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Por Dr. Marcelino Paucar Alvarez (*) El presidente acaba de convocar para el 10 de abril del 2011, las elecciones presidenciales y para congresistas de nuevo parlamento nacional. La derecha y la izquierda se alistan a presentarse desunidas y con propósitos establecidos con anterioridad y debidamente planificados. En el campo de la derecha, PPK y su alianza para el gran cambio, junto a Toledo, Castañeda, Keiko, configuran lo más recalcitrante de las representaciones de los sectores que dominan la economía peruana con proceso primario exportador y de servicios aliados al Imperialismo. Fuerza Social es una burbuja política, sin pasado ni presente ni futuro, con una ideología, antisocialista y antiperuana, con integrantes potenciales y sostenedores de políticas neoliberales, aliados a las transnacionales, pretenden alinearse al campo popular para recoger votos y tener presencia en el próximo Congreso, ese es su objetivo, no tienen modelo de sociedad ni modelo de cambio económico a favor de los más necesitados de nuestra patria. En el Campo popular de los genuinos intereses de los trabajadores, generadores de la riqueza, están el Partido Comunista Peruano y el Partido Nacionalista y otros grupos cuya representación y potencialidad política e ideológica es minúscula sino oportunista. El eje, PCP - PNP, va quedando por necesidad social y política como una alternativa para la clase trabajadora y para el pueblo peruano, por su solidez ideológica, programática y presentar propuestas de transformación de la sociedad; esta debe ser la base para aglutinar a otros sectores izquierdistas y populares, pero que tengan la firme decisión de anteponer los intereses colectivos a los intereses individuales o de grupo, o de apetitos ajenos a los objetivos estratégicos de los trabajadores. En el campo popular debe cambiar la metodología de asumir la representatividad, el respeto a la generación de cuadros, el respeto a los candidatos elegidos democráticamente, el respeto a la decisión de las bases, el respeto a sus dirigentes emanados de sus organismos, sin arribismos ni saltos de garrocha trasgrediendo la voluntad de la mayoría de sus bases; como ocurrió con el Sr. Valer del PS y con la venia de otros izquierdistas que hoy ocupan regidurías en el próximo concejo metropolitano de Lima, el cambio de listas y de nombres, el relevo antidemocrático faltando días para seleccionar a los candidatos a regidores, el aval y aceptación de la candidata a la alcaldía de Lima por FS a toda esta situación, y el inicio de una crisis en Lima para todos(LPT). La unidad de izquierda no es una quimera, sólo será posible en la lucha diaria y en la movilización social y de masas, se construirá durante un proceso unificador, probados en la práctica revolucionaria y democrática y con partidos con trayectoria de hombres probados en el combate como Isidro Gamarra, Pedro Huilca, Jorge del Prado, Emiliano Huamantica, Simón Herrera Farfán, Gamaniel Churata, Eduardo Castillo, Pascual Montaño, Mario Huamán, Carmela Sifuentes, Adela Montesinos entre otros. La unificación de las izquierdas no es posible con peroratas ni con discursos, ni cánticos, será un proceso de encuentros y desencuentros y maduración de ideas para elaborar y desarrollar en la teoría y la práctica la estrategia y táctica para la transformación económica y social de nuestro país. La unificación de las izquierdas pasa por establecer códigos de trabajo de gobernabilidad, pasa por reconocer errores históricos como el haber combatido la reforma educativa del gobierno progresista de Juan Velasco Alvarado, una de las reformas de mayor trascendencia histórica de América Latina. La izquierda se unirá luego de largo debate de análisis y síntesis teórico-práctico y de acciones de masas y electorales para gobernar el país y ponerlo al servicio de los más necesitados haciendo la gran transformación que el Perú requiere. Mientras tanto, alistemos y trabajemos la GRAN ALIANZA PARA LA TRANSFORMACIÓN DEL PERU. (*) Docente de la Universidad La Cantuta |
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