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| Svetlana Kopaneva recibe los libros en la Biblioteca Lenin de Moscú |
La biblioteca central de Moscú comprende salas de exposiciones, auditorios, museo del libro, oficinas administrativas, sala de lectura para 2300 personas y una entrada a la estación de metro a la cual da nombre. En la actualidad cuenta con 36 millones de libros. Tanto estilística como cronológicamente el edificio es un fiel representante del período de transición entre la vanguardia y el neoclásico de Stalin. Fue en su momento criticada por los defensores a ultranza de cada uno de los dos campos por considerarse una concesión a la arquitectura “incorrecta” y contraria. Su ubicación fue elegida de acuerdo al concepto común a los tres grandes planes urbanos de reconstrucción de Moscú, por el cual se abría un sistema de plazas en torno al Kremlin desde las cuales salen las principales radiales de la ciudad. Su volumetría vanguardista está realizada introduciendo una nueva y gran escala, propia de la era de Stalin, anunciando también lo que sería la futura construcción del Palacio de los Soviets que se ubicaría no lejos del lugar. El edificio de gran extensión horizontal presenta en las fachadas laterales ventanales verticales que generan entre sí finas columnas prismáticas y dan ritmo predominante a las fachadas laterales. En la esquina el edificio se rebaja de forma ortogonal dando lugar a una plaza en altura a la que se accede por escalinatas. Allí se ubica la entrada principal en una pasiva de esbeltas y duras columnas de mármol negro. Luego de la decisión de las altas esferas del Partido Comunista de coronar el futuro Palacio de los Soviets con una estatua de Lenin de 100 m de altura, se agregaron en la biblioteca las estatuas-reflejo correspondientes, representando aquí en la biblioteca a obreros y campesinas.
Se sitúan en las cornisas y recuerdan en su composición a las del Palacio de Invierno de los zares en San Petersburgo. En los entrepisos de las ventanas fueron colocados retratos en bronce de grandes escritores y científicos. En un acto de alquimia comunista, muy representativo de su época, los altos relieves en bronce fueron realizados con las campanas de ocho antiguas iglesias ortodoxas moscovitas derruidas. El “oscurantismo religioso” ortodoxo transmuto así de modo ideal, en la luz del saber racional, materialista y ateo. En su momento este tipo de acciones lejos de ser consideradas un atentado contra el “patrimonio” según la sensibilidad contemporánea, eran sentidas como una conducta perfectamente ética y estética que se explicaba filosófica y políticamente del modo más racional y natural.
Arq. Marcel Blanchard 2015.
Vera Morozova y Elena Timofeeva -
biblioteca ''Reading Family'' de Moscú.
Vera Morozova y Elena Timofeeva, funcionarias de la Biblioteca de Lectura Familiar de Moscú, recepcionaron los libros de Jorge Aliaga Cacho. Novela, poesía y ensayo del autor, formaron parte de un programa de lectura organizado por la biblioteca moscovita ''Reading Family''.
Biblioteca ''Lenin'', en Moscú
Mi poemario ''Mujeres malas Mujeres buenas''
ingresando a la Biblioteca Lenin de Moscú
Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia
Jorge Aliaga Cacho:
discurso en el Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia
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