Paraguay es un país sudamericano, ubicado en la sub-región del Cono Sur, junto con Brasil, Argentina y Uruguay. Asimismo, es parte del mecanismo de integración regional del Mercosur. Geográficamente cuenta con dos regiones definidas, la Oriental (que alberga el 98% de la población), regada por ríos y suelos agrícolas, y el Chaco, extensa planicie de uso ganadero, donde se encuentran las mayores reservas ambientales.
Cuenta con una población de 6.780.504 millones de habitantes. El 41.1% del total de la población vive en áreas rurales. La población indígena constituye el 2% de la población, lo que equivale a 115.944 personas aproximadamente, distribuidas en 19 grupos étnicos y cinco familias lingüísticas. Paraguay es considerado un país de renta media, sin embargo, se distingue por marcadas desigualdades socio- económico. Por una parte, en términos de desarrollo humano el país se halla ubicado en el lugar 111 de entre 187 países, con un Índice de Desarrollo Humano considerado medio (0,676), aunque inferior al promedio de América Latina y el Caribe (0,740). Se mantienen altos niveles relativos de pobreza, lo que afecta al 22,6 % de la población, de la cual el 16,2% vive en áreas urbanas y 32 % en áreas rurales. Mientras que la pobreza extrema afecta al 10.5%, con 19,2% de la misma viviendo en áreas rurales y 4,6% en áreas urbanas, evidenciando las brechas de pobreza entre la población urbana y la rural. Por otra parte, un coeficiente de Gini de 0,5102 refleja la desigualdad en la distribución de los ingresos en la población.
La brecha salarial de género también constituye otra fuente de desigualdad. La inserción de las mujeres al mundo laboral se da en condiciones de desigualdad, con tasas de actividad económica, o de vinculación efectiva o potencial al mercado laboral, marcadamente dispar entre hombres (87,1%) y mujeres (62,0%), alcanzando 25,1 puntos porcentuales menos para las mujeres. En situación de pobreza la proporción de actividad de las mujeres se reduce considerablemente (50,9%), mientras que en los hombres se mantiene prácticamente igual (86%). Los ingresos mensuales de las mujeres equivalen sólo al 71,0% al de los hombres, trabajando la mayoría de las mujeres en el sector informal, con condiciones de trabajo altamente vulnerables y sin acceso a la seguridad social.
ONU Mujeres apoya al Estado Paraguayo en el desafío de ampliar los derechos de las mujeres y de alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mismas. Asimismo, apoya iniciativas de la sociedad civil, contribuyendo principalmente al fortalecimiento de las organizaciones de mujeres, a fin de garantizar que sus voces, en lo que respecta a la igualdad de derechos y oportunidades, sean escuchadas.
ONU Mujeres desarrolla su mandato en el marco de lo establecido por la CEDAW y sus Recomendaciones Generales, así como las específicas al país. Su agenda de cooperación está estructurada en cuatro áreas temáticas priorizadas de acuerdo con las necesidades identificadas en el país, y consideradas estratégicas para lograr el progreso y la igualdad de las mujeres.
- Liderazgo y participación política de las mujeres, orientada a la adecuación normativa, la abogacía y el diálogo político para elevar el nivel de participación y representación política de las mujeres en puestos de elección popular y de administración en todos los niveles del Estado, nacional, departamental y municipal; promoviendo el cumplimiento de los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el país sobre la ciudadanía política de las mujeres.
- Empoderamiento económico de las mujeres, dirigida a promover el mejoramiento de las condiciones materiales de vida y el empoderamiento económico de las mujeres, particularmente de las más excluidas, como las trabajadoras las domésticas, las mujeres indígenas y las migrantes, a través del apoyo a la adecuación normativa del trabajo doméstico, conforme lo establecido por el Convenio 189 de la OIT, la cooperación para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo, con énfasis en la lucha contra la pobreza y la producción de conocimientos.
-Eliminación de la violencia contra las mujeres, orientada a la abogacía y al diálogo político, a fin de apoyar a las instituciones públicas involucradas y a la sociedad civil en la adopción de una ley integral de lucha contra la violencia, en cumplimiento de las recomendaciones del Comité CEDAW al Estado Paraguayo en esta materia. A través de esta área se promueve también la producción del conocimiento, así como el desarrollo de campañas masivas de sensibilización sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres, orientada al público en general y, en particular, a la población joven.
-Promoción de marcos normativos internacionales y de compromisos políticos intergubernamentales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, definida para abogar, difundir y apoyar la implementación de los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el país, entre ellos la CEDAW y sus recomendaciones, las recomendaciones de Beijing + 20, particularmente en lo relativo a la participación política de las mujeres, la promoción de la Agenda Post 2015 y de la adopción de un Objetivo transformador independiente para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. ONU Mujeres desarrolla su agenda de cooperación tanto con organismos del Estado, principalmente con el Mecanismo Nacional de la Mujer y otros actores estatales estratégicos, como las Comisiones de Equidad del Congreso, la Justicia Electoral, y algunos gobiernos municipales. Asimismo, ONU Mujeres apoya las acciones de organizaciones de mujeres de la sociedad civil para el fortalecimiento de la agenda de los derechos de las mujeres. La Oficina de País trabaja en estrecha articulación con el Equipo País de la ONU, buscando generar sinergias principalmente con aquellas Agencias cuyos mandatos tienen puntos de contacto con los de ONU Mujeres.
Estrategias
La agenda de cooperación de ONU Mujeres es llevada a la práctica por medio de las siguientes estrategias:
El área de liderazgo y participación política es un eje articulador o punto de entrada a las demás áreas, considerando que para la inclusión de las necesidades y los temas de interés de las mujeres es necesario fortalecer el liderazgo de las mujeres y aumentar su participación en los espacios de toma de decisiones, en todos los niveles del Estado, como también en los ámbitos de participación de la sociedad civil.
-Fortalecimiento de capacidades;
- Incidencia política (abogacía y comunicación);
- Gestión del conocimiento; y
- Promoción del fortalecimiento y/o construcción de redes.
Fuente: ONU Mujeres América Latina y el Caribe.
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