Durante la madrugada del 16 de septiembre de 1973, dos vecinas de una población cercana al Cementerio Metropolitano de Santiago, encuentran en un sitio eriazo detrás del cementerio, seis cuerpos, al darlos vuelta se dan cuenta que uno de ellos es Víctor Jara y Littré Quiroga. Junto a otras personas lo llevan al Servicio Médico Legal. Allí, uno de los funcionarios también lo identifica y le avisa a su esposa Joan Jara.
El cuerpo del cantautor chileno tenía 44 impactos de bala: 2 en la cabeza, 6 en las piernas, 14 en los brazos y 22 en la espalda. Gracias a la ayuda de otros compañeros, Joan logra sacar a su amor del SML y lo entierra en un nicho en el Cementerio General de Santiago, la placa no lleva nombre, para que los militares no puedan dar con él y desaparecerlo, como lo hicieron con tantos hombres y tantas mujeres.
Memoria Rebelde
Publicado por Luis Luis Eduardo Aguilera Gonzalez
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