Nota para el gran Darío

Rubén Darío

Por Jorge Aliaga Cacho

El miércoles 6 de septiembre, auspiciado por la Embajada de Nicaragua, en el Teatro Municipal, se realizó en Lima un merecido homenaje al gran poeta nicaragüense, Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío. Este distinguido vate nació en la Ciudad Darío, Metagalpa, a 90 kilómetros de Managua. El calendario señalaba un 18 de enero de 1867. García Sarmiento fue el iniciador del modernismo que floreció en nuestras letras a finales del siglo XIX.

Qué peruano no recuerda sus versos: 

"Juventud divino tesoro,

¡Ya te vas para no volver!

cuando quiero llorar, no lloro...

y a veces lloro sin querer".

Su obra "Azul" es referencia del modernismo en nuestra literatura. En sus versos se percibe la influencia de escritores franceses, común a los escritores cultos de la época, Víctor Hugo fue su favorito.

Un día, cuando contaba solamente con 14 años de edad, su abuela lo presentó ante una audiencia en Managua. Allí, el poeta cautivó con su talento prodigioso. Darío se educó con los jesuitas y fue precoz en la lectura. Él mismo señala, en su autobiografía que: 'le habían contado que a los tres años sabía leer'. A la temprana edad de 13 años, igual que nuestro Mariátegui que empezaba en el periódico "La Prensa", Darío empezaba también a incursionar en el periodismo y a los catorce años ya maduraba la idea de publicar su primer libro: "Poesías y artículos en prosa", el mismo que apareció por primera vez al cumplirse el cincuentenario de su partida física. En lo político Rubén Darío fue liberal y se oponía a los excesos en influencia que poseía la iglesia católica. El gran literato nicaragüense era dueño de una espléndida memoria y excelsa creatividad. También fue cónsul y embajador representando a Nicaragua en varios lugares de América y Europa. Precisamente, en 1886, viajó a Chile donde publicó "Abrojos" y otras obras. Sin lugar a dudas "Azul" fue su primer gran libro, su romántico pensamiento para el amor, elogiada por la crítica, sobre todo, por el escritor español Juan Valera y por el escritor uruguayo José Enrique Rodó. Posteriormente "Prosas profanas y otros poemas" lo consagraron, (1896-1901). En 1901 publicaría "Peregrinaciones". En 1907 fue representante diplomático en Madrid. En 1913 experimentó una crisis religiosa y mística  que lo retuvo en Palma de Mallorca por un tiempo. Recuerdo que, en  la década de los 80, en una de mis primeras visitas a España, viaje a esa isla y, cual sería mi sorpresa de encontrarme con un gran monumento a Darío que posaba mirando hacia América, su América, nuestra América.

En 1915 estalló la Primera Guerra Mundial y Darío, nombre que también llevó su tatarabuelo, regresa a Nicaragua. Lamentablemente la enfermedad y el alcohol habían mermado su cuerpo y falleció en León, Nicaragua, un 6 de febrero de 1916. Palmas para el gran Rubén Darío.