Por Mauro Valderrama
Al conmemorarse los 25 años del
asesinato de Fermín Azparrent Taype hacemos un alto en la rutina diaria
para volver un instante, en el tiempo transcurrido. Y nos preguntamos
¿Porqué? ¿Quién ganó? ¿Quién perdió con este alevoso asesinato?
…La respuesta es contundente: Es el
pueblo oprimido al que Fermín tanto quiso, ese pueblo que lo eligió como
alcalde provincial de Huamanga, ese pueblo que apoyó decididamente en
la primera marcha por la paz, ese pueblo cencillo y trabajador … ese
pueblo es el único perdedor.
En la perspectiva del tiempo
transcurrido se puede observar con nitidez la coincidencia total de
todas las bandas asesinas que en ese entonces estaban en acción. Todas
ellas coincidían en el único objetivo de asesinar, de matar; todos ellos
coincidian en la brutal ofensiva contra los movimientos y las
organizaciones naturales del pueblo, todos coicidían en ese primitivo
odio a lo indígena, a los indígenas que se atrevían a decir no.
El agravante de las hordas senderistas
es que usan el nombre de comunistas para hacer justamente lo contrario
de lo que los comunistas quisimos y queremos. Han ensuciado un nombre
que está lleno de historia del más profundo humanismo.
Fermín Azparrend se levanta en la
escena de la historia como el ejemplo que hay que seguir: él juntó la
palabra a la acción. Lo que él dijo lo hizo, nada de falsas promesas ni
de banalidades de baja estofa.
El mostró con el sacrificio de su
propia vida que frente al terrorismo y la violencia, la única
alternativa posible es que el pueblo se organice y luche, que las formas
de lucha nacen de la propia necesidad, es un producto de la práctica y
no de la inspiración arrogante y mesiánica como es el caso de Abimael
Guzmán y su “pensamiento guía“.
A estas alturas de la vida, después de
los torrentosos ríos de sangre inocente derramada por nuestro pueblo,
por dirigentes connotados como lo fue Fermín, aprovechamos este instante
de meditación en el tiempo para proyectarnos hacia adelante, hacia el
futuro.
Es el momento de volver a las figuras
firmes incólumes, eternamente jóvenes como lo es Fermín. Inspirarnos en
su honradez, en sus conviccionenes su responsabilidad de cumplir con el
deber supremo que es el mandato del pueblo. Debemos inspirarnos en el
mensaje que nos dejó Fermín, el más grande de todos: es el de forjar la
gran unidad política que el pueblo peruano necesita. La convicción
comunista de Fermín Azparrent lo hizo impulsar activamente la
construcción de la Izqierda Unida en Huamanga y él mismo se presentó
como candidato a la alcaldía de Huamanga y ganó las elecciones. Esa gran
gesta fue en realidad el inicio de la derrota de las huestes
sanguinarias de Sendero. Ese hecho demostró que las masas no estaban de
ninguna manera por el camino violento, el pueblo no estaba por el camino
del desprecio a la vida. El mensaje de Fermín es que ese frente hay que
construirlo, para darle continuidad histórica a esa gran unidad del
pueblo que fue la IU.
Si observamos en otra perspectiva
histórica, podemos ver que esa coincidencia de objetivos entre entre
Sendero Luminoso y la CIA, esa coincidencia de objetivos con los grupos
de ultraderecha como el Comando Rodrigo Franco, después el Grupo Colina.
Esa coincidencia de objetivos de masacrar a poblaciones indefensas,
esos hechos nos demuestran que Sendero Luminoso nunca estuvo del lado
del pueblo oprimido. Abimael Guzmán y su “Pensamiento Guía“ fueron unos
peones muy eficaces en el afán de la CIA de destruir el movimiento
popular peruano. Estos asesinos se ensañaron con las comunidades
campecinas y nativas a tal punto de casi desaparecerlas en las regiones
en donde lograron cierta presencia.
Hoy sabemos que la estrategia de la CIA
para el Perú pasaba primero por derribar al presidente Velazco Alvarado
para luego ir destruyendo toda la organización social. Esta estrategia
era parte de la estrategia general para América Latina, la ofensiva
contra el Perú se realizó después de instalar a Pinochet y el fascismo
en Chile.
