Sociólogo - Escritor

El material de este blog es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformarnos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya al periodismo independiente. Es tuyo.

"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
https://en.m.wikipedia.org/wiki/Jorge_Aliaga_Cacho
http://www.jorgealiagacacho.com/

2 de diciembre de 2022

Ese puerto existe: Blanca Varela

Blanca Varela
En el mes de diciembre del año 2013 me tocó viajar a Supe para participar en el ''Festival de Poesía Cielo Abierto''. Fue un viaje muy importante por el significado que tiene este lugar que acogió, en tiempos pasados, a grandes referentes culturales del país. Entre los cuales podemos mencionar a: Blanca Varela, José María Arguedas y al mismo Fernando de Szyslo. Allí conocimos a Rosa, la sobrina de Arguedas, quien vive en ese puerto. Fue también una grata sorpresa encontrarme en dicho lugar con la doctora Ruth Shady, excelsa antropóloga, arqueóloga e investigadora peruana que puso a la Civilización Caral en los ojos del mundo. La doctora Shady solía trabajar en el Museo Nacional de Antropología, cuando yo me desempeñaba como empleado del Museo Nacional de Historia, bajo la dirección de la doctora María Rostworowski. Siempre veía a Ruth Shady laborar, muy activamente, en el museo vecino, que era dirigido por el maestro, Luis Guillermo Lumbreras.
Los poetas, escritores y artistas participantes en el encuentro de Supe tuvimos el honor de intercambiar alguna ideas con la descubridora de Caral. Recuerdo que ese día, en las calles de Supe, supimos bailar con, el acompañamiento del violín de, Máximo Damián, el mismísimo amigo de Arguedas. Como recordaremos Arguedas le había pedido, expresamente, a Damián que:  cuando sean sus funerales le tocara el violín y, Damian, así lo hizo. Arguedas, por su parte, le dedicó a Damián el libro: ''El zorro de arriba y el zorro de abajo''. El músico compuso para Arguedas la tonada ''La Agonía''.
Rosa, la sobrina de Arguedas, posando con algunos escritores en Supe

Jorge Aliaga Cacho en Puerto Supe con la doctora Ruth Shady y su hermano 
Jorge Aliaga Cacho

El siguiente poema es del primer libro de Blanca Varela, gran poeta limeña, que a sugerencia del poeta mexicano, Octavio Paz, tituló la obra: ''Ese puerto existe''. La misma fue publicada, por primera vez, en México el año 1959.

BLANCA VARELA (Lima, 1926- 2009)

Está mi infancia en esta costa,
bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto, oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.
Junto a la gran morada sin ventanas,
junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.

¡Oh, mar de todos los días,
mar montaña,
boca lluviosa de la costa fría!

Allí destruyo con brillantes piedras
la casa de mis padres,
allí destruyo la jaula de las aves pequeñas,
destapo las botellas y un humo negro escapa
y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.

Están mis horas junto al río seco,
entre el polvo y sus hojas palpitantes,
en los ojos ardientes de esta tierra
adonde lanza el mar su blanco dardo.
Una sola estación, un mismo tiempo
de chorreantes dedos y aliento de pescado.
Toda una larga noche entre la arena.

Amo la costa, ese espejo muerto
en donde el aire gira como loco,
esa ola de fuego que arrasa corredores,
círculos de sombra y cristales perfectos.

Aquí en la costa escalo un negro pozo,
voy de la noche hacia la noche honda,
voy hacia el viento que recorre ciego
pupilas luminosas y vacías,
o habito el interior de un fruto muerto,
esa asfixiante seda, ese pesado espacio
poblado de agua y pálidas corolas.
En esta costa soy el que despierta
entre el follaje de alas pardas,
el que ocupa esa rama vacía,
el que no quiere ver la noche.

Aquí en la costa tengo raíces,
manos imperfectas,
un lecho ardiente en donde lloro a solas.

No hay comentarios: