en la Conferencia Nacional del Partido Comunista Escocès realizada en
Glasgow, Escocia.
Jorge Aliaga Cacho en una manifestación comunista en Edimburgo, Escocia. |
La huelga de los trabajadores mineros britànicos, 1984 - 1985 |
Por Jorge Aliaga Cacho
Michael McGahey (29 de mayo de 1925 - 30 de enero de 1999) fue un líder de los mineros escoceses y comunista toda su vida. Tenía voz grave y distintiva. Se describió a sí mismo de la siguiente manera: 'Soy producto de mi clase y del movimiento obrero'. Su padre, John McGahey, trabajaba en las minas en Shotts, North Lanarkshire. Cuando nació Mick, John era miembro fundador del Partido Comunista de Gran Bretaña y participó activamente en la huelga general de 1926. Quizás debido a esto, la familia se mudó a Cambuslang en busca de trabajo y fue allí donde Mick fue a la escuela. Mick comenzó a trabajar a los 14 años en las minas de carbòn de Gateside Co, y continuó trabajando como minero durante los siguientes 25 años. Siguió a su padre en el Partido Comunista y también en el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros (NUM), siendo miembro de ambos, del Partido Comunista, hasta su disolución en 1990, y del sindicato minero NUM, toda su vida. Fue un implacable defensor de ambos y apoyó la invasión de Hungría en 1956, considerando a la entonces Unión Soviética como un faro de esperanza para la humanidad. En 1990 ingresa a las filas del recientemente fundado Partido Comunista Escocés, iniciado con el contingente escocés del que fuera Partido Comunista de la Gran Bretaña que abandona el nombre COMUNISTA en una conferencia en Londres. El autor de esta nota que fuera miembro de ese partido, junto a otros camaradas escoceses rescataron la bandera y fundaron el Partido Comunista Escocés, en la ciudad de Glasgow. Las reuniones preliminares las hacíamos en la residencia estudiantil de la Universidad de Glasgow, al contar entre mis amigos a un estudiante algeriano, llamado Hakim Dheja, que se desempeñaba en un cargo disciplinario en una de las residencias estudiantiles situada en Oakfield Avenue. Allì tambièn vivìa el autor de esta nota. A ese mismo lugar llegarìa un dìa la lìder minera boliviana, obrera y luchadora por los derechos de las trabajadoras en las minas. Ella era Domitila Barrios de Chungara, famosa por ese discurso que hizo estremecer el panorama polìtico de la època, cuando en una conferencia internacional irrumpiò de silencio diciendo: ''Si me permten hablar'', esas palabras, poco despuès serìa el tìtulo de su libro que tratarìa sobre las luchas y explotaciòn de su pueblo. Recuerdo una anecdota con esta magnìfica mujer: un dìa conversabamos en el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Glasgow y me pareciò que ells sentìa nostalgia por su amada Bolivia. Recuerdo que conversàbamos de la frecuencia de las reuniones sociales y me decìa 'Jorge yo no sè còmo pueden vivir en Escocia, acà la gente es apagada, no se reunen tanto como en Bolivia. En Bolivia siempre nos reunimos aunque sea para pelear', lo dijo en su bello acento boliviano que detonò la risa de su audiencia escocesa.
Volviendo al escocès McGahey. Michael McGahey llegó a ser presidente de la rama local de su sindicato cuando sòlo tenía dieciocho años y posteriormente progresó en sus escalones. En 1958 fue electo miembro del ejecutivo de la Uniòn de Mineros Escoceses y luego fue elegido presidente del área escocesa en 1967. Fue considerado un operador altamente competente, pero su línea militante fue rechazada por algunos de sus pares mineros. En 1971 perdiò las elecciones pues se eligiò presidente nacional a Joe Gormley. Sin embargo, McGahey asumiò la Vicepresidente Nacional de los Mineros de todo el Reino Unido, en 1972. Tambièn hizo progresos similares en el Partido Comunista de Gran Bretaña, (CPGB), donde fue elegido para su ejecutivo en 1971. Continuó en la direcciòn del partido hasta que este se disolviera en 1991. Casi inmediatamente despuès se une al Partido Comunista de Escocia. Según informes, fue objeto de intercepciones telefónicas por parte del servicio de inteligencia del Reino Unido, MI5, cuyos transcriptores lo encontraron difícil de entender debido a su fuerte acento escocés y los efectos que producían en su voz el consumo de tabaco y alcohol.
