Por Jorge Aliaga Cacho
Daría la vida por ti Darya
absoluta bella flor
del jardín imaginario
que soñé una noche de abril
cual desgarradora elegía
de mi propio final.
Daría yo la vida por tenerte
cerca
en mi último aliento
animando mi próxima vida
dejándome morir contento
contento de vida-muerte.
Tú me darías tu flor
pétalo a pétalo
hasta quedar desnuda de angustia
desnuda de dolor
pues el amor habría llegado
mandato divino.
Daríate mi ayer
mi hoy
mi mañana
daríate mi pantalón roto
mi poncho de Puquio
y mi sortija de plata.
Daríate mi verdad Darya
para que la recuerdes
para que me recuerdes
para que tus ojos
caminen mi camino
caminen mi camino
que es tuyo y mío
que es de todos.
Camino ancho y no ajeno
muchedumbres que no mueren
que van y vienen
que cantan y ríen
gozosas de la vida nueva
solamente van y vienen
batiendo palmas
prendiendo fuegos
celebrando tu nombre
amada Darya.
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