Oscar Castillo Banda, Julio Solòrzano Murga y Jorge Aliaga Cacho |
TERTULIAS LITERARIAS
LITERATURA PERUANA
CUENTOS HUACHANOS
OSCAR CASTILLO BANDA.
HUACHO.
Julio Solórzano Murga
Huachano de nacimiento, poeta, escritor, difusor cultural, hombre activo y dinámico muy conocido en nuestra ciudad, región Lima, el Perú y otras fronteras del mundo. Empleado administrativo en el Hospital Gustavo Lanatta Luján ESSALUD. Su producción literaria comienza con la publicación de su libro de poemas Luz de Vida en el año 1991, con destacados trabajos literarios desde Poemas del Alma, Sueños, Ámbar, historia y poesía, Personajes de la Literatura Regional y hoy consagrándose con su libro narrativo Cuentos huachanos, con el apoyo de Ediciones Luz de Vida. Promotor cultural de encuentros internacionales de poetas y escritores en nuestra región un maestro de las letras ya de bandera universal.
Una trayectoria literaria de logros y distinciones: locales, regionales, nacionales y sobre todo el reconocimiento internacional de sus amigos poetas y escritores de países del mundo, ese es Julio Solórzano Murga un hombre que humanamente hace latir el corazón de esta villa huachana. Directivo fundador, Ex-Presidente y responsable de imagen institucional de la Sociedad de Poetas y Narradores.
El cuento en este siglo XXI
El Cuento Hispanoamericano en el Siglo XX, indicios de una renovación moderna: Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones. Tradición y modernidad: la oralidad en el cuento de Carmen Lyra escritora y educadora costarricense. Comienzos del cuento vanguardista. Dos sistemas cuentísticos peculiares: Borges y Lezama Lima. La preocupación social y la existencia; como dijera Borges el cuento es el contar de la vida en toda su esencia narrativa son los rizos íntimos de lo que se crea.
Los cuentos Huachanos ya está ubicada dentro de la literatura universal como el mismo cita: //el tiempo inclina mi memoria a pasos lentos y puedo vagamente recordar su alegre rostro de tez morena, su blanca cabellera cubierta por un gorro de color azul tipo Jorge Chávez y sostener en sus dedos su clásico cigarro inca pitando a su arribo al taller de maestranza//, ese fue seguramente su padre de Julio Solórzano
Cuentos Huachanos
Creo con certeza que cuantos de sus hermanos escritores del tiempo en la poesía de hoy, le celebramos este acontecimiento como una de las más altas manifestaciones a su talento creador…un ideal el compromiso y su interrelación con los problemas de nuestro tiempo y su actuación global que en la madurez de su palabra le hace ser una voz mayor, así lo dice: José Pablo Quevedo, Raúl Gálvez Cuellar lo celebra en su Gato Egipcio y sus décimas, y en acto mayor le rinde agradecimiento al maestro del sindicalismo Jorge Aliaga Merino, y que hoy representa su hijo Jorge Aliaga Cacho.
Julio en sus cuentos hace una semblanza fresca y sabia en el alba de sus amaneceres…invoca su hálito creador, amando lo que está a su alcance, su memoria. Un libro que inicia con un enunciado profético //nostalgia Huachana//, lugar donde nació Dionisio el Cigarrero, hombre de negocios y dueño de un tambo…narra la fiestas, las yunzas, carnavales, las fiestas de San Valentín, la despedida de fin de año al compás de las bandas y pianos electrónicos…este bendito suelo que le dio los recursos necesarios para escribir. Su nostalgia musical //Hoy al volver por ese camino del recuerdo mis ojos se humedecen de emoción, gracias a lo vivido a lado de mi padre; tomé parte activa en esos menesteres musicales//, participó en varios grupos, la música también suena en su corazón y agita el alma tarareando los valses como “El Pebleyo” de Julio Felipe Federico Pinglo Alva, así muestran sus páginas.
1. Valorando lo nuestro. Santa María con Pedro Alcántara el “Luis Pardo Huachano”, “La casona del amor”, “la Huasa” última terrateniente de Santa María, “el brujo castrado”, “El ceviche de pato”, un pato que en su afán solidario alienta a un gallo no dejarse vencer por la muerte y al final el pato es sacrificado, terminando en la olla, es la realidad del mundo...
2. En toda la narración cuentista de JSM, se encuentra en esencia la poesía rendida homenajeando al cuento por su brevedad y frescura, que con magnifica ironía le ha dado su prometedora memoria, una imaginación biológica por su convicción espiritual de sus recuerdos como alivio personal del olvido a todo acto humano; pero que su pluma lo contrae a la vida, como en el cuento //Perro pulgoso// que celebra a Hualmay de ese entonces, en ese barrio llamado el Tropezón…así en //Honorata//la lavandera querida que vivió 80 años agradecida del doctor Fernando Moquillaza y que sus manos seguirán despercudiendo la suciedad del mundo.
