(Leyes de Manú), cuerpo de leyes de época clásica, recopiladas a comienzos de nuestra era. Como muestra de esta literatura, transcribimos uno de los cantos védicos, de alto valor poético y espiritual:
Se ha alzado el admirable ejército de rayos; el ojo de Mitra, de Varuna y de Agni, el sol, alma de todo lo que se mueve o de lo que es inmóvil, ha llenado (con su gloria) el cielo, la tierra y el firmamento.
El sol sigue a la divina y brillante Ushas como un hombre sigue a una mujer (joven y elegante); en esta estación, los hombres piadosos realizaban las (ceremonias establecidas desde) siglos, adoran al sol bienhechor, con la esperanza de obtener amplia recompensa.
Los rápidos corceles del sol, nobles, bien formados y vigorosos, merecen ser celebrados por nuestros cánticos; son objeto del respeto nuestro; han subido a la cima del cielo y rápidamente han dado la vuelta del sol y de la tierra.
Tal es la divinidad, tal es la majestad del sol, que, cuando ha efectuado la mitad de su carrera, retira en sí mismo la luz que ha prodigado sobre el camino todavía no recorrido por completo; cuando desengancha los corceles que de su carro tiraban, la noche lo inunda todo de oscuridad.
El sol, a la vista de Mitra y Varuna, despliega su forma espléndida en medio de los cielos, y sus rayos extienden, por un lado, su poder infinito y brillante, y por el otro, alejándose trae las tinieblas de la noche.
Libradnos, hoy, joh dioses!, desde la salida del sol, del pecado detestable, y puedan Mitra, Varuna y Aditi favorecer nuestras plegarias..
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