La guerra en Ucrania: ¿Qué está pasando?

         

Jorge Aliaga Cacho

Por Jorge Aliaga Cacho

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavro, ha manifestado que: 'los objetivos geográficos de Rusia en Ucrania han cambiado' porque existe una geografía diferente. Ahora, aclara el ministro, no se trata solo de las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, sino que Rusia tiene ahora como objetivo tomar la región de Gherson. Estos cambios en la estrategia militar rusa, ha explicado, Sergei Lavrov, se deben a la enorme cantidad de recursos que la OTAN está poniendo a disposición de sus planes de guerra en Ucrania.

Había sugerido, en nota anterior, que ya era hora para que la OTAN abandonara sus planes expansionistas y dejara que los países eslavos arreglaran sus diferencias. Lo primero habría sido reconocer la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Luego se negocie con la ONU un plan para la reconstrucción de la infraestructura perdida en la guerra. Pero Estados Unidos y sus aliados europeos no tuvieron inteligencia para negociar en el momento oportuno cuando estando en Turquía, tuvieron una posibilidad de acuerdo entre las partes en conflicto. Ahora, Estados Unidos continúa con su espíritu belicista enviando más armas a Ucrania para prolongar la guerra y hacer negocio con un país arruinado. El país del norte y la OTAN deben aceptar su derrota militar. Rusia ya controla la región del este de Ucrania donde vive una mayoría de población rusa. A más demora para firmar un acuerdo de paz los rusos seguirán avanzando. Los pueblos del mundo urgentemente desean la paz. La guerra nefasta en Ucrania muy pronto tendrá efectos devastadores en la vida de todos los pueblos del mundo. En los países que conforman, la OTAN, por ejemplo, se ha recomendado una reducción del 15% en el consumo de gas. Este único efecto supondría la muerte de decenas de miles de ancianos durante los meses de invierno que ya se aproximan. En África, los efectos de la guerra, también tendrán consecuencias destastrosas. Ese continente sufrirá una hambruna creciente ya que los africanos se alimentan del grano que se produce en la zona de conflicto y que, por esa misma razón, no pueden ser transportados. El señor Labrov, ministro de Asuntos Exteriores, culpa a los países de la OTAN por la escasez de alimentos que ya vive el mundo y por la posible hambruna que azote al continente africano y países del 'tercer mundo' como el Perú. Mientras todo esto sucede el gobierno estadounidense ha destinado 24 billones de dólares en ayuda militar para extender la duración de la guerra, el Reino Unido ha envíado 2 billones 300 mil dólares, Polonia 1 billón 800 mil dólares, Alemania 1 billón 400 mil dólares y Canadá 800 millones de dólares. El gobierno de Joe Biden ha enviado más dinero que los diez primeros países juntos que se han registrado en la lista de donantes para la guerra. Los pueblos del mundo se preguntan si hubiera sido mejor invertir esa astronómica suma de dinero en solucionar los problemas que afronta la humanidad entera. Todos los amantes de la paz debemos exigir a los países de la OTAN que abandonen sus ánimos guerreristas y que hagan esfuerzos diplomáticos para alcanzar la paz. De no hacerlo el siguiente paso será la guerra nuclear. Cuando ello ocurra, a los habitantes del país del norte les faltará 'makarios' para correr despavoridos. Es por ello que es importante que ahora mismo se organice en los Estados Unidos y en los países del mundo entero, un comité internacional en contra de la guerra. Guerra avisada no mata gente. Ahora es cuando todos los pueblos del mundo deben exigir a la OTAN que retroceda su bota expansionista.