Por Ahikza Adriana Acosta P. Mientras recorro la vida en busca de la identidad perdida la idea de ser tu pirata en mi mente surgió. Entre tú y yo y los desencuentros, en el equilibrio encuentro el alimento que el destino definió. Estando en aquel lugar frente a un río y no a la orilla del mar la dirección de mi mirar estaba próxima a tu portal. Deseaba ser el faro que te orientara hacia mi llevándote sin frenesí a mi puerto seguro lleno de besos y abrazos de contemplaciones y pasiones por este amor tan luchado. Pero tu reflexión ha encallado y en el brazo del río has encontrado un vacío que mi nombre ha expirado. Y si tu barco no está anclado y aun abordo tu cimiente mientras crece la corriente contenta estoy porque me advierte que mi batalla no ha terminado. Presa de deseos en la guerra y el amor un todo puede ser rescatado... y de España hasta el Pacifico en un objetivo sin juicio, pareciendo perdida pero preparada desde un inicio.
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