La verdadera historia de 'la fiesta de la independencia'.......

Jorge Aliaga Cacho presentando su novela en Paris

Por Jorge Aliaga Cacho

Esta nota fue escrita el 3 de julio de 2011 con la intención de persuadir al gobierno de Ollanta Humala Tasso para que tome el camino del programa con el cual ofreciera transformar al Perú.  Han pasado los años y hoy estamos conmemorando otro aniversario patrio pero la radiografía del Perú sigue siendo la misma.  Ollanta Humala en lugar de acercarse a los trabajadores y al pueblo peruano, ha hecho lo contrario y, viene diseñando una política de benefició para los que siempre tuvieron el poder económico.  Mientras tanto, sigue la corrupción y las protestas crecen a lo largo y ancho del país.  Hoy la izquierda parece haber aprendido las lecciones de la historia y viene forjando una amplia unidad entre sus organizaciones políticas y sociales, unidad que le permitiría ser gobierno en las elecciones próximas.

(Carta de Tomás Guido - amigo de San Martín - del 6 de agosto de 1821, a su esposa Pilar Spano).

'El 28 del mes anterior se juró en esta capital la Independencia del Perú. No he visto en América un concurso ni más lucido ni más numeroso. Las aclamaciones eran un eco continuado de todo el pueblo... Yo fui uno de los que pasearon ese día el estandarte del Perú independiente... Jamás podría premio alguno ser más lisonjero para mí, que ver enarbolado el estandarte de la libertad en el centro de la ciudad más importante de esta parte de América, cumpliendo el objeto de nuestros trabajos en la campaña ... ). En esa misma noche se dio refresco y baile en el cabildo. Ninguna tropa logró contener la aglomeración de gente y no pudo lucir el ambiguo que se preparó para los convidados (... ). En la noche siguiente se dio en el palacio del general un baile, al que asistieron todas las señoras, esto requeriría una descripción particular para lo que no tengo tiempo. La compostura con que se presentaron aquellas era elegante... Yo bailé mi contradanza de etiqueta con una señora y me separé con mis amigos a analizar los efectos de la política del gobierno antiguo'. 

Ciento noventa años han pasado desde que Tomás Guido escribiera esa carta donde relatara a su esposa la celebración de la independencia nacional en 1821. Allí, Guido, expresa que las aclamaciones por la celebración eran un eco continuado de todo el pueblo.  Me pregunto: ¡Hasta que punto sus relatos eran parte de la emoción que éste señor sentía por la victoria de su clase social y hasta que punto era una genuina celebración popular de un pueblo firmemente convencido de que había llegado la hora de la conquista de sus derechos.  Bueno, para empezar, parece que la participación del pueblo, en la celebración oficial, solo llegaba hasta donde le permitieran las tropas formadas en lineas para resguardar el recinto del cabildo. El baile, la comilona, eran reservados para los condes y marqueses, para los sacerdotes y los designados para tomar el poder.  El pueblo no participó del baile oficial.

Nos han hecho creer que la independencia del Perú nació de una proclama firmada por ´hijos notables'. Cuando en realidad debieron llamarlos por sus propios nombres:aristócratas, explotadores que nunca soltaron el poder económico heredado de la colonia y que continuaron explotando a su pueblo a lo largo de la historia republicana del Perú. La clase dominante, en realidad, se vio obligada a firmar la declaración de la independencia, timoratos, al saberse rodeados por las montoneras que amenazaban entrar a Lima.  De no haberse plegado a la causa de la independencia, los aristócratas,  verían sus propiedades confiscadas y hasta podrían haber sido desterrados del país.  Esa fue la verdadera razón de la conducta 'patriótica' de la aristocracia limeña.  Hoy, al igual que entonces, la burguesía parasitaria, heredera del poder económico colonial, vuelve a intentar asirse de la victoria popular para preservar sus intereses de clase y continuar con la corrupción de la sociedad peruana y sumir al pueblo peruano en renovada explotación.

Ciento noventa años han pasado desde aquel día en que San Martín proclamara la independencia en la Plaza Mayor de Lima.  Pero, hoy parece que la historia brinda a los nuevos gobernantes la oportunidad de corregir errores y ser gobierno para todos los peruanos y, especialmente, solucionar las demandas de los que siempre fueron explotados y objeto de abuso a lo largo de nuestra historia. A GANA PERU,  y al comandante Ollanta Humala les corresponde decidir si quieren gobernar para complacer a los herederos de quienes debieron ser confiscados, encarcelados y hasta desterrados del país en 1821, para quienes deben ser puestos en la cárcel por ladrones, asesinos y corruptos en las ultimas décadas del fujimorato y el APRA, o cumplir con quienes ofrendaron sus vidas dignamente, sin ningún interés económico, aquellos que no robaron ni explotaron, aquellos que se enrolaron desinteresadamente en las luchas por la independencia del poder colonial primero y  el desarrollo ulterior de la patria después.  Es decir aquellos que lucharon y luchan por el amor a la patria y no por los interéses a sus capitales que se abonan en sus cuentas bancarias y por la ganancia de sus shares en la bolsa de valores.

Se puede decir que el resultado de las elecciones últimas: donde más de la mitad del electorado apoyó a la alianza GANA PERÚ, legitima al nuevo gobierno próximo a instalarse para que lleve a efecto genuinos cambios en la sociedad peruana.  Algo que debió hacerse el 28 de julio de 1821: Redistribuir equitativamente la riqueza.  Sin redistribución de la riqueza no se puede hablar de independencia.  No puede haber independencia cuando la mayoría de peruanos no contamos con poder económico o cuando ese poder se lo cedemos a potencias extranjeras que a través de sus empresas condicionan la explotación y el mal trato de nuestros connacionales. La victoria de GANA PERÚ no ha sido una proclamación de una lista de 'notables' pidiendo la independencia como la que se hiciera en 1821.  El 5 de Junio de 2011 Ollanta Humala ha sido envestido por  la voluntad  POPULAR con el mandato para realizar genuino cambio progresista en nuestra patria. 

Y la VOLUNTAD POPULAR exige cambios radicales en nuestra sociedad.  Para lograrlos, el nuevo gobierno cuenta con un electorado informado que lo eligió.  Esta vez no fueron decenas de 'vecinos notables' sino millones de peruanos que para llegar a esta elección tuvieron que pasar por innumerables luchas incluyendo el derecho al sufragio.  Comandante Ollanta Humala usted ha sido designado por su pueblo para realizar la verdadera independencia de la patria.  No permita que lo distraigan de su objetivo primordial: la justicia social plena. Continuemos con los esfuerzos de Tupac Amarú, el propio San Martín, Bolívar y Velasco Alvarado.  Seamos libres, seamoslo siempre.