3. Su Ámbar querido. Una fiesta patronal, un santo “San Lucas”, un huayno el Gavilancito que fue la energía de toda una hazaña para el equipo ambarino terminó ganando a su rival local del club Juventud Cahua.
4. Anexa cuentos del alba: Tayta Cura, Carmencita, El auto de Al capone, Viaja a Santiago de Chuco, Agustín Ariza y los Halcones, historia de un poema crema…Queredenbú, Negrito de la U, ahí muestra su compromiso social de hombre curtido de vivencias testigo de luces y sombras en “Pasión por el poder //La derrota del Dictador//. Una pluma muy hacedora con mucha investigación, un trabajo bibliográfico que endosa el tejido de sus cuentos para darle la riqueza emotiva y sobre todo en un festín de palabras convocadas para ser justas y necesarias.
5. Palabras mayores: JSM, hombre de palabra poética, vivas oportuna, que ha reunido el polvo del tiempo como banderas que se aferran a flamear el mundo, con el soplo de su existencia en un abanico de experiencias y sus viajes como el de Santiago de Chuco auguroso por conocer la tierra de César Vallejo nuestro vate universal, su enorme sensibilidad por la naturaleza la tierra nuestra como lo dijera el poeta ecuatoriano Patricio Guzmán: Julio Solórzano //Nos dedica un pasado idílico, con su pluma del tiempo registrando, algo que no lo consuma el tiempo y sirva a las futuras generaciones//
Cuentos huachanos que es el remedo de tiempos inmemoriales, que Julio recoge para que no lo consuma el olvido, porque el cuento humanizó la vida con esas fábulas, relatos ficcionales donde inventamos vidas que quisiéramos ser cuando nuestra condición de vivir es una sola.
El mar ese que hizo dormir eternamente a la poeta argentina Alfonsina Storni, pero nuestro poeta le canta por todo lo que esa oceánica agua nos da para vivir. Esa mano protectora que viene de siglos pasados, ese refugio seguro de acertijo y cosas insospechables.
Estos cuentos huachanos reviven a un Ventura García Calderón; en los Comentario Reales del Inca Garcilaso de la Vega. Pero más cercano al otro Julio. Julio Ramón Ribeyro de nuestro tiempo cuyos cuentos los anima a darles vida tal cual es su existencia.
La literatura de este siglo como del siglo XX que evolucionó junto a la revolución industrial, siempre estará alerta a lo que sucede en la sociedad, para exhortar, denunciar y levantar su voz de protesta, ante la injusticia en su bello lenguaje que tiene poder.
Dicho en palabras de nuestro Nobel Mario Vargas Llosa, escribir…hace que vuelva natural lo extraordinario y extraordinario lo natural, disipa el caos, embellece la flor, eterniza el instante y toma a la muerte en un espectáculo pasajero.
La literatura al igual que el deporte nunca tendrá creyentes ni agnósticos, se ha hecho necesaria para la humanización, puesto que toda lectura es el resultado educativo que afianza la cultura y el conocimiento del hombre.
El poeta, el escritor es como la higuerilla de Ribeyro narrada en su cuento “Al pie del acantilado”, planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargados y escarpados…crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte, en los muladares…no pide favores a nadie tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir…todo puede suceder pero ella sigue creciendo.
Así mismo ha caminado Julio como hombre, poeta y escritor comprometido con su tiempo, con Huacho y el mundo y; solo necesitamos de lectores y unos cuantos oídos para creer que existimos y Julio lo ha encontrado en su trayecto como cultor de la palabra, ese reflejo transpirado, entusiasmado febril y juvenil por todo lo andado en su vida de campo y ciudad, con sus letras leídas dándole sentido literario a toda su experiencia enriquecedora para una obra como “Cuentos Huachanos”, grato momento que junto a Julio pudimos escuchar al maestro Arturo Corcuera en Lima, en los jueves de poesía y narrativa. Pero toda esta saga narrativa se nutre a lado de su compañera de toda la vida, su esposa Celia Ariza, la que entiende su oficio en este laberinto sujetado por los empaginados papeles del tiempo.
Concluyo. En palabras de Borges “Después de todo, no era imposible que hubiera algo, más allá del final físico de una persona. Yo creo en el final físico del hombre pero se hace perdurable en la extensión misma de su palabra”
Mi dedicación al hombre de “La pluma que hace latir el corazón de Huacho”. Al humano presente hoy con nosotros no ha claudicado y cree en la generación de este siglo y que la literatura avanza en la pluma de los nuevos valores, la juventud. A un creyente confeso del Dios de Abraham…y de nosotros, Julio Solórzano Murga.
Muchas gracias
Oscar Castillo Banda
Educador y poeta
Huacho, 07 de Noviembre del 2014
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