“Irene Salvador Grados, nació un 25 de marzo de 1873 en Toma y Calla, distrito de Santa María, su padre fue don Gervacio Salvador y su mamá, doña Francisca Grados “Ña peta” (campiñeros y pequeños agricultores) tuvo como hermanas Felicita, Jacinta, Margarita, CasimiraBautizada en la iglesia Matriz de San Bartolomé de Huacho, por el párroco Joaquín Requejo. Oficiaron de padrinos don Manuel Resurrección Grados y doña Nazaria Pichilingue, atestiguando Fernando Casanova.Aproximadamente a los 20 años contrajo nupcias con Francisco S. Lino, agricultor, avecinado en la campiña de Huacho y jornalero en una de las haciendas cercanas. Establecidos en el barrio de Toma y Calla con quien tiene cinco hijos: Isaías, Medardo, Catalina, Amador y Francisco.” (*)
Hasta hoy, no contamos con una imagen de la lideresa campesina, solo la descripción que dió su hija “Catalina Lino Salvador (†) quien la recordaba como una mujer alta, contextura regular, de tez clara, ojos negros, caballera larga y trenzada,….” (*) De características físicas muy semejantes a ella, motivo por el cual sirve como referencia física para elaborar el monumento ubicado en la plazuela (Irene salvador) de Toma y Calla. Sobre su personalidad; fue alguien alegre, sociable, muy decidida, “cariñosa pero de carácter fuerte y trabajadora. A estas cualidades se agregaron el conjunto de condiciones objetivas y subjetivas de la época, convirtiéndola en lideresa y conductora de las mujeres campiñeras” (*) en aquella época, de cambios y transformaciones geopolíticas a nivel mundial. Resultó inevitable la influencia del anarco – sindicalismo, socialismo y feminismo (izquierda) en un contexto, donde se desarrollaba la 1era guerra mundial imperialista, el proceso revolucionario socialista de Rusia y un sin números de luchas sociales reivindicativas por temas económicos - laborales (lucha por las 8 horas de trabajo, etc.) al que nuestro país no quedó ajeno y que guarda relación con el auge de producción algodonero, cañera y su relación con el incipiente proceso de industrialización del país, que proletarizó al trabajador campesino, elementos suficientes para que aparezcan sociedades de resistencia, en respuesta confrontacional a las paupérrimas remuneraciones salariales y pésimas condiciones laborales (se crea el sindicato de oficios varios - 1915). Es probable que Irene Salvador se incorpore en el movimiento a partir del 28 de agosto de 1916, cuando se lleva cabo la huelga de trabajadores agrícolas, en el cual, mujeres campiñeras recolectan donaciones para preparar olla común, que garantice permanencia de la huelga, fortaleciendo a los indecisos y logrando una gran fraternidad y camaradería entre l@s campiñer@s.Sin embargo, dicha manifestación no logra reivindicar sus pretensiones salariales, por lo cual el 2 de septiembre de 1916; dos mil pobladores enfrentan a media centena de gendarmes dejando como saldo dos campiñeros muertos (Cayetano Romero, Ernesto Villanueva) Entonces el prefecto Edgardo Arenas accede a las peticiones, para calmar a los pobladores, pero los hacendados desconocen dicho acuerdo. Y los jornaleros deciden reiniciar su huelga el 12 de setiembre de 1916, con conocimiento de que los poderes del estado, con sus autoridades, estaban coludidos con los hacendados y nunca emitirían fallos en su contra, perjudicando al jornalero, razón para que las reclamaciones no se detengan ahí, durando hasta el 2 de octubre del mismo año. Transcurrió cierto tiempo para reiniciar las manifestaciones, el 7 de junio de 1917, de aquí en adelante nuestra heroína destacaría como una de los personajes principales del movimiento huelguístico. Ella rompería esquemas machistas y patriarcales, que reducen el rol de la mujer a tareas domésticas, al eliminar dicho conservadurismo en su vida cotidiana, le permite intervenir activamente al lado de su esposo, entregándose completamente a la causa, concientizando y dirigiendo a las mujeres de los jornaleros, organizadas en la “Sociedad Unión de Jornaleros de Huacho.” Articulando a sus compañeras y amigas de trabajo; las vendedor@s del mercado de abasto local, con quienes mantenía relación de confianza e iguales intereses de clase, al grado de conformar un contingente femenino que participarían activamente, a partir del 11 de junio, su primera intervención fue llevar a cabo el acuerdo tomado en asamblea general de jornaleros una noche anterior, de suspender e impedir el abastecimiento del mercado, por tiempo indefinido, dejando en jaque, tanto autoridades como hacendados, teniendo la esperanza, que dicha medida de por finalizada esta huelga y la obtención de peticiones.Dentro de aquel margen de tiempo, Irene Salvador y sus mujeres del contingente de vendedoras, tienen la misión de realizar las siguientes acciones:Articular y ser enlace comunicador entre los trabajadores urbanos y los del campo. Convocar, propagandear, comunicar, difundir, agitar sobre sus razones y ¿el por qué luchar? Dar seguimiento y recabar información sobre los preparativos de las autoridades para hacer frente a los huelguistas.Recolectar donaciones para preparar la olla común (escuela del barrio de Luriama y plaza de armas de Santa María). Promover la creación de sociedades y gremios urbanos, (del 13 al 19 de junio del 1917 se decretaron 16). Portando los estandartes de las sociedades de jornaleros se