Sendero Luminoso nace justamente en
1971, como uno de los tantos grupos maoistas recalcitrantes que acusaban
a Velazco de “fascista y corporativo“, esos grupos a los que el régimen
del traidor Morales-Bermudez los dejaba pasar para concentrar toda la
represión contra los comunistas y otras fuerzas de izquerda que dirigían
sectores importantes del pueblo organizado. Inclusive con secuestros e
intentos de asesinato de dirigentes. Acuérdense del avión que llegó
clandestino a la Argentina de Videla cargado con connotados dirigentes
de la izquierda peruana, tales como Hugo Blanco y Valentín Pacho, entre
otros.
Ahora hay que preguntarse ¿a quién le
importaba más que a nadie que esa gran movilización y concientización
del pueblo peruano que iba creciendo como producto de la maduración de
la conciancia social y de la semilla sembrada por Velazco se destruyera?
Naturalmente que eso es lo que buscaban la CIA, el Departamento de
Estado de los EEUU y su embajada en el Perú. Eso es lo que quería la
rancia aristocracia peruana, la burgesía nacional puesta de rodillas
ante el gran capital norteamericano.
Entonces vemos que los ganadores de
toda esta vorágine son indudablemente primero el imperialismo
norteamericano, el gran capital transnacional con su doctrina, el
neoliberalismo. La absoluta ganadora de esta contienda es la clase
dominante peruana; sí esa clase a la que ni siquiera la Comisión de la
Verdad y Reconciliación la señala para nada. Ahora podemos ver que que
todas esas horrendas masacres llevadas a cabo por por Sendero Luminoso,
el Comando Rodrigo Franco del APRA y el Grupo Colina del fujimorismo han
servido solamente a que el estado de cosa en el Perú no cambie, a que
todo siga igual.
Entonces es tiempo de señalar a Sendero
Luminoso, a su comité central como asesinos, enemigos del pueblo
peruano. ¿Qué diferencia hay entre esos cobardes asesinatos selectivos
de S.L. y los actuales asesinatos de dirigentes comunistas de
contrucción civil como Yacila, Soberón, entre otros? ¿Qué diferencia
hay entre las masacres de Sendero a los Ashaninkas y la reciente masacre
de dirigentes Ashaninkas por las mafias madereras?
Los partos tardíos de los asesinos de
Sendero, esos “organismos generados” como lo son el MOVADEF o los
“Abogados Democráticos“ son más de lo mismo, es su nuevo disfráz. Lo que
ellos hacen es seguir la “nueva“ estrategia dictada por Abimael Guzmán.
Sin embargo, aquí hay que aclarar que
la supuesta persecución del MOVADEF busca solamente victimizarlos para
presentarlos como “luchadores sociales“ y de esa manera ocultar su
entraña fascista, enemiga del pueblo peruano. Lo que se debe hacer es la
denuncia a campo abierto. Hay que ir allí en donde ellon están, hay que
ir convencidos de nuestras convicciones, inspirados en la vida de
Fermín, allí en donde ellos se enmascaran para engañar muchachos hay que
ir y denunciarlos, hay que sacarles la mascara, darle la polémica de
ideas y demostrar que ellos en verdad son los peores enemigos del pueblo
peruano. Sendero Luminoso es en el Perú el brazo izquierdo del
imperialismo tal como a nivel global lo es Al Qaida, ISIS y otros
monstruos “generados“ por el imperialismo para que sirvan a sus fines de
dominación.
Nosotros debemos seguir hacia adelante
sin odios, sin sed de venganza, pero sí con la firme convicción de que
el imperialismo está destruyendo la vida en la tierra. Hay que ir con el
mensaje de la más grande solidaridad con los oprimidos de este planeta.
Hay que mirar con optimismo el futuro, enfrentar la realidad por más
dura que ésta sea, hay que ir con las posiciones y proposiciones
maduras, coherentes, fruto del trabajo y del estudio, producto de la
ciencia y el sentido común. Hay que ir con la convicción del amor
infinito a la vida.
Esas cosas son las que están en el
orden del día para los comunistas peruanos que hoy le rendimos homenaje a
Fermín Azparrent Taype, mártir del partido, mártir del pueblo peruano,
héroe del partido, héroe del pueblo peruano. El ejemplo que hay que
seguir.
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