| Ahorcamiento de Anacaona. |
Por Jorge Aliaga Cacho
A propósito de Anacaona, el nombre que lleva la Orquesta Femenina Cubana nacida en la década de los años 30, debemos decir que ese nombre le pertenece a la cacica de Bohío. El nombre en el lenguaje taíno significa 'flor de oro'. Anacaona fue una mujer bella e inteligente. Poseía un gran talento para memorizar y recitar poesías que compartía con su pueblo.
El jefe de la isla era el cacique Boechío pero cuando este murió, Anacaona, en su lugar, gobernó el cacicazgo de Jaragua que se encontraba al suroeste de la isla La Española. Cuando Cristóbal Colón arribó a la isla, en diciembre de 1492, Anacaona sintió curiosidad por conocer a estos hombres venidos desde lejos y estableció buenas relaciones con los españoles. Sin embargo, esta actitud cambió cuando Anacaona comprobó los abusos que eran cometidos por las huestes de Colón, particularmente contra las mujeres de la isla. Muy pronto esa predisposición al buen trato se convirtió en un impulso de exterminio contra los españoles y así se lo hizo saber a su esposo, el cacique Cronabo, que accedió a su deseo: un día cuando Colón regresó a la isla de uno de sus viajes, un 28 de noviembre de 1543, encontró en la isla al fuerte español quemado y a sus 45 ocupantes muertos. Un tiempo después el gobernador de Santo Domingo, Nicolás de Ovando, se enteró que Anacaona venía planeando actos hostiles en contra de los españoles y, por esta razón, le envío un mensaje. Por medio de este mensaje Anacaona, princesa taína, era informada que el gobernador Ovando le haría una visita de paz. Cuando llegó Ovando a Jaragua en el mes de julio de 1503, vino acompañado de 350 hombres. Los españoles fueron recibidos con fiesta y baile. Sin embargo, cuando estaban en medio de la fiesta, los peninsulares incendiaron ese lugar denominado Guava, cercano a lo que hoy es Haití. Pocos sobrevivieron a la posterior matanza. Algunos de ellos rescataron a la princesa Anacaona y la pusieron a buen recaudo. El gobernador Ovando al descubrir que Anacaona no había muerto en la masacre, y temiendo que su influencia levantara a los nativos, preparó un atestado que condujo al ahorcamiento de Anacaona. Fue en el año de 1504.
Esta es una historia de la resistencia de Nuestra América; una historia que debemos contar a los niños para que nutra las raíces de su identidad. Ahora cuando disfrutemos de las canciones de la Orquesta Femenina Cubana 'Anacaona', ya sabemos la historia de su nombre que, como dije antes, debe de ser repetida en todas nuestras escuelas. ¡Anacaona!
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