga, se encontraba preso en la Intendencia se constituyo a Palacio de Gobierno a pedir su libertad al presidente Oscar R Benavides. Pedido que fue satisfech0o a pocos días de haber sido solicitado.
Su vocación por la enseñanza lo llevó desde muy joven a concursar la plaza de director de la Sección Preparatoria del Colegio Nacional San Ramón de Cajamarca, concurso que duró cerca de un mes. Al final el éxito estuvo a su favor, dejando atrás a más de una decena de adversarios, todos ellos bien recomendados.
Al año y medio de haber estado desempeñando el cargo de Director de la Sección Preparatoria del Colegio, fue nombrado con retención de su cargo, profesor de Literatura y Castellano del mencionado centro, en la vacante que dejó el Dr. Enrique Hachemcister, por motivo de enfermedad.
(Extracto de la obra "Personajes de la Historia Sucrense" de Olindo Aliaga Rojas y Gutenberg Aliaga Zagarra, Gráfica del Norte, 2009).