Un Fondo para la Ley del Escritor.

Por Jorge Aliaga Cacho

En lugar de continuar realizando encuentros literarios irrelevantes, organizados por 'instituciones fantasmas', sin representacion ni registro legal, en lugar de ello, digo, debièramos unir esfuerzos para arrancarle a los gobiernos, allì donde no la hubiera, La Ley del Escritor.

En el Perù, el Gremio de Escritores dio un paso importante al presentar al Congreso de la Repùblica un Ante-Proyecto de Ley del Escritor. Ese importante paso debe ser continuado por los trabajadores de la pluma. Para ello debemos trabajar en forma coordinada desde todos los rincones del paìs.

Ya basta de perder nuestras energìas, tiempo y dinero, en confeccionar medallas, diplomas con simpàticos logos, màs impresionantes que el Nobel, que ya a nadie impresiona por lo chabacano y colindante con lo vulgar. Nuestros grandes escritores no necesitaron recibir o agenciarse, cada semana, una medalla o un diploma, Ellos obtenìan reconocimientos, reales, de instituciones literarias constituidas legalmente y sobre todo se distinguìan por la calidad de sus obras.

Ustedes pueden apreciar, hoy en dìa, que los autoproclamados poetas y escritores, reciben reconocimientos de organizaciones que nadie conoce y que al no estar registradas en Registros Pùblicos, constituyen, por su ìmpetu pomposo, una burla que no corresponde a las necesidades de los escritores ni sirve para 'convencer o impresionar' a un pùblico lector cansado de ver como se sucede, diariamente, la entrega de diplomas y medallas al por mayor, dos por una y una màs por si acaso.

Entonces, uno se pregunta ¿A que podrìa deberse este fenòmeno?. Me parece que en algunos casos podrìa ser por la ausencia de reconocimientos acadèmicos de excelencia. En otros casos, podrìa ser, por tener el ànimo de competir en el juego: ''Quièn tiene màs medallas y màs diplomas'', sin importar el valor o la legalidad de la 'instituciòn' que otorga la 'distinciòn'. De esta manera, el receptor, habrìa coleccionado importante cantidad de cartulinas que, de alguna manera, llenarìa el vacìo dejado por la ausencia de reconocimientos acadèmicos de excelencia.

Con los miles de dòlares que se gastan en la confecciòn de medallas y diplomas, entre otros, podrìamos haber creado un fondo legal para pagar los honorarios de un buen abogado que se encargue de tramitar el Ante-Proyecto de la Ley del Escritor en el Perù.

Ahora le corresponde al Gremio de Escritores del Perù y, otras organizaciones hermanas como, la Sociedad de Poetas y Narradores de la Regiòn Lima y algunos colectivos culturales que han demostrado continuidad en el quehacer literario, coordinar las acciones correspondientes para alcanzar la ansiada Ley del Escritor en el Perù. En este esfuerzo todo nos une, nada nos divide.