realizan movilizaciones desde la campiña hacia Huacho, inclusive con el concurso de profesores y alumnos (hasta el fatídico 14 de junio). Asesinato de Irene Salvador. Ha transcurrido dos años de huelga y el contingente femenino de las sociedades de resistencia, son piedra en el zapato de autoridades y hacendados, encontrándose bajo sus miras y deseos por reprimirlas, excusados en defender su estado de derecho; mediante uso desmedido de fuerza y sofocar movilizaciones a cualquier costo, incluyendo, arrebatar vidas. Son alrededor de las 11:00 am del día jueves 14 de junio de 1917, un grupo aproximado de 150 mujeres, integrantes de distintas sociedades de resistencia campiñeras (Chonta, San Lorenzo, Toma y Calla, Luriama, Santa María, Amay, Tambo Blanco) encabezados por Irene Salvador Grados de Lino, Isidora Pérez Chumbes (profesora), la portaestandarte Juana Grados y La Rosa, además de una delegación de alumnas de alumnas de la escuela de la campiña, recorren calles decididas a exigir al prefecto del departamento Coronel Edgardo Arenas, de solución al conflicto. Por el contrario, no logran llegar a la plaza de armas de Huacho, donde se ubicaba dicho funcionario. Pues su paso es interrumpido muchas cuadras antes, en el cruce de las calles Cocharcas y Malambo (hoy mariscal castilla y 28 de julio) por 300 gendarmes armados con bayonetas, al mando del Subprefecto Manuel Domingo Torero, quien estuvo esperándolas. Al verse superadas en cantidad, sin contar con armas para defenderse, optan por no confrontar e intentan entenderse con el subprefecto, pero éste se niega a que pasen. Prefiere hacer cumplir la infame orden, de Arenas, “embatir con bayoneta y disparar a las manifestantes.” Tal medida costaron 8 vidas y 5 heridos (según Arenas) Los medios de comunicación informan que no pueden contabilizarlos, son demasiados y que la primera persona en caer, es nuestra mártir Irene Salvador (asesinada por bayoneta), luego se inmola Manuela Chaflojo (embarazada), entre otras/os luchadoras/es. El prefecto y subprefecto no se contentarían con su masacre. Comienzan a perseguir y detener personas que participaron en la movilización. También inició represalias a los familiares deudos que intenten velar a los asesinados, pero no les permiten si quiera ceremonias, salvo entierros patéticos, al cual solo asistiría un pariente con presencia policial. Es el caso de Francisco Lino e Isaías Lino (esposo e hijo de Irene Salvador) el primero fue detenido y encerrado 3 días por intentar ceremoniar el entierro de su esposa. Al enterarse de lo sucedido, su hijo Isaías que trabajaba en Supe, viaja urgente para reclamar libertad de su padre, lo que fue concedida a cambio de su prisión, quedando encarcelado durante 7 días sin razón alguna. La noticia se difunde a nivel nacional y por presión mediática, recién el 7 de julio 1917 se oficiara la misa en memoria de Irene Salvador, se calcula que asistieron más de 200 personas. ¡Nacía El Mito! que sirvió para fortalecer el espíritu de lucha de la mujer y consolidando la solidaridad entre campiñeras. Por ejemplo, para el 25 de junio de 1917 ya se había levantado la huelga, pero las ceroneras del mercado de abastos de Huacho, en repudio a las autoridades; dejan ese centro de labores para constituir un nuevo mercado de abastos en Cruz Blanca, donde realizarán sus actividades con toda normalidad, sin especular con el precios de los productos a vender. Ni Arenas, ni Torero, menos las medidas del subprefecto accidental Macnamara, de aprisionar a quien use la escarapela negra, pudo borrar el recuerdo de tan alto sacrificio en el pensar de los huachan@s y campiñer@s, tanto que fiestas patrias se convirtió en días de luto y protesta silenciosa, en memoria de Irene salvador y demás mártires. Mas no, de jolgorio como pretendían. Su lucha no quedó en vano y el 19 de mayo de 1918 las mujeres se organizan e instalan centros femeninos el primero es el “Centro Femenino Unión y Libertad” que tenían como programa: elevar la condición moral, intelectual y económica de la mujer. Hoy estas organizaciones ya no existen y poc@s personas conocen o comprenden a Irene Salvado ni ¿el porqué de su martirológio? Motivo para poder agradecer tan grande sacrificio, replicando su ejemplo y compartiendo aquel legado de lucha, al organizarnos, mientras activamos políticamente o en todos los espacios posibles. Es por eso, la importancia de celebrar y homenajear con propiedad merecida, el centenario de su salto a la gloria, que se cumplirá el día miércoles 14 de junio del 2017. https://www.facebook.com/events/779420018875875/
Referencia Biográfica
Irene Salvador, La Huelga de 1917 - En Huacho Dr. Filomeno Zubieta Nuñez
Historia de la República del Perú, Ediciones Historia, Lima, 1963, pp.3902-03; Jorge Basadre Grohmann
Mujeres en El Origen Del Movimiento Sindical: Crónica de Una Lucha Huacho, 1916-1917; Carolina Carlessi.
Luchas Sociales en el Perú; Huacho 1916 - 1917; Dr. Filomeno Zubieta Nuñez
El Movimiento Obrero Peruano 1890 - 1980 Reseña Histórica; Denis Sulmont Samain
Apuntes para una interpretación marxista de historia social del Perú, Tomo I, Lima, p. 30.Martínez de la Torre
Diarios: "El Amigo del Pueblo"; "La Crónica"; "El Tiempo"; "La Protesta"
Fuente: https://www.facebook.com/IreneSalvadorGradosdeLino/
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