Michael McGahey (29 de mayo de 1925 - 30 de enero de 1999) fue un líder de los mineros escoceses y comunista toda su vida. Tenía voz grave y distintiva. Se describió a sí mismo de la siguiente manera: 'Soy producto de mi clase y del movimiento obrero'. Su padre, John McGahey, trabajaba en las minas en Shotts, North Lanarkshire. Cuando nació Mick, John era miembro fundador del Partido Comunista de Gran Bretaña y participó activamente en la huelga general de 1926. Quizás debido a esto, la familia se mudó a Cambuslang en busca de trabajo y fue allí donde Mick fue a la escuela. Mick comenzó a trabajar a los 14 años en las minas de carbòn de Gateside Co, y continuó trabajando como minero durante los siguientes 25 años. Siguió a su padre en el Partido Comunista y también en el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros (NUM), siendo miembro de ambos, del Partido Comunista, hasta su disolución en 1990, y del sindicato minero NUM, toda su vida. Fue un implacable defensor de ambos y apoyó la invasión de Hungría en 1956, considerando a la entonces Unión Soviética como un faro de esperanza para la humanidad. En 1990 ingresa a las filas del recientemente fundado Partido Comunista Escocés, iniciado con el contingente escocés del que fuera Partido Comunista de la Gran Bretaña que abandona el nombre COMUNISTA en una conferencia en Londres. El autor de esta nota que fuera miembro de ese partido, junto a otros camaradas escoceses rescataron la bandera y fundaron el Partido Comunista Escocés, en la ciudad de Glasgow. Las reuniones preliminares las hacíamos en la residencia estudiantil de la Universidad de Glasgow, al contar entre mis amigos a un estudiante algeriano, llamado Hakim Dheja, que se desempeñaba en un cargo disciplinario en una de las residencias estudiantiles situada en Oakfield Avenue. Allì tambièn vivìa el autor de esta nota. A ese mismo lugar llegarìa un dìa la lìder minera boliviana, obrera y luchadora por los derechos de las trabajadoras en las minas. Ella era Domitila Barrios de Chungara, famosa por ese discurso que hizo estremecer el panorama polìtico de la època, cuando en una conferencia internacional irrumpiò de silencio diciendo: ''Si me permten hablar'', esas palabras, poco despuès serìa el tìtulo de su libro que tratarìa sobre las luchas y explotaciòn de su pueblo. Recuerdo una anecdota con esta magnìfica mujer: un dìa conversabamos en el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Glasgow y me pareciò que ells sentìa nostalgia por su amada Bolivia. Recuerdo que conversàbamos de la frecuencia de las reuniones sociales y me decìa 'Jorge yo no sè còmo pueden vivir en Escocia, acà la gente es apagada, no se reunen tanto como en Bolivia. En Bolivia siempre nos reunimos aunque sea para pelear', lo dijo en su bello acento boliviano que detonò la risa de su audiencia escocesa.
Volviendo al escocès McGahey. Michael McGahey llegó a ser presidente de la rama local de su sindicato cuando sòlo tenía dieciocho años y posteriormente progresó en sus escalones. En 1958 fue electo miembro del ejecutivo de la Uniòn de Mineros Escoceses y luego fue elegido presidente del área escocesa en 1967. Fue considerado un operador altamente competente, pero su línea militante fue rechazada por algunos de sus pares mineros. En 1971 perdiò las elecciones pues se eligiò presidente nacional a Joe Gormley. Sin embargo, McGahey asumiò la Vicepresidente Nacional de los Mineros de todo el Reino Unido, en 1972. Tambièn hizo progresos similares en el Partido Comunista de Gran Bretaña, (CPGB), donde fue elegido para su ejecutivo en 1971. Continuó en la direcciòn del partido hasta que este se disolviera en 1991. Casi inmediatamente despuès se une al Partido Comunista de Escocia. Según informes, fue objeto de intercepciones telefónicas por parte del servicio de inteligencia del Reino Unido, MI5, cuyos transcriptores lo encontraron difícil de entender debido a su fuerte acento escocés y los efectos que producían en su voz el consumo de tabaco y alcohol.
McGahey llamó la atención del público durante las huelgas de los mineros de 1972 y 1974. Más tarde afirmó que se trataba de disputas puramente industriales, hechas políticas por el entonces Primer Ministro, Edward Heath. Sin embargo, tomó una línea característicamente militante y se opuso a algunas tácticas de Gormley, a quien acusó de "balotista" y "constitucionalizado". Gormley, según se supo más tarde, hizo un juego polìtico y se quedò en la presidencia hasta su jubilación, en 1981. McGahey tenía en esa època más de 55 años, y era considerado demasiado viejo, por las reglas del sindicato, para asumir la presidencia a nivel de toda Gran Bretaña. McGahey jugó entonces un destacado rol, (principalmente en asuntos escoceses), durante la huelga de los mineros de 1984–1985, cuando estaba pròximo a jubilarse. Por esta època tambièn se opuso a una votación nacional y se mostró a favor de que las regiones tomen sus propias decisiones para ir a la huelga. Era el tiempo en que Ian MacGregor, asume la presidencia de la Junta Nacional del Carbón, organismo del gobierno, y "declara la guerra a los trabajadores mineros". James Cowan, entonces vicepresidente de esta junta creada por el gobierno, la National Coal Board, afirma que McGahey le advirtió que se retirara en 1983 y protegiera su salud, ya que vendrìa una huelga "sangrienta", pues esto serìa inevitable con el nombramiento de Ian MacGregor y que preveìa gran conflicto entre las diferentes bases regionales de la Uniòn Nacional de Trabajadores Mineros.
