Por Jorge Aliaga Cacho
Theresa May anunció la fecha de su renuncia: será el 7 de junio próximo para dar tiempo a que el Partido Conservador elija a un nuevo líder. Inmediatamente un número de "tories" han tirado su sombrero al ruedo y, de los cuales, se perfila como fuerte candidato el ex alcalde de Londres, Boris Johnson. La renuncia de Theresa May se realizó al verse acorralada por el ala dura del Partido Conservador. Como se puede entender, sea quien sea el nuevo líder de los conservadores, este tendrá que ver la forma de solucionar la caótica intención de salida de la Unión Europea que la primera ministra no ha sabido solucionar. Después de tres años en la conducción del Reino Unido, Theresa May anunció a la prensa su decisión con lágrimas en los ojos.
Este anuncio ha sido realizado antes de cumplirse una visita de Estado a Downing Street del presidente Trump de los Estados Unidos.
La primera ministra británica, Theresa May, presionada por el ala dura del Partido Conservador, anunció con lágrimas en los ojos su alejamiento de la dirección del partido de los conservadores. Con quebrada voz, al final de su alocución, dijo que se iría “sin mala voluntad, pero con una gratitud enorme y duradera por haber tenido la oportunidad de servir al país que amo”. Es indudable que la crisis en la política británica continuará y que existe la posibilidad para que se convoque a elecciones generales en el mes de julio. El Parlamento británico, había rechazado el cuestionado plan de salida de la UE (brexit suave) que May presentara. Mientras tanto sectores ultra conservadores de la derecha crecen tanto en Bretaña como en Italia, Alemania y otras naciones europeas. Por su parte Michael Heseltine, una figura veterana y respetada de los conservadores, al preguntarsele por la suerte del próximo "tory" líder dijo que: "primero hay que escuchar la canción antes de hablar del cantante".
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