Por Luis E. Aguilera González
Condoriaco. |
Condoriaco, nos habla de sus huellas e historias, cuando recorremos sus caminos terrosos. Por la tarde llegamos a la Localidad de Condoriaco, también tenemos considerado entregar alimentos. Concejal Escritor, Luis E. Aguilera González, presidente de la Comisión de Cultura de la Ilustre Municipalidad de La Serena, Andrés Robledo, Delegado Rural municipal, Asistente Concejal María del Pilar Núñez y nuestro conductor Ronny Casanga. Que nos permite cumplir con todos nuestros objetivos trazados con anterioridad.
Encontramos a Joana Aguirre, Presidenta de La Junta de Vecinos del Lugar, Condoriaco es una localidad donde durante el año viven muy pocas personas y Joana es la encargada de todo lo que ocurre allí. Los lugareños aprovecharon la oportunidad que les brinda el sol, la tranquilidad de todos estos espacios mágicos y maravillosos. Las polvorientas calles de Condoriaco volvieron a tener vida este 2 de julio con la llegada de cientos de personas que acudieron a este lugar para presenciar el eclipse solar. Condoriaco fue nombrado como uno de los mejores sitios para observar el fenómeno astronómico. Condoriaco está aproximadamente a 85 kilómetros al noreste de la ciudad de La Serena. Los lugareños más acostumbrados a la tranquilidad y el silencio de vivir en un poblado que no tiene ni agua potable ni electricidad no se incomodaron con la presencia de las más de mil turistas que “invadieron” su querida localidad. Luego de entregarle las bolsas con alimentos a Joana Aguirre, para que los entregue a las personas más necesitadas en estos momentos, nos dirigimos en busca de Nabor Campaña Olivares quien es uno de los Condorianos históricos, Nabor está trabajando en su casa, la está pintando y haciendo algunos ajustes necesarios, Nos recibe con un gran abrazo de alegría. Nabor conoce la historia del pueblo de Condoriaco como a sus manos, muy bien, estrechamente vinculada a la minería. “Condoriaco fue fundado el 16 de septiembre de 1856 y sus primeras minas fueron de oro y plata”. Con altos y bajos de la minería, el pueblo comenzó una lenta agonía en la década de los 80. “Aquí en la época de mayor apogeo se calcula que había 1.800 trabajadores y alrededor de 2.500 personas en el pueblo”. En la actualidad, una decena de personas somos los que la habitamos, pero estamos contentos y felices; porque Condoriaco renace una y otra vez, mientras estemos nosotros viviendo aquí. Con un estrecho abrazo y un apretón de manos, nos despedido de Nabor, el amigo, el compañero, como tantos otros que habitan la localidad.
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