Sociólogo - Escritor

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"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
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http://www.jorgealiagacacho.com/

28 de febrero de 2020

La inmortalidad



Por Jorge Aliaga Cacho

A todos nos ha tocado alguna vez pensar en la inmortalidad del alma. Esta preocupaciòn, para muchos, nos ha acompañado desde que adquirimos un pensamiento racional.
El dìa de hoy dos estudiosos: El médico estadounidense, Stuart Hamerroff y el fìsico británico Sir Roger Penrose 'han desarrollado una teoría cuántica de la conciencia, que establece que nuestras almas están contenidas dentro de estructuras llamadas microtúbulos, dentro de nuestras células cerebrales'.
Interesante descubrimiento que avala mis propios pensamientos sobre el tema. Solamente ayer volvìa a pensar en que al morir se escapa de nuestro cuerpo una energìa que se integra con el mundo terrenal o còsmico. Los estudiosos en referencia, el primero estadounidense y el segundo britànico, han definido que 'el cerebro es una computadora biològica, con 100 billones de neuronas cuya conexiones sinàpticas actùan como redes de informaciòn'.
El Dr. Hameroff, mèdico y Sir Roger, fìsico, han venido desarrolando esa terorìa que argumenta que 'nuestras experiencias de conciencia son resultantes de 'los efectos de la gravedad cuàntica en los microtùbulos'. Los cientificos le llaman a este proceso 'reducciòn objetiva orquestada o Orch-OR.
En sus estudios de màs de 24 años concluyen que en una experiencia cercana a la muerte, 'los microtùbulos pierden su estado cuàntico, pero la informaciòn dentro de ellos no se destruye'. En tèrminos comprensibles señalan los estudiosos que el alma no muere, sino que regresa al universo.En una experiencia cercana a la muerte, los microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información dentro de ellos no se destruye. O en términos comprensibles, el alma no muere, sino que regresa al universo.Yo ahora pienso que cuando hablamos de conciencia colectiva esta debe contener elementos de esa comunicaciòn de la cual nos hablan los estudiosos pues ella actùa como una fuerza unificadora y convierte en una entidad a un grupo o naciòn. Pienso que en este caso el efecto unificador se realiza con sus variantes en los predios de la anti-materia.Los investgadores explican que cuando el corazón deja de latir, la sangre deja de fluir y los microtúbulos pierden su estado cuántico pero la información cuántica en los microtúbulos no se destruye; 'no puede ser destruida; simplemente se distribuye y se disipa por el universo'.“Si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede volver a los microtúbulos y el paciente dice ‘Tuve una experiencia cercana a la muerte’”, dijó el Dr. Hameroff. Si el paciente muere, “sería posible que esta información cuántica exista fuera del cuerpo indefinidamente, como un alma”

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