Sociólogo - Escritor

El material de este blog es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformarnos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya al periodismo independiente. Es tuyo.

"La Casa de la Magdalena" (1977), "Essays of Resistance" (1991), "El destino de Norte América", de José Carlos Mariátegui. En narrativa ha escrito la novela "Secreto de desamor", Rentería Editores, Lima 2007, "Mufida, La angolesa", Altazor Editores, Lima, 2011; "Mujeres malas Mujeres buenas", (2013) vicio perfecto vicio perpetuo, poesía. Algunos ensayos, notas periodísticas y cuentos del autor aparecen en diversos medios virtuales.
Jorge Aliaga es peruano-escocés y vive entre el Perú y Escocia.
email address:
jorgealiagacacho@hotmail.co.uk
https://en.m.wikipedia.org/wiki/Jorge_Aliaga_Cacho
http://www.jorgealiagacacho.com/

6 de febrero de 2020

El camino de Santiago

Por Alejo Carpentier

<<… Por caminos de Francia va el romero, con las manos flacas asidas del bordón, luciendo la esclavina santificada por hermosas conchas cosidas al cuero, y la calabaza que sólo carga agua de arroyos. Empieza a colgarle la barba entre las alas caídas del sombrero peregrino, y ya se le desfleca la estameña del hábito sobre la piadosa miseria de sandalias que pisaron el suelo de París sin hollar baldosas de taberna, ni apartarse de la recta vía de Santiago, como no fuera para admirar de lejos la santa casa de los monjes clunicenses. Duerme Juan donde le sorprende la noche, convidado a más de una casa por la devoción de las buenas gentes, aunque cuando sabe de un convento cercano, apura un poco el paso, para llegar al toque del Angelus, y pedir albergue al lego que asoma la cara al rastrillo. Luego de dar a besar la venera, se acoge al amparo de los arcos de la hospedería, donde sus huesos, atribulados por la enfermedad y las lluvias tempranas que le azotaron el lomo desde Flandes hasta el Sena, sólo hallan el descanso de duros bancos de piedra. Al día siguiente parte con el alba, impaciente por llegar, al menos, al Paso de Roncesvalles, desde donde le parece que el cuerpo le estará menos quebrantado, por hallarse en tierra de gente de su misma lana. En Tours se le juntan dos romeros de Alemania, con los que habla por señas. En el Hospital de San Hilario de Poitiers se encuentra con veinte romeros más, y es ya una partida la que prosigue la marcha hacia las Landas, dejando atrás el rastrojo del trigo, para encontrar la madurez de las vides. Aquí todavía es verano, aunque se cumplen faenas de otoño. El sol demora sobre las copas de los pinos, que se van apretando cada vez más, y entre alguna uva agarrada al paso, y los descansos de mediodía que se hacen cada vez más largos, por lo oloroso de las hierbas y el frescor de las sombras, los romeros se dan a cantar...>>.

El siguiente es un extracto del libro de Carlos Pèrez Salinas: ''Masonerìa y Literatura'', Mendoza, Argentina.

El gran escritor cubano, gloria de las letras hispanoamericanas, autor en el que la mùsica va unida a la literatura en un fragor barroco de tintes insuperables, narra en este cuento, la aventura fantàstica de la peregrinaciòn a Santiago de Compostela, esa promesa viajera que los creyentes medievales emprendìan dispuestos a sufrir las inclemencias del clima, los agotamientos de la caminata y mil pesares de toda ìndole, con la esperanza de llegar al santuario donde segùn la tradiciòn cristiana, llegò el apòstol en una barca-ataud, desde allende los mares.
Como toda la literatura de Carpentier, esta obra, pequeña en lìneas, es sin embargo riquìsima en fuerza expresiva en narraciòn prolija y minuciosa, impresionando al lector en su capacidad imaginativa que lo lleva a deslumbrar en colorido vèrtigo las peripecias de los protagonistas.
El viaje a Santiago,  màs que una promesa era una aventura iniciàtica. Segùn los historiadores y basàndose en la tooponimia de la regiòn, los peregrinos se contaban desde èpocas pre cristianas por supuesto que sin el argumento de visitar las reliquias del apòstol. Dice que el camino de Santiago repite en tierra el curso de la Vìa Làctea.
Desde el siglo X  se conoce documentalmente de esta peregrinaciòn religiosa y como tal, repito, se cumple una actividad de iniciaciòn. El peregrino adornado por la venera y apoyado en el bordòn viaja buscando ser purificado.
El camino es lo importante, por supuesto que el premio es la llegada, pero el proceso mìstico se cumple en el trayecto.
La masonerìa, recoge en su simbolismo iniciàtico la idea del viaje. Como los francmasones operativos del Medioveo que emprendìan sus viajes de aprendizaje por Europa, los masones simbòlicos de hoy tienen tradiciones similares enn sus ceremonias, las que tienen caràcter purificador y de probanza de las aptitudes para ser admitidos en la Orden y para adelantar ell camino de la talla de la piedra tosca. Los viajes conducen a los candidatos a masòn hacia el logro de sus aspiraciones: el ser admitidos a la instituciòn que harà de ellos, talladores de piedra con la que intentaràn construir un templo simbòlico de rectitud y de moral. Y con viajes tambièn intentaràn avanzar en el camino de su perfeccionamiento como obreros del arte de la construcciòn. Como todo es simbòlico en la Orden, estos viajes son periplos internos, son un traslado a las profundidades de cada hombre en busca de los aspectos centrales de cada existencia. Es un adentrarse en el interior de cada ser humano y en ese ejercicio apareceràn las l+ines directrices del conocimiento de uno mismo, meta de quienes enunciaron el cèlebre ''Conòcete a ti mismo y conoceràs la Naturaleza y los Dioses''.

No hay comentarios: