Ella estudia en la Universidad de Glasgow.
Irene, la estudiante española que lleva tres meses atrapada en Escocia: ''No dejo de dar positivo y asì no puedo regresar''
La pandemia del coronavirus ha frenado de una manera considerable el habitual intercambio de estudiantes entre universidades de todo Europa y resto del mundo, lo que es más conocido como Erasmus. Sin embargo, algunas personas como Irene quisieron vivir esta experiencia aún con el virus y sus restricciones.
En septiembre esta alumna de filología inglesa de 23 años decidió embarcarse en la aventura de vivir un Erasmus y se marchó a Escocia, porque la situación epidemiológica lo permitía. Sin embargo, su experiencia se está alargando más de lo previsto, ya que tenía planeado volver en diciembre, algo que no ha sido posible. Todo comenzó cuando a principios de octubre esta zaragozana se contagió de coronavirus. Irene entonces se mantuvo aislada en su habitación para hacer la correspondiente cuarentena de quince días. El problema vino cuando después de este periodo, seguía dando positivo en coronavirus. Este proceso se ha mantenido constante hasta su última prueba, realizada el 7 de enero, donde volvió a dar positivo. Han pasado ya más de 90 días desde su primer test y la joven no entiende qué sucede. Además, sin una PCR negativa no puede entrar en España, por lo que ha pasado todas las navidades aislada en la habitación. Ahora, reclama soluciones y, sobre todo, una coordinación entre los servicios de salud escoceses y españoles.
"Me dicen que puedo volar a España con un test positivo si un médico acredita en una carta que estoy curada de Covid-19 y que lo que tengo en mi cuerpo son restos, algo que se puede hacer con un test de anticuerpos. La cuestión es que ninguna clínica accede a hacérmelo, dicen no estar autorizadas y, mientras tanto, el consulado español en Edimburgo rechaza que pueda volar con tal certificado", declara Irene a Niusdiario.
Por suerte, la Unizar (Universidad pública de Zaragoza) ha accedido a hacerle los exámenes de enero de manera telemática y el casero del piso en el que reside le ha permitido alargar su estancia, pero Irene se siente atrapada por la pandemia y la burocracia. La estudiante señala que lleva ya muchos tests realizados y que cada uno cuesta 180 euros. Además, declara: "No me voy a subir a un avión siendo positivo y de forma ilegal, nunca haría eso, y quiero corroborar que no puedo contagiar, pero nadie me da una solución".
Ahora, en una Escocia que atraviesa un confinamiento severo que solo permite salir de casa por motivos de labores esenciales, Irene pide desesperadamente una solución para su situación, porque han pasado ya más de 3 meses desde su primer test positivo y no puede volver a su Zaragoza natal.
Fuente:20minutos.
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