"Las mejores amantes, sabias, dispuestas, damas y apuestas, aunque trabajen incanzables, todo se les quita, menos la revolución que gritan desde la cuna hasta la cima de su dueño casi siempre inalcanzable, no líder pero cabeza indudable"
Por Ahikza Adriana Acosta P,
Pensando en latitudes y altitudes y en que el mundo no es cuadrado. Recordando que siempre se vive arriado, repitiendo la historia llegamos a la conclusión de porque hay que deber siempre cuando el caldero es redondo y la semilla se siembra dando siempre cosecha donde lo tiene que hacer.
Siempre el pensamiento invertido, es el camino escogido y si es corto, pero ancho, nos parece gran ventaja, pero la culpa la escampa aquel que desde el principio lo ancho, lo largo y midió en la capacidad de juicio para venirnos a conocer.
Hasta extraviado en su querer se fue adueñado del nombre de Ámérica por las indias y se le cumplIó el sueño: las llego conocer...
Solo que no eran indias sino nativas de raza, de corona “guarichas”, sabiondas y apetecidas nada que no se desee tener, amadas de caciques que con muecas de ellas los tesoros escondían, bajo tierra para ver si florecían entre el verde esmeralda y el amarillo oro maíz.
Y entre la naturaleza y el piso un repentino todo es importante allí.
Los guaches no son más que los hijos como los zánganos de la reina que terminan siempre bajo la presencia de un extraño más insultante siempre esclavos asonantes porque la pereza los mata sirven de mensajeros y chisme a quien siempre desbaratan…podría decirse que del Quijote Sancho Panza con color.
Pero porque tanta riqueza la deuda externa avergüenza, si fuimos independientes y llenos de riquezas, negociantes y socios nos hizo de países vecinos la naturaleza… claro está que para el compinche nunca hay vergüenza… esa sale a la vista cuando la economía hace la diferencia.
Con un grito e ironía nos tiramos a la independencia, rompimos floreros, comimos terciopelos que de rojos y azules no alcanzaron, como trapero para limpiar el suelo.
Y pensar que los mismos que lo hicieron fueron hijos de españoles que amaron nuestro suelo, educados en la Europa de sueños, porque para ser francos lo importante eran los euros.
Como el buen hijo vuelve a casa regresaron al paraíso porque la decadencia antigua no traía sino tristeza, los desvelos de guerras que de mentales pasaron a reyes inciertos, escapados, trásfugas y miserables que se aprovechaban del sometimiento del pueblo.
Siempre por delante el hombre pero la mujer es la que tiene derecho, no conozco ninguna que no hiciera lo que destinaba el tiempo…la casa, el trabajo, los hijos, la educación y el conocimiento... claro está nunca reconocido aunque por la causa muchas a pelotón murieron.
Pero este concepto no es solo de mi pueblo, pues mirando la historia Colón a Isabel también le sacó su reto… despojándola de sus joyas y pertenencias por un sueño y aun dicen que la mujer es solo vanidad, capricho y perdición del dueño…
Bueno habría que ver como dice la estrofita…”Mi señor usted es mi dueño y otro es el que me gobierna”, por usted pongo la cabeza y con otro soy sin vergüenza.
Es por eso que ellas sí saben cuál es la intimidad de los pueblos, conocen de quien son los hijos, de donde vienen, cuál es su destino y majaderas colaboran.
Son un conjunto de razas mezcladas, ajustadas siempre al derecho, lectoras incansables, sabias indudables, trabajadoras y parte del desconcierto.
Las mejores amantes, sabias, dispuestas, damas y apuestas, aunque trabajen incanzables, todo se les quita, menos la revolución que gritan desde la cuna hasta la cima de su dueño casi siempre inalcanzable, no líder pero cabeza indudable.
Abandonadas no fueron, por de bajeadas tampoco…Guarichas siempre ¡delicias! donde se ponía la sepa, porque a trabajadoras como ellas nunca faltara como hacer la afrenta, para sacar los hijos deseables.
Confidentes y escondidas siempre llevaron la causa perdida a una estancia y respuesta...si perdieron, en la cama siempre pagaron la apuesta, pero la propuesta siempre conocieron y aunque al dueño advirtieron con el error que cometió, siempre mantuvieron su lealtad acuestas asumiendo, la mala respuesta de insulso cabezón.
Se nombran algunas de estas en los libritos de historia, pasan todas por la gloria pero la victoria es del varón que aunque equivoco se mostró, siempre les advirtieron la respuesta cuando a escondidas y acuestas obtenían su perdón. Ese amor libre sí que fue un excusó para a la patria conseguir respuestas y dar a sus líderes motivación.
Guarichas siempre en condición, que mejor recomendación para obtener la experiencia de un continente que de vergüenza pasó a triunfador y hasta a España pagó la devolución de su gente y es por eso que la deuda externa creo.
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