Celia Ariza |
POEMA: EL TRICICLO VERDE
POR CELIA ARIZA MENDOZA
Dónde está el triciclo verde
Con el que jugábamos
De tarde en tarde,
Yo con las trenzas desordenadas
Tú con tu risita asustadiza,
Mamá requintaba y papá
Refulguraba su diente de oro.
Había más que polvo
Acariciándonos los rostros
En aquella pampa de Pasaje Olaya,
Éramos inmensamente felices
Nos sentíamos los dueños del mundo
Los inventores de la risa fácil
Que derramábamos de nuestros cofres
Llenos de confianza y de fe
En esa tierra que amábamos.
Yo abría los ojos grandes
y agarraba fuerte el triciclo
Para impedir que te hicieras daño,
Mamá me podría castigar,
Me repetía insistente.
Hace poco me descuidé hermano
Te dejé caer del triciclo
Y nuestros días se hicieron añicos.
Hay cientos de puños, miles, millones
Que te amenazan con rostros fieros,
Cómo gritan, cómo hablan, cómo murmuran,
Quiero extender los brazos para protegerte
Pero no sé cómo quitarme estos grilletes de las manos
Cómo descoser mis labios sellados
Y cómo calmar este grito silencioso,
Por un tiempo, por un tiempo.
Sujeta la mano de papá hermano
Que es fuerte, con su puño rompía el cemento
Molía la piedra con la cual mamá hacía harina
Y doraba el pan con sabor a nuestro Huacho.
Con el que jugábamos
De tarde en tarde,
Yo con las trenzas desordenadas
Tú con tu risita asustadiza,
Mamá requintaba y papá
Refulguraba su diente de oro.
Había más que polvo
Acariciándonos los rostros
En aquella pampa de Pasaje Olaya,
Éramos inmensamente felices
Nos sentíamos los dueños del mundo
Los inventores de la risa fácil
Que derramábamos de nuestros cofres
Llenos de confianza y de fe
En esa tierra que amábamos.
Yo abría los ojos grandes
y agarraba fuerte el triciclo
Para impedir que te hicieras daño,
Mamá me podría castigar,
Me repetía insistente.
Hace poco me descuidé hermano
Te dejé caer del triciclo
Y nuestros días se hicieron añicos.
Hay cientos de puños, miles, millones
Que te amenazan con rostros fieros,
Cómo gritan, cómo hablan, cómo murmuran,
Quiero extender los brazos para protegerte
Pero no sé cómo quitarme estos grilletes de las manos
Cómo descoser mis labios sellados
Y cómo calmar este grito silencioso,
Por un tiempo, por un tiempo.
Sujeta la mano de papá hermano
Que es fuerte, con su puño rompía el cemento
Molía la piedra con la cual mamá hacía harina
Y doraba el pan con sabor a nuestro Huacho.
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