Tenía mi cabaña en lo alto de la colina
Desde ahí escribía contemplando
La paradisíaca claridad celeste expuesta por las nubes
Y la majestuosidad verbal que me ofrecía el Amazonas
Todas las noches me reunía con los ancianos
Hurgaba en sus memorias para entender
La vida transformada en universo heroico
Esas mañanas de escritura
Terminaban en versos
Como homenaje a su pueblo y hermosura
Naifushin/Camino al sol/Se llamaba
En la hamaca/Abrazados despertábamos
Y entusiasmados veíamos
La puesta más ampulosa del astro rey
Esas visiones tan cautivantes
No se comparaban en nada
A la emoción que me embargó
La noche en que la sentí llegar como la luz
Y su amor despejó mi cielo adolorido.
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