El MI5, Servicio de Inteligencia Británico, vigiló a McGahey durante la huelga de 1984–85 y descubrió que McGahey estaba "extremadamente enojado y avergonzado" por los vínculos de Scargill con el régimen libio, pero que estaba "felìz de participar, con Scargill y otros líderes de los trabajadores mineros para establecer contactos con los representantes soviéticos".
Después de la huelga, McGahey se volvió más crítico de Arthur Scargill y se opuso a su creciente concentración de poder en el liderazgo nacional a expensas de las áreas regionales. Expresó su pesar por las divisiones que ocasionaba el uso de piquetes violentos en Nottinghamshire. Decìa lo siguiente: "No estoy seguro si manejamos todo correctamente. La intrusión de piquetes de huelga en Notts, fue abrumadora y no sòlo con hombres de Yorkshire. Acepto algo de responsabilidad por eso y también lo tendrá que hacer la izquierda. Creo que si, como ejecutivo, nos hubiéramos acercado a los trabajadores de Notts, sin piquetes de huelga, todo podría haber sido diferente... Los alienamos durante la huelga". Yo recuerdo que me habìa aliniado con la tendencia militante de Scargill, posiblemente no conocìa lo que iba sucediendo al interior de la direcciòn del movimiento obrero. Para mi era importante parar la conducta anti laboral de Margaret Thatcher. Los mineros resistieron una huelga que durò un año, algo històrico que nunca olvidarè. Los trabajadores mineros salieron de las minas acompañados de sus bandas de mùsicos y despuès de un año, luego de perder el conflicto, regresaron a las minas, tambièn con sus bandas de mùsicos, habìan perdido una batalla pero regresaron con honor, con la frente levantada. Hasta ahora no me pongo de acuerdo conmigo mismo cual hubiera sido la posiciòn correcta, aunque si creo como McGahey que se debiò convencer a los trabajadores disidentes tambièn con las ideas. Cuando muriò McGahey fui al cementerio a pagarle mis respetos, una muchedumbre despedìa al lìder con hondo dolor. Mick McGahey se casó con Catherine Young in 1954. Tuvo tres hijos, dos mujeres y un hombre. Fue un fumador empedernido la mayor parte de su vida. En los últimos años de su vida sufriò enfisema crónica y neumoconiosis. Un monumento en su honor, en forma de trabajos en las minas, se encuentra en el extremo este de Cambuslang, en su calle principal, y han habido pedidos en el parlamento escocés para erificar un monumento de envergadura nacional. El 28 de abril de 2006, en Bonnyrigg, el ex secretario general de UNISON, Rodney Bickerstaffe, inauguró un memorial para conmemorar el X Aniversario del Discurso de McGahey, en el Día Internacional de los Trabajadores organizado por la Confederaciòn de Trabajadores, TUC Midlothian, en el ''Parque Jorge V''. El hijo de McGahey estaba entre los presentes. Rodney Bickerstaffe dijo que McGahey era un "héroe de la clase trabajadora", que nunca perdió el contacto con sus raíces y valores socialistas. Enumeró algunos de los dichos de McGahey que eran igual de relevantes hoy. "Somos un movimiento, no un monumento", citó como un recordatorio la necesidad de seguir avanzando y seguir luchando, y terminó diciendo: "Sabemos las razones por las que Michael, se referìa McGahey, nunca llegó a ser presidente de la Uniòn Nacional de Trabajadores Mineros NUM, pero si se hubiera quedado siquiera como mayordomo o un simple delegado, todavía habría tenido un gran impacto en el movimiento". Así es como se forja la revolución. Cuando el autor de esta nota trabajò en Escocia se afilio a NUPE, el sindicato dirigido por Rodney Bickerstaffe. NUPE se amalgamaría luego con otros sindicatos para formar la màs fuerte federaciòn de trabajadores de la Gran Bretaña, UNISON. Afiliado a NUPE dirigí la lucha en los colegios de arte de Escocia, en Edimburgo, Dundee, Aberdeen y Glasgow. La media britànica dedicò gran cobertura a estas luchas, incluyendo una caricatura en ''The Times''. Para mi fue una època agridulce, si bien me alegraba la victoria de mi sindicato que vio solucionado su pliego de reclamos, por otra parte me invadìa la tristeza al comprobar que los sacrificios de los mineros y comunidades enteras en sus luchas, en su enfrentamiento con el gobierno neo liberal de Margareth Thatcher, no habìa tenido èxito a pesar que la huelga se mantuvo por el lapso de un año. En otra nota del blog relatè otras experiencias que tuve con Mick McGahey, pues tuve la suerte de pertenecer a la misma cèlula en que él militaba en el Partido Comunista Escocès. Solìamos reunirnos en el Club de los Trabajadores Postales, desde luego, sosteniendo en una mano un vaso de wiskey, (escrito en la forma escocesa, wiskey), y en la otra, una pinta de cerveza a la usanza de los trabajadores en la tierra de Mick Mcgahey y William Wallace.
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