Por Jorge Aliaga Cacho
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña ha declarado que la rápida caída de la región oriental de Lugansk en Ucrania sugiere una mejor coordinación entre las fuerzas de Moscú. Zelensky, por su parte, afirma que sus tropas "no tienen otra alternativa" que "rechazar y destruir el potencial ofensivo" de las fuerzas rusas, mientras la batalla se traslada de Luhansk a la cercana Donetsk. Yo digo que a los soldados del país de las hamburguesas y la OTAN les faltará 'makarios' para correr como gallinas si entran al terreno de combate. Los rusos, ahora, vienen golpeado la ciudad portuaria de Mykolaiv, en el Mar Negro, así lo dijo su alcalde, al tiempo que se activaban sirenas antiaéreas en toda la ciudad. Mientras tanto, en Suiza se han reunido representantes de algunos países aliados del país de las hamburguesas grasientas para definir 'una declaración de principios y prioridades de la reconstrucción del país', en otras palabras: ver el negocio redondo que harían las empresas constructoras capitalistas en la golpeada Ucrania. Los gallinazos de la industria de la construcción estiman que reconstruir dicho país tendrá un costo de 750 millones de dólares.
Zelensky, culpable de no negociar a tiempo con los líderes nacionalistas de la región, antes de que suceda la destrucción del país y muerte de miles de ucranianos, ahora pretende inmiscuir a todos los países del mundo en la reconstrucción de Ucrania. El payasito Zelensky ha manifestado lo siguiente: “La reconstrucción de Ucrania no es una tarea local de una sola nación”...“Es una tarea común de todo el mundo democrático”. ¡Payaso!
Rusia acusa a Ucrania de torturar a prisioneros de guerra. Uno de sus soldados manifestó que los médicos ucranianos lo trataron sin anestesia y que fue "golpeado, torturado con electricidad cuando estuvo en cautiverio". Mientras todo esto sucede los pueblos del mundo aspiran paz, hermandad y prosperidad.
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