Por Heber Arnaldo Ojeda Abad
!Cómo viviríamos los varones
sino existiesen las mujeres !
estaríamos entre nubarrones
sin compartir los quehaceres.
En las mujeres hay ternura,
inteligencia y honestidad
sus acciones con premura
no demuestran vanidad.
Con su diáfana sonrisa,
con su tierna voz angelical
su bondad nos dan con prisa
para apartarnos del mal.
Su palabra es convincente
con humildad y confianza,
su accionar es transparente
plena de luz y esperanza.
Conocen como bien vivir
sus actos son positivos,
comprenden lo que es servir
no con rasgos compasivos.
Nos encaminan al futuro
serenas sin vehemencia,
su trajinar muy venturo
con su límpida conciencia. .
Son sinceras, muy luchadoras
contra el abuso y prepotencia,
van pasando miles de auroras
en paz y cierta paciencia.
!Salve oh dignas mujeres
preseas de la humanidad!
Sin ustedes nobles seres
nunca habrá felicidad.
!Cómo viviríamos los varones
sino existiesen las mujeres !
estaríamos entre nubarrones
sin compartir los quehaceres.
En las mujeres hay ternura,
inteligencia y honestidad
sus acciones con premura
no demuestran vanidad.
Con su diáfana sonrisa,
con su tierna voz angelical
su bondad nos dan con prisa
para apartarnos del mal.
Su palabra es convincente
con humildad y confianza,
su accionar es transparente
plena de luz y esperanza.
Conocen como bien vivir
sus actos son positivos,
comprenden lo que es servir
no con rasgos compasivos.
Nos encaminan al futuro
serenas sin vehemencia,
su trajinar muy venturo
con su límpida conciencia. .
Son sinceras, muy luchadoras
contra el abuso y prepotencia,
van pasando miles de auroras
en paz y cierta paciencia.
!Salve oh dignas mujeres
preseas de la humanidad!
Sin ustedes nobles seres
nunca habrá felicidad.
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