Juan Rivera Saavedra y sus obras.

Juan Rivera Saavedra y Jorge Aliaga Cacho

Por Jorge Aliaga Cacho

Juan Rivera Saavedra ya descansa en paz. Ahora nos toca difundir su rica obra literaria. Es deber de los escritores comprometidos, como èl, en el progreso social, hacer llegar las obras escritas por el maestro a un pùblico àvido de cultura pero que se encuentra enmarañado en las redes de los mensajes alienantes provenientes de la media pro imperialista y anti-cultura. En estos momentos cuando el pueblo peruano despierta la conciencia polìtica es importante que se nutra de la vasta cultura legada por este insigne peruano, nacido en Lima el 4 de setiembre de 1930. Las obras de Rivera Saavedra deben difundirse para contrarrestar los mensajes enajenadores que propaga la radio, televisiòn y prensa de propiedad de cuatro familias que inducen a  la explotación de los peruanos a sus anchas, los hacen vivir en cerros o arenales inhóspitos ante las miradas de una clase media perdida, en la imbecilidad producto de los mensajes del poder mediàtico y, como resultado de una educaciòn que los obnubila y condenan a ver una distorsionada realidad del paìs. Esta es gente dominada por la falacia del sueño americano que no puede ver la existencia de màs de 30 millones de estadounidenses que viven en situaciòn de extrema pobreza y donde la poblaciòn, negra e hispana, es considerada de segunda clase por màs que se unten Channel N0 5 o One Million de Paco Rabanne. Estos pitucos adoran a los Estados Unidos sin darse cuenta que ese paìs debe su enfermo 'desarrollo' a la explotaciòn y condiciòn de miseria a la que somete a nuestros pueblos con sus polìticas neo-liberales. Son gente que dicen creer en Dios pero se olvidan de las palabras sagradas que nos comprometen a ser solidarios con el pròjimo. Esa gente hipòcrita ha recibido una educaciòn con valores para servir al imperialismo. Apoyan el libre mercado y se oponen a la funciòn reguladora del Estado. Son gente que apoya a los candidatos de la derecha criolla, que sataniza y terruquea a los que piden un cambio de sistema social, soberano e independiente. Ha llegado la hora de hacer un deslinde ideològico con dichas lacras sumergidas en la ignorancia que no les permite ver la realidad. Así una minoría adinerada de la población, aprovecha la situación maleva para sacar ventaja del ciudadano pobre a quien le niega los derechos fundamentales de ciudadanìa. Tres mil millones de ciudadanos pobres viven como animales en los cerros, en los arenales, sin servicios bàsicos, en las afueras de Lima. La gente alienada, enferma de cacosmia, enquistada en todas las clases sociales, proclama que el Perù es un paìs de todas las sangres pero lo cierto es que los vampiros neo-lberales viven chupando la sangre de los oprimidos. Entonces el Perù se convierte en un paìs de los chupasangres. En mi opiniòn el Perù debe de ser el paìs de la sangre peruana que es una sola sangre en constante miscegenaciòn. Lo contrario serìa sustentar las tesis del nazismo, la pureza de las sangres, teorìa que alimentò al regimen fascista de la Alemania nazi.

Las obras de nuestros verdaderos escritores comprometidos con el pueblo son de vital importancia para contrarrestar la influencia ideològica imperialista. Por ello el reconocimiento mayor a un escritor de la talla de Juan Rivera Saavedra debe de ser la difusiòn de sus textos. El gobierno, a travès de su Ministerio de Cultura, debiera publicar su obra en ediciones populares para alentar la cultura en nuestra poblaciòn expuesta a la penetraciòn ideològica imperialista a travès de sus medios millonarios de 'desinformaciòn'.

Entre las obras de teatro del maestro Juan Rivera Saavedra destacan : "Los Ruperto", "Me moriré en París", "Flora Tristán", "El general no tiene quien lo mate", "Alberto el bueno", "El retrato de Oscar Wilde", "¡Ya viene Pancho Villa!", "La mosca doméstica", "El Cristo amarillo", "Napoleona", "Mariátegui", "El cumpleaños de Panchito", "Las orejas de burro del rey", etc.

Los colegios, universidades, sindicatos, comunidades vecinales, colegios profesionales, establecimientos penales, oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas, asociaciones civìles, debieran recibir el mensaje de sus obras como parte de una polìtica cultural del Estado. Espero que el gobierno del presidente electo, Pedro Castillo, impulse las tareas en el campo ideològico y elimine de la programaciòn de televisiòn a todos los programas que embrutecen a la poblaciòn peruana. Apostemos por buen teatro, danza, ballet, buenas pelìculas de historia, ciencia ficciòn, comedia, literatura, naturaleza, sano entretenimiento, etc. Y rechacemos programas como 'Esto es Guerra', 'Combate' o el de la indigerible Urraca.