Por Andrès Kuo Robles
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| Andrès Alejandro Kuo Robles. |
Este domingo de otoño
tercero del mes de junio
bajo un día de fortunio
te saluda tu retoño.
Cuando aún era bisoño
me enseñaste tantas cosas
entre serias y jocosas
con un fondo de enseñanza;
me otorgaste buena crianza
que hoy resultan hacendosas.
Sumergiéndome en el tiempo
evocando mi niñez
rememoro aquella vez
dar mi primer paso lento.
Tú gozabas de contento
ver por paredes asir
recientes letras decir
ante tu orgullo notorio;
observando con jolgorio
mi primer diente salir.
Prosiguiendo mi camino
he tratado de emularte
porque tú eres el baluarte
para seguir mi destino.
Por tal hoy con mucho tino
mi alma te recordará,
desde mi ser brotará
mi clamor que llegue al cielo;
y que llegue en suave vuelo
mi saludo a ti, papá.
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