Guillermina Covarrubias Medina |
Pájaros en el pelo con sus vocablos de silencios, en el espejo es martes, zumban los segundos, se abren en la grieta del tiempo las heridas y los recuerdos se vuelven un remolino de metáforas.
El músculo rojo circula la sangre en las venas, donde tus ojos escribieron destellos, y el lenguaje liberó el beso, entonces las palabras bordan el papel con tu nombre, que dispara susurros viejos.
Y yo me zambullo en el fondo de la nada, que acarrea el sonido de tu risa trastocando las riberas de la sin razón que crece en el laberinto de los pensamientos.
El eco, es un diálogo, un monólogo, impronta la boca crea espejismos de luna en la constelacion de capricornio y ondula sus lejanos besos.
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